Tenemos que hablarMe paré en la cama esperando a que James dijera algo, pero al parecer estaba muy nervioso.—¿Crees que es el momento de hablar, James? Estoy alcoholizada, así que dudo que me acuerde de algo mañana.—Es que... —Se pasa la mano por la cabeza—. Tengo que explicarte las cosas. No quiero que pienses cosas que no son.—¿Y cómo son las cosas, James? ¡Estás casado!—Legalmente, pero María y yo hace mucho que no estamos juntos —se acerca a mí y toma mis mejillas—. Entiéndelo, yo no estoy con ella, por favor.Me suelto de su agarre y camino por toda la habitación buscando algo, pero no sé qué.—James, no sé, esto es muy complicado —miro hacia la ventana y siento cómo unos brazos me rodean la cintura.—Déjame explicarte cómo fueron las cosas —este corre mi cabello a un lado, dejando al descubierto mi cuello, y empieza a dar besos en él, pequeños chupetones que hacen que todo mi cuerpo se vuelva una gelatina. Inclino mi cabeza a un lado para que tenga mejor acceso y, con mi man
Oh, Dios mío, su esposa abortó a su propio hijo. ¿Qué persona está tan mal como para hacer eso? Una lágrima cae del rostro de James, y al verlo tan vulnerable, corro y lo abrazo con fuerza, como si quisiera que supiera que estoy ahí para él. James corresponde a mi abrazo, rodeando mi cintura con sus brazos.—Lo siento tanto, James —digo en su oído, mientras acaricio suavemente su espalda.—Más lo siento yo... No pude proteger a mi propio hijo.—¿Y qué pasó cuando eso ocurrió?—Me fui. No soportaba su presencia. Cada vez que la veía, era como ver a la asesina de mi hijo. Ella intentó arreglar las cosas, pero el daño ya estaba hecho.—James, lo siento. Yo debí escucharte... Soy una tonta —agacho la cabeza, apenada, pero él la levanta y me mira a los ojos.—No te disculpes, Rose. Tú no sabías, y te juro que yo también hubiera actuado así —le doy otro abrazo, pero en ese momento entra mi madre.—Buenas tardes —me separo de golpe de James y veo cómo él se empieza a poner nervioso.—Señora,
Esto tiene que ser una m*****a broma. ¿Yo, casarme con ese hombre que ni siquiera conozco?—Papá, esto tiene que ser una broma, ¿verdad? —Lo miro incrédula, y mi madre lo mira horrorizada.—Hija, no es una broma —niego con la cabeza repetidas veces.—¡No, ni loca! —Mi padre me fulmina con la mirada.—Hija, lo hago por tu bien.—¿Por mi bien? Lo haces solo para tus malditos negocios. —Este toma mi brazo con fuerza.—Cuida tus palabras, Rose —aprieta fuerte, y yo suelto un quejido.—¡Robert, la lastimas! —dice mi madre horrorizada. Este me suelta, y veo la terrible marca de sus dedos en mi piel. Él mira la marca también, y puedo ver en su cara el arrepentimiento.—Hija, yo... —Lo miro con rabia y odio.—Animal —tomo mi bolso y salgo disparada del lugar sin importar los gritos de mi padre. James sale corriendo detrás de mí, y cuando ya estoy afuera, me tiro a sus brazos y comienzo a llorar.—Hey, preciosa, ¿qué pasó? —James me pega más a su cuerpo.—James, me quieren obligar a casarme. —S
Me levanto con un fuerte dolor de cabeza y algo desorientada. Empiezo a abrir mis ojos lentamente y quedo sorprendida al ver el lugar en donde me encuentro. Esto parece un sótano vacío, solo tiene la cama y una jarra de agua. Cuando intento pararme, algo me detiene y, al observar qué es, me doy cuenta de que tengo una cadena amarrada al pie. Escucho cómo alguien abre la puerta y, al ver quién es, mis nervios aumentan al 100%.—Veo que ya despertaste —Thom se acerca a mí con una sonrisa malvada, haciendo que todos los vellos de mi cuerpo se ericen.—¿Qué quieren? ¡Déjame ir! —digo con voz temblorosa mientras él queda frente a mí y acaricia mi mejilla.—Eso no podrá ser, Rose. Tu padre tiene que pagar por lo que hizo.—Él no hizo nada, solo no aceptó entrar en el negocio —Él se ríe, y la verdad, no entiendo el chiste.—¿Eso te dijo el imbécil? —Frunzo el ceño cuando Thom me dice eso - Ay, querida Rose, siempre tan inocente. Pero tranquila, pronto alguien te dirá la clase de padre que tie
