Estoy acostada en el césped y respiro aire fresco mientras escucho la canción “Hey Mama”. Puedo sentir los rayos del sol en todo el cuerpo, siento como entran por mis poros y cierro los ojos, de repente me arrebatan los auriculares, me quejo y aún sigo muy relajado sin percatarme completamente de lo que sucede.— ¡Maldita! ¿Dónde estabas? —Abro los ojos desorientada, ¿Qué le pasa ahora? ¿Que hice? me quito las gafas y veo a Brayiam rojo de la furia y con el ceño fruncido.— ¿De qué hablas? —Le pregunto confundida y caigo en cuenta de lo que me dijo — ¡Maldito eres tu imbécil! —digo y lo empujo, tomo mis cosas y las guardo en el bolso.— ¿Dónde estabas? —me pregunta furioso y camina hacia mí, me está dando miedo.— ¿De qué me hablas? —lo miro enojada.— ¡No me mientas, me dijeron que te vieron salir con un bolso! —Me toma fuerte de los brazos y me va a golpear, cierro los ojos con fuerza, me tira y caigo en el césped, veo que viene lleno de ira hacia mí. — ¿Me quieres dejar? —Su actit
— ¿¡Todo está bien!? —susurro, pero suena más como una pregunta que como una afirmación, me besa en los labios delicadamente.—Todo va a estar bien —lo miro y me da miedo, ¿Cómo alguien puede tener cambios de personalidad tan rápido? Me abraza. —Entremos ¿sí? —dice pero no contesto nada, lo miro con asco. Lo abofeteo fuerte, de su labio sale sangre, me mira y lo vuelvo a abofetear.— ¡Estas enfermo! —le grito, me mira, yo lo miro sería y me abraza.—Ya paso, todo está bien —me susurra, me separo de él y trata de abrazarme.—Esto no te lo voy a perdonar Brayiam Grosbfiab —le aseguro y lo miro a los ojos, miro mi bolsa, la recojo y tiro las cosas en sus pies para que las mire. —Según tú me voy a largar de aquí con un libro, un bloqueador, unas gafas, una toalla y un mp3, dime ¿Quién te dijo? Déjame adivinar, fue María ¡qué rareza! —río sarcástica —cuando te vas a dar cuenta que no es buena y lo único que quiere es causar distancia y odio entre nosotros y lo está logrando cada vez más —
Me pongo de espalda y tomo mi ropa interior, Brayiam sigue acostado desnudo mirándome fijamente, trato de no mirarlo porque sé que me pondría roja.—Eso estuvo increíble ¿podríamos repetir? —me mira deseoso, tomo mi ropa interior, me volteo hacia él y se muerde el labio.—Eso estuvo mal y no volverá a pasar —digo segura ¿cómo pude hacerlo? Soy una puta, pienso.— ¿Por qué no? —me pregunta y mira molesto, frunce el ceño esperando mi respuesta.— ¿Por qué? —Repito su pregunta y niego —Porque eres una persona descarada ¿crees que todo lo que me hiciste se va a solucionar con un revolcón? —Me río sarcástica —pensé que tenías más cerebro —lo fulmino con la mirada.— ¡Te pedí disculpas! —Dice como si eso bastara y ruedo los ojos. —Además no volverá a pasar, te lo juro, desde ahora confiaré más en ti —me acerco a él para verlo directamente a los ojos. —Si prometes que vas a ser mi mujer cuantas veces lo quiera, así como ahora, sin parar hasta estar agotados —yo lo miro incrédula y me pregunt
Escucho un helicóptero, me imagino que Brayiam ya llegó. Término de arreglarme, me pongo unos jeans ajustados, una blusa pegada al cuerpo y unos tacones, me veo bastante bien. Quiero impresionarlo, no quiero que piense que algo está mal. Bajo las escaleras y veo que abraza a Nana, ella se ve feliz de verlo, lo quiere como un hijo y no entiendo ¿por qué? si es tan malo.—Señor me alegra que este aquí —yo sonrío al ver esa imagen, Nana es muy amorosa, a mí me trata como si fuera su hija, pero con el simplemente es diferente.—Yo también —la suelta y la mira seria. — ¿Mi mujer dónde está? —dice preocupado y ansioso y veo al perro que sale corriendo hacia afuera ¿a este que le paso? Nana me señala, el voltea a las escaleras y me mira a los ojos fijamente, tienen un brillo y una intensidad que me hace sonrojar, bajo las escaleras y camino hacia él, y de repente aparece María, me empuja, se mete en la mitad y lo abraza... Como la odio. Mientras que Brayiam no estaba se creía la reina, la se
