Leo recordaba la noche en que perdieron el control cuando él estaba al volante, habían discutido fuertemente con su esposa que fue por un simple contrato, pensaba que no la soportaba ni tantico, pero fue todo lo contrario, él estaba enamorado tan profundamente de ella que no se había dado cuenta ahora ella había perdido la memoria él quería luchar por su amor, pero su hermano Logan no dejaba que se acercara más aún después del altercado que tuvieron en el hospital.

― Por favor Eloísa despierta, aún tengo fe de que nuestro matrimonio funcione, perdóname por haber sido el peor ser humano que existe ― decía Leo mientras se estaba quitando las lágrimas cuando Logan había entrado.

― ¿Qué haces aquí? Creo que fui claro contigo, no quiero que te acerques a mi hermana ― le dijo Logan molesto.

― Es mi esposa, tengo todo el derecho de estar con ella ― refuto Leo enojado.

― Eloísa no es tu esposa, no es nada tuyo, entiende ― le respondió Logan de vuelta.

― Si lo es ― defendió Leo a capa y espada.

― Por favor Leonardo, tú engañaste a mi hermana, la amenazaste la heriste, Eloísa no merecía esto ― le contesto Logan tratando de no llorar. ― Mi hermana no fue más que solo un matrimonio por conveniencia, nunca la amaste ― le respondió Logan furioso.

―¡¡Si la amaba, yo amo a Eloísa!! ― gritaba Leo de vuelta.

Pero Logan solamente negaba con la cabeza, por lo que lo saca del cuarto de su hermana, haciendo que Leo gritara una y otra vez que recuperaría a Eloísa, demasiado tarde se había dado cuenta de que la amaba, que se había enamorado de ella como un loco y ahora la había perdido por culpa de su carácter y de sus constantes reproches hacia ella.

5 de septiembre de 1958

Leo buscaba una esposa, aunque fuera por contrato él tenía que casarse a como, diera lugar de no hacerlo, él perdería su carrera como cantante, ya que en esos años la homosexualidad era algo que estaba prohibido por los prejuicios que existían en esos años. ¿Pero dónde encontraría una esposa a brevedad? Eso era muy fácil de solucionar su hermano Enrique le buscaba algunas admiradoras que él tenía por lo que rápidamente fue a casa de una admiradora era de ojos color miel pelo castaño que brillaba ella era fanática de Leo y conocerlo sería el sueño de su vida sin pensar que su vida sería una pesadilla, ya que él no era lo que parecía ser era alguien frívolo solamente le importaba su carrera no le importaba nadie más que transcender en su carrera inventándose un romance para que los reporteros lo dejaran en paz y dejaran inventar el falso rumor que él era homosexual...

Enrique inventaba una mentira para que Eloísa fuera a la casa de Leonardo, ella estaba emocionada, pero él sabía que su hermano estaba algo enfermo del corazón, por lo que aprovecharía esa enfermedad para poder chantajearla, al llegar ella veía maravillada la casa de su artista soñado esperándolo en la sala cuando el hermano de Leo va al despacho para decirle que estaba su futura esposa.

― Espero que ella sea linda, Enrique, de lo contrario― hablaba Leo un tanto furioso.

― Te encantara, hermano, ya lo verás ― le dijo Enrique sonriendo pícaramente.

― Eso espero quiero que ella sea linda para que así los malditos periodistas me dejen en paz con algo tan bochornoso ― dijo Leo cruzándose de brazos.

― Ella es una mujer muy sensual, se ve a simple vista ― le dijo Enrique sonriendo pícaramente.

Por lo que Leo sale del despacho para ir hacia la sala al verla se queda boquiabierto, su hermano tenía razón, ella era una chica que era fuego y sensualidad pura, pero también era una chica inocente y con un alma pura, cosa que él no conocía.

― Así que tú eres la Eloísa Henderson mi admiradora que deseaba conocerme ― dijo Leo sonriendo extendiendo su mano haciendo que ella se sintiera algo nerviosa.

― Hola ― saludaba Eloísa nerviosa.

― ¿Por qué tan nerviosa? No soy un lobo ni tú eres Caperucita ― le dijo Leo de vuelta haciendo que ella sonriera.

― Lo sé, solamente estaba ansiosa por conocer a mi artista preferido ― comentaba Eloísa.

― Qué tierna ― respondía Leo sonriendo.

Eloísa no sabía que más decir, ella estaba demasiado nerviosa, pero Leo se acerca y la abraza haciendo que ella se sintiera intimidada, pero a él no le importaba por lo que la quiso besar, pero ella se aparta.

