Travis se tensa con enojo a mi lado y se dirige hacia Beverly, pero lo detengo, sacudiendo la cabeza. Resopla de fastidio. Beverly no vale la pena y es tan superficial como Kian. No le hago caso a lo que dijo porque sé que eso no es quien soy. En su lugar, me giro para mirar a Kian, que sigue de pie en el mismo lugar, los puños apretados y los hombros caídos.

Con una sonrisa, le digo: "¿Puedes sacar a tu perra ladradora de mi camino, por favor?".

Beverly se enfada, pero antes de que pueda tocarme, Kian la sujeta por la cintura y la saca del camino. Ella continúa furiosa. Miro fijamente a Kian a los ojos de nuevo, sin que él apartara la mirada.

"No firmar esos papeles no cambiará nada, Kian, pero hacerlo nos ahorrará a todos situaciones como esta. Espero no volver a encontrarte".

No espero su respuesta, en cambio los dejo a ambos de pie, dejando que Travis me guíe de vuelta a la parte principal del restaurante. Allí, tomamos nuestras cosas y nos vamos a su auto. Perdí el apetito en el m