¡Eso enfureció a Jay aún más!

Rose volvió a su rincón. Su corazón latía violentamente, y no se calmó ni siquiera después de mucho tiempo.

Resultó que aún podía bailar el vals con Jay en esta vida.

El vals era un baile que requería que el bailarín girara rítmicamente una y otra vez desde el principio hasta el final, repetidamente.

¿Su destino con Jay era el mismo que el vals, dar vueltas una y otra vez?

En otro rincón oscuro, la envidia en los ojos de Nancy era como un mar profundo sofocando llamas.

Ella había sido la novia de Jay, pero Rose ocupó su lugar ese día. Tenía que hacerla pagar por haberla dejado en escándalos.

Nancy se dio la vuelta y desapareció en un rincón apartado.

Después de ciertos minutos.

"¡Señorita Rose!". De repente, una voz suave interrumpió el sueño de Rose. Rose miró a la hermosa mujer que parecía haber aparecido frente a ella antes. "¿Qué pasa?".

"Señorita Rose, alguien quiere conocerla. Por favor, venga conmigo". La actitud de la mujer era simpática