― Lo siento, pero no puedo me tengo que ir ― dijo Eloísa mientras agarraba su bolsa para irse a casa, por lo que Leo fue tras ella.

― Tú no te vas de aquí preciosa ― dijo Leo sonriendo un tanto malicioso.

― Suélteme, solamente vine a conocerlo ― dijo ella un tanto inocente.

― Qué tierna, pero tú no te vas, al menos que quieras que le pase algo a tu hermano ― dijo Leo sonriendo burlonamente haciendo que Eloísa le tuviera miedo.

― ¿Cómo sabe de mi hermano? ― preguntaba Eloísa un tanto temerosa.

― Yo lo sé todo, si usted está dispuesta este matrimonio será por contrato, solamente estaríamos casados por 6 años consecutivos, solamente si me ayudas en algo ― dijo Leo alejándose de ella.

― ¿Te quiere usted de mí? ― preguntaba Eloísa de nuevo.

― Será algo fácil, quiero que seas mi esposa por contrato, únicamente tendrás que lucir ante las cámaras que estás muy enamorada de mí, será actuación, si aceptas yo pagare el tratamiento de tu hermano, no dejaría que nada le pasara ― hablaba Leo explicándole mientras que Eloísa estaba entre la espada y la pared no sabía qué hacer.

Por lo que después de meditarlo, ella acepta, estaba forzada a casarse por conveniencia, mientras que Leo estaba feliz porque ella aceptó ser su esposa por contrato, el plan había resultado pan comido, necesitaba asustarla y chantajearla para que ella aceptara ese plan.

― ¿Ya me puedo ir? ― preguntaba Eloísa un tanto enojada.

― Si puedes irte, pero mucho cuidado si intentas hacer algo, recuerda que puedes arrepentirte y pagarlo muy caro ― le dijo Leo mientras sonreía.

― De lo que me arrepiento es de conocerlo, es una persona ruin y despreciable ― soltaba Eloísa mientras agarraba su bolsa.

― No te equivoques, solamente busco mis intereses ― contesto Leo sonriendo.

Por lo que Eloísa se va mientras que él se mantenía firme mientras suspiraba pesadamente, le esperaba un infierno causado por el mismo.

Eloísa salió decepcionada de la casa, no se imaginaba que Leo fuera un ser tan mezquino, se lo imaginaba diferente, bien sabía que nada era lo que parecía al llegar a casa, ve a su hermano tomando su medicamento, él decía que estaba mejor, pero no era cierto por lo que ella se subió a su habitación pensando si aceptar la propuesta de Leo o ignorarlo, pero la salud de su hermano Logan estaba en juego ella era una inmigrante aún no tenía bien sus papeles en regla por lo que estaba en la espada y la pared.

Al día siguiente Leo fue a su estudio de grabación para grabar el tema para la primera parte del disco, estaba tomando agua cuando Eloísa le habla:

― Hola ― dijo Eloísa llamando la atención de Leo.

― Vaya no esperaba tu sorpresa ― respondía Leo sonriendo un poco mientras se acomodaba el saco.

― Acepto ― contesto Eloísa de repente sorprendiendo a Leo.

― ¿Qué? ― pregunta Leo un tanto desconcertado.

― Que acepto ser tu esposa Leonardo Rosas Guzmán ― contesto Eloísa mientras dejaba su bolsa en la mesa que estaba disponible. Haciendo que Leo sonriera al saber que ella había aceptado ser su esposa, por lo que él se acerca y la intenta besar, pero ella se aleja. ― Si acepto ser su esposa no es para que me beses, solo seremos esposos de papel ― le dijo Eloísa mientras que él rodaba los ojos.

― Claro, como digas, pero en público tú vas a mostrarte cariñosa, fingirás que me amas ¿Me entiendes? No puedo permitir que los periodistas piensen que te casaste conmigo por interés alguno ― le recrimino Leo de vuelta. ― Ah, y una cosa, si serás la esposa de Rosas, no puedo permitir que estés vestida como vagabunda ― le reprocho Leo mientras señalaba su atuendo haciendo que ella se enojara con él.

― ¿Qué te pasa? ― contesta Eloísa mientras ponía las manos a su cintura.

― Como esposa de un cantante tienes que vestir como tal, entiéndelo hermosa, serás la prometida de alguien muy famoso en la tarde, iremos a comprar todo lo que necesites, por lo tanto, quédate a esperarme ― le ordeno Leo mientras que Eloísa negaba con la cabeza.