Al fin estaba mostrando sus sentimientos, Eloísa miraba como aquellos dos hermanos se abrazaban, se sentía orgullosa de Leonardo, ella sabía que él no era mala persona, solo hacía falta que lo comprendieran y le dieran un poco de amor. ― Gracias por ser mi hermano, te prometo que saldré adelante, que seré fuerte ― le dijo Enrique haciendo que Leo solo sonriera un poco. ― Yo te prometo que estaré ahí para ti ― le contesto Leo sonriendo quitándose ambos las lágrimas que caían por sus mejillas. Más tarde, Leo toma de la mano a Eloísa para presentarle a Julissa, la religiosa que cuido de ellos en el orfanato. ― Ven Eloísa te presentaré con Julissa, ella nos cuidó cuando estábamos en el orfanato ― confeso Leo sonriendo un poco lo único bueno que había pasado, este había conocido a esa señora que amaba. ― Julissa ― le hablo Leo a la religiosa que había traído de Bolivia. ― Dime mi niño ¿Qué sucede? ― preguntaba Julissa sonando como una madre, ya que ella los quería como si fuera su hij
Logan se sentía culpable, pues en el fondo sabía que no podía estar bien con ella, ya que su enfermedad en el corazón era cruel tarde o temprano moriría, sin embargo, decide callar para que así no se preocupara más por su salud, pues no soportaría ver a su amada sufriendo más por él es algo que no se perdonaría nunca, por otro lado, Enrique bajo de su habitación encontrándose donde estaba Julissa quien estaba cantando una canción mientras estaba preparando el desayuno. ― Enrique, qué bueno que te levantas ― le contesto Julissa sonriendo. ― Hola ― dijo Enrique sentándose en la mesa. ― Te hice tu desayuno favorito ― le dijo Julissa con una sonrisa. ― No tengo hambre ― respondió Enrique agachando la mirada, la verdad no tenía ánimos de nada. ― Oh, vamos mi niño, tienes que desayunar anda, aunque sea un poco ― le contesto Julissa convenciendo a Enrique comiera, aunque fuera un poco, ella lo veía con ternura, pues veía aquel niño que corría hacia ella para pedir que leyera un cuento a
Por lo que Leo se mete a la oficina tomando el teléfono para llamar a Cesar, el encargado del lugar, para pedir un cambio de manager, pues él ya no pensaba trabajar más con Miranda Cosgrove mientras que Cesar estaba a punto de salir de su departamento cuando recibe una llamada. ― Bueno Leonardo, ¿Qué sucede? ― pregunta Cesar un tanto sorprendido. ― quiero hablar con usted ― le dijo Leo de vuelta. ― Llegaré al estudio en una hora ― le dijo Cesar de vuelta, por lo que Leo cuelga la llamada sacando un cigarrillo, ya que él tenía demasiado estrés por todo lo que estaba pasando. ― Leo yo ― dijo Alberto, por lo que Leo se pone de pie aun con el cigarrillo en la mano. ― Cállate Alberto, solo cállate ― respondió Leo furioso. ― Yo no sé cómo puedes estar enamorado de Miranda, no es más que una víbora ― respondió Leo de vuelta, por lo que Alberto solo se alza de hombros, la amaba tanto que no quería perderla. Mientras que Ana caminaba con Logan tomados de la mano cuando de pronto descubre
― ¡¡Hasta que dejes que en paz a Leo!! ¡¡No dejaré que sean felices!! ¡¡Así tenga que matarte Leonardo Rosas será mío!! ― gritaba Miranda fuera de control, pues ella quería matar a Eloísa para quedarse con su gran amor. ― ¡Ya déjame maldita gata! ― gritaba Eloísa desesperada luchando por quitarse de encima a Miranda que estaba fuera de sí, forcejeaban las dos peleando en la sala, pero ella estaba tan furiosa con la vida y sobre todo con la novia de Leo, ya que jamás pudo obtener su amor más solamente su odio, puesto que la abofetea tan fuerte haciendo que ella cayera inconsciente. Miranda la veía con asombro ¿Ahora que debía hacer? Por lo que asustada se levanta encima de ella tratando de moverla para despertarla, sin embargo, ella estaba como muerta, por lo que ella sale corriendo de la casa dejando la puerta abierta mientras que Leo estaba fumando cigarro tras cigarro por el altercado que había tenido con su manager esperaba a Cesar en el estudio hasta que al fin llega un tanto re
