Ellos se traicionan entre sí.

“He pensado mucho y he decidido que a partir de hoy, a todos los hombres lobo se les quitarán los microchips, y en ningún lugar se solicitará que se indique que son humanos o hombres lobo. Eso es algo que nunca debimos haber legalizado. Solicito al público que siga mostrando apoyo a quienes han sido agraviados. Seguiremos viviendo juntos en paz y unidad. Eso es lo que representa nuestro país y eso es lo que yo defiendo. Demostremos a quienes se tomaron la responsabilidad de cazar hombres lobo que somos mejores que eso…”.

“¿Qué hiciste?”, me pregunta Sebastián mientras Atticus silba y se pasa los dedos por el pelo.

“No te pongas tan feliz. Me gustaría ver que se apruebe el proyecto de ley oficial primero”.

“Modesto de verdad. Pensé que podrías matar al presidente y hacer que pareciera un accidente”, dice Atticus.

“Esa era la opción B”. Me aparto de la pared, dejándolos sin palabras mientras salgo de la habitación.

‘Creo que lo hemos logrado’, le digo