Siento cómo mi mundo se detiene en fracción de segundos, cómo mi corazón deja de latir y cómo, poco a poco, mi vida se desmorona. Solo logro escuchar sollozos y gritos, pero no reacciono hasta que siento varias lágrimas correr por mis mejillas.—¡Eso no es verdad! —Cuando reacciono, él me mira.—El maldito de Jack me llamó y me lo confirmó—. No, no... Salgo dando un portazo mientras me dirijo al jardín y comienzo a destruir todo lo que encuentro. Mi pequeña, no te pude proteger, lo siento tanto.—James, cálmate—. La voz de Carol hace que me controle. Al verla, noto que tiene los ojos rojos, pero emana paz - James, ella no está muerta.—¡¿Cómo lo sabes?!—Sé que sonará loco, pero la siento. Sé que ella no está muerta, James, no te puedes rendir. Tienes que buscarla hasta encontrarla —dice desesperada.—¡Carol, murió! ¡¿Qué no entiendes?!—¡No! Ella está viva —dice sollozando.—Carol, sé que es duro para ti, pero debes ser fuerte. Para mí también lo es.—Era mi mejor amiga —solloza tapán
Un año despuésHa pasado un año desde que llegué a esta enorme mansión por culpa de mi padre. Todavía recuerdo el día en que llegué; los primeros meses fueron horribles. Después de esa terrible golpiza que me dio Jack, al parecer se sintió tan mal que nunca más volvió a hacerlo. Ahora me trata mejor: es cariñoso y amable, pero por más intentos que ha hecho para enamorarme, nunca lo ha logrado. El matrimonio no se dio; él me dijo que no me obligaría, pero que delante de la sociedad yo sería su mujer, y así ha sido durante todo este tiempo. Siempre me ha presentado como su esposa. De mi familia, solo sé que mi madre murió de pena moral, y fue un golpe muy fuerte para mí. Mi estado de salud es difícil: después de la muerte de mamá, caí en depresión, así que no me alimentaba. Por más que Jack y Thom me rogaban, no lo hacía, así que ahora sufro de un trastorno alimenticio. Bajé 15 kilos en solo 4 meses, y ahora estoy pesando 36 kilos, lo cual es peligroso. Pero mi vida es tan horrible que,
Me levanto temprano para darme una ducha. Hoy voy a ir a trabajar con Jack, ya que él necesita una secretaria de confianza y, como supuestamente ya me gané su confianza, me contrató. Así podré estar más cerca de James. Me doy una ducha y me maquillo para después ponerme lo que pensaba usar hoy.- Hola, amor. - Entra Jack vestido con su perfecto traje gris, toma mi cintura y me atrae a su cuerpo para después darme un casto beso.- Hola, guapo. - Odiaba tener que llamarlo así.- ¿Estás lista?- Sí, vamos. - Toma mi mano y nos encaminamos a la oficina donde tapa sus malos negocios, porque Jack, aparte de ser narco, tiene una empresa de construcción. Por eso no tengo ni idea de cómo llegó James a ese lugar.Al llegar, saludamos a todos y Jack me mostró mi oficina, que era muy espaciosa.- ¿Te gusta? - Dice Jack detrás de mí.- Sí, es muy linda. - Jack pega mi espalda a su pecho y con sus manos comienza a acariciar mis caderas.- ¿Por qué no la estrenamos? - Cuando dice eso, siento cómo tod
Salgo como alma que lleva el diablo de la habitación de mi padre, pero antes de decirle algo a Jack pienso que es mejor no alterar a mi padre, así que decido esperar a estar en casa para enfrentar a Jack. Me trago todo el dolor que siento en ese momento y me dirijo hacia donde está él.- ¿Nos podemos ir? - le digo sin mirarlo.- ¿Pasó algo?- Solo me quiero ir. - Él asiente y sube al carro. Durante todo el recorrido pienso en las millones de maneras de matar a Jack hasta que llegamos a casa. Al entrar por la puerta, no lo pienso más y le estampo un puño en la cara, sin importar el dolor de mi mano.- ¡¿Pero qué mierdas te pasa, Rose?!- ¡Eres un infeliz, mataste a mi madre! - Él se pone pálido y su mirada me confirma que lo hizo - ¡Hijo de puta! - Me lanzo sobre él y comienzo a golpearlo.- ¡Basta, Rose! - Él, con un gran movimiento, me tira al suelo.- ¡Te odio, te aborrezco, me das asco! - Le grito con ira.- ¡Ya cállate! - Me da una cachetada, pero a mí no me importa.- ¿Pensaste qu