Capítulo 17

Capítulo 17Damon escuchaba la risa de su pequeño omega como si fuese una dulce melodía que lo cautivaba en todo lo que hacía o con cada pequeña mirada. Desde que Dylan había caído en coma se había hecho el mismo cargo de Jacob para entretenerlo en su casa.Por suerte sus padres no habían estado en contra de eso por lo que todo estaba a su favor. El niño al parecer tenía una especie de miedo hacia su persona lo que le hacía pensar que como sería el futuro de ellos juntos.Estaba consciente de que apenas tenía diez años de vida y que le gustaba un niño de tres años más que cualquier cosa. Ahora que Dylan había despertado hace rato no quería dejarlo ir, pero debía de hacerlo o si no iba a morir lo antes posible con lo que sus padres le habían dicho.No quería dejar a Jacob cuando cumpliera los dieciséis o quince y tuviese que irse a estudiar a otro lado.— Ven, Jacob — lo llamó, sacando al menor de su burbuja de juegos — Es hora de volver con

Capítulo 18

Capítulo 18Literalmente Dylan estaba tratando de dormir durante doce horas seguidas ese día, pero era imposible con los dedos de Jared haciendo un camino por toda su espalda como si no encontrara nada mejor que hacer.Soltó un bufido lleno de desesperación por la forma en la que Jared seguía moviendo sus dedos hasta que por fin llegó a su trasero y apretarlo con algo de fuerza por encima de las sabanas y de su ropa interior.— ¿No me dejaras dormir? — abrió un ojo para mirar como este negaba — Solo un poquito y nada más.— No — negó otra vez con la cabeza — Tenemos un largo día de trabajo con la fiesta de cumpleaños de los bebés y no queremos que Oliver rompa algo más solo porque no tiene lo que quiere.— En eso tienes razón — abrió el otro ojo — Ahora quita la mano, Jared.— No — negó con la cabeza como si fuese un niño pequeño — Tenemos dos horas hasta que por fin podamos hacer las cosas de la fiesta.— ¿Es en serio? — Entr

Capítulo 19

Capítulo 19Una semana despuésDylan se movía de un lado a otro por la sala con Oliver en sus brazos, la desesperación que sentía en su cuerpo no era nada comparado con lo que alguna vez hubiese sentido en su vida. No quería pensar en nada más que no fuese en tener a su hijo con él otra vez.Oliver no había parado de llorar por las noches al no tener a su hermano con él o cerca de él, por lo que el médico que había atendido su parto le había dado unos calmantes para dormir aunque fuese algunas horas, porque cuando se despertaba era la misma rutina de siempre.En cambio Jared, hacía todo lo posible por saber dónde tenían a su hijo metido o quién lo tenía. Pero sobre todo porque se lo llevaron el mismo día de su cumpleaños.— No le des más vuelta al asunto, Jared — Alexander lo agarró del brazo — Tus padres tienen que ver en esto, y estoy seguro de que la arpía de Andrea también está metida en esto — levantó la mano para callarlo — No me digas que no

Capítulo 20

Capítulo 20En el carro en el cual iba Noah estaba en un silencio sepulcral. Lo único que se escuchaba era la respiración del chico que lo cargaba y también la de los dos hombres que estaban en los asientos delanteros.Tenía un chupete en los labios, el cual lo había sacado el niño que lo tenía en brazos. Lo único que podía ver eran árboles y hombres parados en cada esquina del terreno, era muy bonito, así como lo era el terreno de sus padres.Las caricias que el niño desconocido le daba a su cabello le hacían perder el conocimiento por breves minutos hasta que volvía abrir los ojos de golpe.— ¿Qué harás con él, papá? — preguntó Ian, sin dejar de acariciar el cabello de Noah.— No sé, pero por el momento se quedará con nosotros en la casa y tú te harás cargo de él — informó Joseph, y su hijo lo miró sin entender — El padre de ese niño y yo no nos llevamos para nada bien y ese niño es el trato perfecto para hacer una ofrenda de paz.

Capítulo 21

Capítulo 21 La forma en la cual las cosas se estaban dando en ese momento no era las que Jared esperaba, para nada que lo era. Sus hombres estaban confundidos igual que él al no recibir el recibimiento que esperaban cuando llegaron a la propiedad.Se bajó de su camioneta y caminó hacia la entrada de la casa donde estaba Joseph parado con una sonrisa burlona.— No era necesario que viniera con todo tu armamento, Jared — rodó los ojos con diversión — Solo hablaremos y eso sería todo.— ¿Dónde está mi hijo? — Ignoró las palabras que dijo Joseph — Sólo vengo por él y todo estará saldado...— No tan fácil, querido Jared — negó, con la cabeza — Vamos a conversar tú y yo solos sin la presencia de alguien más — señaló a Alexander — Tenemos que tratar ciertos puntos que estoy seguro que están pasando ahora mismo por tu cabeza.Jared asintió, le dio instrucciones a sus hombres de que si no salía en una hora podían atacar sin importar quien sa

Epílogo

Años y más años habían pasado desde que Dylan y Jared estaban juntos, no estaban casados y eso era algo totalmente absurdo para ellos. No es que Jared no quisiese casarse con Dylan por todas las de la leí, era que el menor era un caso perdido en todas las de la leí con eso del matrimonio.

Sinopsis

Dylan McDaniel, a la edad de diez años empezó a experimentar las consecuencias de ser pobre y lamentablemente a la edad de trece se dio cuenta de que era un omega.Su martirio comenzó de un día para otro cuando su familia de la nada comenzó a quedar

Capítulo 1

Capítulo 1Con una pequeña sonrisa, tomó entre sus brazos a su hermano pequeño. Le gustaba ver esa sonrisa en él, aunque sea por unos minutos antes de irse a trabajar, como de costumbre.Sólo esperaba que esa noche alguien que no fueran a tocarlo de una manera asquerosa. Ya su jefe le había dicho que tenía que estar tranquilo y sereno con los clientes, y que si recibía otra queja por parte de ellos, estaría despedido de por vida.No es que deseara estar en ese empleo, todo lo contrario. Odia el trabajo con todo su corazón, pero lamentablemente no puede hacer mucho con lo que gana en un lugar de comida rápida. Lo que más le aterraba era entregar algo que pensaba que sería de su alfa, de alguien que él mismo decidiera darle su virginidad el día de su boda o de una forma especial como decía su madre, que merecía ser tratado de forma dulce cuando decidiera perderla, pero no de la forma en la cual escuchaba a sus compañeros de trabajo quejarse o reír