― Calma Eloísa, la ambulancia está en camino ― le dijo Logan tomando su mano por lo que ella no hablaba. ― No hables mi pequeña, solo mantiene tus ojos abiertos, no los cierres ― dijo Logan tomando su mano, por lo que ella solo lo miraba. Media hora más tarde la ambulancia al fin había llegado, por lo que Logan se sube con ella para trasladarla al hospital más cercano que había, sin embargo, Ana tenía que avisarle a Leo que su novia estaba en el hospital, aunque a decir verdad le tenía miedo al carácter de Leo, ya que sabía que era un hombre con un carácter muy fuerte y sobre todo algo arrebatado por lo que toma un taxi había mucho tráfico ella estaba desesperada tanto que le dice al chofer. ― ¿Es que acaso no puede ir un poco más rápido? Esto es una urgencia ― le respondió Ana un tanto furiosa. ― Lo siento señorita, pero no se puede llegar rápido a estas horas, hay demasiado tráfico por lo que Ana se recargaba en el asiento frustrado al ver que el carro no avanzaba nada. Puesto q
― Ya basta Logan, basta los dos de una maldita vez, dejen de pelear, es importante la salud de Eloísa, no sus malditas peleas ― respondió Ana furiosa, por lo que Logan y Leo se quedaron callados, por lo que Leo se fue afuera del hospital a fumar otro cigarro aquello lo estaba manteniendo con los nervios de punta. Por lo que Logan estaba recargado en la pared viendo si algún doctor salía, mientras que Leo solo estaba fumando cigarro tras cigarro hasta que el doctor salió con su tablero. ― ¿Familiares de la señorita Eloísa Hender son? ― pregunto el doctor por lo que Logan y Leo se acercan. ― Yo soy su esposo ― dijo Leo haciendo que Logan rodara los ojos fastidiados. ― Y yo soy su hermano ― respondió Logan cruzándose de brazos. ― Eloísa está fuera de peligro, se había desmayado por los golpes que había recibido en la cara, estará una noche en observación, ella tiene que estar en reposo absoluto dado que sufrió un ataque epiléptico ― dijo el doctor haciendo que Leo solo se pasara la
― A arreglar un asunto ― respondió Leo de vuelta haciendo que Logan negara con la cabeza, pues él no le diría a donde fue realmente. Por lo que Logan decide dejarlo solo en estos momentos no era recomendable hablarle, pues sabía que Leo estaba demasiado furioso por lo que Miranda le había hecho a Eloísa. Mientras que Miranda se curaba el golpe que le había dado Leonardo cuando fue a su casa maldiciéndolo a cada instante lo odiaba tanto que quería matarlo o bien hacerlo sufrir hasta que él rogara de rodillas, buscaba sus dulces desesperadamente para poderse tranquilizar por lo que agarra una copa de vino y vierte el sobre blanco dentro de esa copa y servirse el vino sin antes tomar el teléfono y llamar a Marcos. ― ¿Diga? ― pregunto Marcos al otro lado de la línea. ― Quiero que vengas en este mismo instante ― le respondió Miranda al otro lado de la línea. ― ¿Para qué Preciosa? ― pregunta Marcos sonriendo con un poco de picardía. ― Necesito más polvo y solo tú me lo puedes co
― ¿Qué estás diciendo? ― pregunto Logan un tanto sorprendido, pues no creía que eso fuera hacer cierto. ― Lo que escuchaste Logan Eloísa vivirá en mi casa, no es seguro que esté en tu casa ― respondió Leo tajantemente. ― Detén el maldito auto Leonardo ― contesto Logan furioso. ― Ahora resulta que vas a decidir sobre la vida de mi hermana ¿No es así? ― preguntaba Logan furioso al ver que Leo se comportaba el mismo ser autoritario que solía ser. ― No estoy decidiendo sobre nadie, simplemente veo por la seguridad de Eloísa ― respondió Leo de manera tajante, por lo que Logan niega con la cabeza, pues se negaba rotundamente que su hermana se quedara con él. ― Maravilloso, ahora me pondrás niñera ― respondió Logan furioso soltando un golpe haciendo que él negara con la cabeza. ― Ve la situación en la que estamos Logan ¡Yo ya te dije que no es seguro que ella esté ahí, tú vas a trabajar al igual que Ana! ¡No me arriesgaré que Eloísa se quede sola! ― respondió Leo de manera tajante. ― S