La Señora Nephele ya estaba teniendo dificultades para luchar contra todos ellos a la vez, pero ahora estaba siendo asediada por las enfurecidas hermanas Ares. Vigorosos puñetazos y patadas aterrizaron en su rostro y cuerpo. Ella fue rápidamente herida y empezó a sangrar por todas partes. Su rostro envejecido pero encantador ahora estaba hinchado como la cabeza de un cerdo.

Al final, ella estaba acostada sin vida en el suelo mientras lloraba de la angustia: ‘’¡Deténganse! ¡Deténganse! ¡Lo concedo!’’.

Bebé Robbie saltó desde el alféizar de la ventana y caminó hacia la Señora Nephele. Sus pupilas brillantes y hermosas se llenaron de frío y, como si hubiera sucedido sin darse cuenta, él golpeó con el pie la mano de la Señora Nephele. Él preguntó: ¿Por qué estás tratando de lastimar a mi Mami?’’.

La Señora Nephele parecía estar en su último aliento mientras decía: ‘’Tengo mi propia misión diplomática’’.

‘’¿Qué misión?’’.

‘’Jamás te lo diré’’. La Señora Nephele prefería morir antes q