Cuando Angeline abrió los ojos y vio a Jay, inmediatamente dejó escapar una brillante y hermosa sonrisa.

‘’Te estaba esperando’’.

Jay estaba atrapado entre risas y lágrimas. ‘’Te estás congelando con la brisa fría. Date prisa y entra. No agarres un resfriado’’.

Angeline se puso de pie y caminó hacia dentro de la casa sosteniendo a Jay del brazo, preguntando con preocupación: ‘’¿El Abuelo y el resto se han ido?’’.

‘’Mm’’.

Angeline miró ansiosamente a Jay: ‘’¿Están molestos contigo?’’.

Jay se devolvió para mirar a Angeline y le preguntó: ‘’¿Te enojarías si te hiciera esto?’’.

Angeline sonrió de oreja a oreja y sostuvo los brazos de Jay con fuerza. ‘’No creo en tus tonterías. No te dejaré. Solo te molestaré una y otra vez. Me pegaré a ti como un pedazo de goma de mascar’’.

El rostro de Jay se iluminó con una sonrisa. ‘’Me encanta cuando haces esto’’.

Angeline luego recordó algo que borró la sonrisa de su rostro. ‘’¿En serio estás enviando a la Abuela Boye lejos?’’.

Jay asintió.