“¿Qué debería de hacer?”. Angeline suspiró abatida.

“Nunca pensé que serías tú quien me derrotaría algún día”.

Su cuerpo empezó a temblar. Ella podía sentir su fuerza escapando de su cuerpo.

Al darse cuenta de que algo andaba mal, Angeline rápidamente llamó a Zayne. “Llévame al hospital, Zayne”.

Zayne cargó a Angeline en su espalda y la llevó rápidamente al departamento médico de Gran Asia que estaba al otro lado del complejo.

El departamento médico necesitaba que Angeline permaneciera en el hospital en observación. Dados los muchos incidentes que estaban ocurriendo en Gran Asia en este momento, Angeline quería que el hospital mantuviera su condición en secreto.

Zayne le preguntó a Angeline: “¿Deberíamos informar al Amo Ares?”.

Angeline negó con la cabeza. “No. Él ya no está de mi lado. Si sabe que estoy enferma, podría decírselo a la Señora Ares. Si eso sucede, Empresas Bell aprovechará la oportunidad para atacar y poner en peligro a Gran Asia”.

Por lo tanto, Zayne dejó escapa