Las hermanas se callaron de repente al escuchar las palabras que salieron de la boca de Trece.

Realmente no tenían ni idea de quién gustaba Bebé Robbie, pero cada una de ellas sentía un tipo de afecto especial por él.

Tal vez era agradecimiento, ya que le daban las gracias a Bebé Robbie por darles el calor del sol abrasador durante los años más fríos de sus vidas, permitiéndoles experimentar lo que era tener seres queridos. Después de todo, la vida y la muerte era lo más común en la división de inteligencia militar. Nadie pestañeaba ante el destino de otra persona. Sin embargo, Bebé Robbie se preocupaba por ellas y las protegía.

Tal vez fuera la profunda amistad que compartían por llevarse bien durante mucho tiempo. Estaban tan inmersos en la vida del otro y cada uno era indispensable. Sus vínculos eran similares a la sangre, la piel y los huesos dentro de un cuerpo. Como llevaban mucho tiempo trabajando juntos, se habían vuelto dependientes el uno del otro y simplemente coexistían