Se acerca tanto que me intimida, las puertas se abren y entramos a la habitación, lo veo haciendo llamadas y yo entro al baño, me ducho y me envuelvo en una toalla, luego me pongo la ropa interior y una bata de baño, voy al refrigerador y saco una botella de champán, la abro y me sirvo, necesito pensar con cabeza fría y no hacer ninguna estupidez. Trato de calmarme, tengo que saber cómo mover las fichas a mi favor. Veo que Brayiam entra al baño y yo salgo a la terraza. Miro los rascacielos mientras bebo un sorbo de champan de mi copa. Dios ¿Qué hago aquí? ¿Qué hago con Brayiam? ¿Qué hago con mis sentimientos? ¿Hasta cuándo voy a seguir con esta farsa? ¿Hasta cuándo viviré esta vida? Bebo nuevamente de mi copa y siento unas manos en mi cintura, y un peso en mi espalda, veo a Brayiam detrás de mí, está apoyado en mi hombro.— ¿En qué piensas? —susurra en mi oído y bebo un sorbo de champán. Como puede ser tan bipolar, pienso —me das —le paso mi copa y suspiro.—Es muy bonito este país —
Acaricia mi cuerpo y va bajando a mi trasero. Esto no puede ser, pienso.— ¿Qué haces Brayiam? ¿Qué te hace pensar que nos vamos a revolcar? —me alejo pero me acerca a él a la fuerza y suelto un grito.—Cerremos el trato de esta manera —me besa pero no me convence, aunque me dejo llevar por sus caricias***La veo dormida, después de todo debe estar cansada, hubo mucha acción. Estuve con ella hasta que me canse, más bien hasta que ella se durmió. La dejé agotada. Si fuera por mí, aún seguiríamos con la faena, nunca obtengo suficiente de ella. Es tan bella que me encanta observarla. Tiene el rostro de un ángel, es tan bella que no parece real.—No te vas a ir de mi lado jamás —susurro en su oído, se remueve y sonrío. —Eres mía y de nadie más… —digo firme y beso su espalda —Aunque él y el mundo quiera separarnos jamás te irás de mi lado —le aseguro y ella suspira.Tocan la puerta. Me levanto de la cama, me pongo unos bóxer, abro la puerta y es el perro.—Te tardaste —digo molesto y cier
—Brayiam por favor —agarro su mano. —Suéltame… me lo prometiste —me mira y cierra los ojos, me suelta y lo miro. — ¿¡Qué carajo te pasa!? Eres un idiota —digo frustrada.— ¡Estabas coqueteando con él! —se queja y me mira mal, ¿qué puto problema tiene?— ¡Tú sabes porque lo hice! —lo miro sería — ¡por ti! —susurro y me mira sorprendido ante mis palabras. — ¡Porque no te das cuenta! —Cierro los ojos, los abro y lo miro. —Eres un desagradecido —susurro y pongo mi cara de víctima.—Lo siento —se me acerca y me alejo. —Muñeca ven, hablemos —entro al baño y le cierro la puerta en la cara.Sonrío. Es un idiota si cree que eso me intimida o que le tengo miedo. Cree que en realidad me importa y que puedo llegar a enamorarme de él, yo ya me enamore y solo alguien me importa ahora. Brayiam me vale mierda. Respiro profundo —todo esto lo vale Michel, todo —susurro y me miro en el espejo. Tomo la ropa y me visto — ¿quién se cree esa mierda? Cree que puede venir a insultarme y a faltarme el respeto,
-¡Ya me tienen harto las dos! - grito desesperado y trató de controlarme -me sacan de quicio - miró a Michel y ella me mantiene la mirada igual de molesta que yo.- ¡de quicio! ¡no me digas! - grita sarcástica, se ríe y la miró esta roja enojada de la rabia pero me vale mierda- quieres o no vas a tener que aceptar a María no como una sirvienta si no como un miembro más de la familia y respetarla - Me mira y rueda los ojos y niega -¡No te confundas grosbfiab ella y yo no somos iguales! - dice con desprecio y la mira con asco y me mira furiosa- a mi no me vas a obligar a tratar a esta zorra! porque no es mas que tu zorra - dice decidida y me grita y camina hacia a mi. no estoy dispuesto a aceptar sus berrinches-¡Ya callate! .- la grito y no se a distancia ni de mueve un centímetro y yo mira a los ojos, esos ojos verdes jade me mira con furia y yo mira con superioridad y la miro y aprieto los puños- yo nací en cuna de oro y así me tratas y me trataré y esta dudó que haya sabido que