Oriel Moreau. Niego a lo que dice Beck, después de un mes en el que ya no nos hablábamos más que por la consulta, Jade terminó por mudarse de casa y ahora Beck me está diciendo algo que no me creo. — ¿Estás seguro de lo que estás diciendo? Esto es grave, Beck, lo que dices es un asunto grave — suspira y asiente. — Yo mismo la escuche, estaba hablando con tu madre, le dijo que ya se había alejado de ti, que la dejara en paz, encima de que no iba a firmar nada porque ya había firmado un acuerdo de bienes contigo, algo que no ha pasado, no soy sordo, Oriel — me desordeno el cabello suspirando por completo — ¿No te parece raro? — pregunta y niego — Sabes muy bien que tu madre cambió demasiado después del accidente, o como dijo ese abogado ese día, puede que ella no sea tu madre, que si haya muerto junto a tu hermano mayor — me levanto de la silla para mirar hacia la ventana. — Beck… es mucha información — sé que se levanta. — ¿Es mucha información? O simplemente no quieres aceptar que
Jade McCain.Observo todo el cobertizo y sonrío al ver la pintura que he terminado frente a mí, una hermosa pintura de dos niños, una niña y un niño tomados de la mano caminando por un campo lleno de flores amarillas, algo muy igual a mi sueño. Me estiro en la silla y me levanto poniendo una mano en mi espalda, mi vientre ha crecido ahora que estoy por el séptimo mes, ya entrando al tercer trimestre, por lo que falta poco para dar a luz a los gemelos, aunque aun no se confirman que serán.Aun así, les he comprado ropitas de colores neutros en caso de que tenga que esperar a que nazcan y no se haya revelado los géneros de lo bebés. Escucho el timbre de la casa y salgo a ver, Olivia se encontraba en clases, después de año nuevo se mudó conmigo, pero los fines de semanas se queda con Oriel.Y hablando del rubio, lo veo frente a mi puerta, lo miro por un segundo y lo dejo pasar sin decir nada, esta era la primera vez que me visitaba desde que me mudé hace 3 meses, me siento en el sofá y h
Oriel Moreau.Me separo de sus labios y quito una gota de lágrimas que deje escapar, la miro un poco más con sus ojos cerrados y me alejo limpiando mis ojos.— Regresemos — no la miro, pero sé que me sigue a paso lento, entramos y nos volvemos a sentar, uno a lado del otro, Beck me mira, pero no hago nada, ella vuelve a leer el papel y siento mi corazón romperse dentro de mi pecho. Regresa la carpeta como si hubiera leído todo, solo asiente y el abogado se levanta abriendo las carpetas.— Firmen aquí y aquí, y estarán divorciados, se le dará una casa donde vivir y la custodia será compartida, así que no hay pensión, encima de que se le dará un porcentaje a la señorita McCain de la empresa y los millones, encima de que la mansión en Francia queda a su nombre como dicta el testamento — ella simplemente firma el documento sin protestar nada como creí que lo haría cuando no quiso tener nada de la herencia, pero yo no quiero que se quede sin nada, miro el documento un momento y ya no puedo
Beck Logan.Verano, dos años atrás.Creí que regresaría a Los Ángeles cuando me aburriera de Nueva York, pero mi hermano insistió en que volviera, lo que una vez fue el hogar de nuestros padres, se había vuelto el infierno para mí, pero si mi mejor amigo me necesitaba, yo tenía que estar ahí para él, justo ahora estoy parado delante un montón de hombres en trajes, algunas mujeres, incluso una me ha llamado la atención, la mujer parada tras de Oriel.Pero claro, no podría meterme con esa mujer cuando a lengua sé que mi amigo está loco por ella, después de esa reunión, no creí que Byron, mi hermano menor, terminara por mandarme a una cita a ciega cuando había quedado con Oriel para hablar de la empresa y el puesto que me había entregado en bandeja de oro, razón por la que había regresado. Lo que hace uno por la familia después de 15 años sin vernos— No pensé que mi cita de hoy fuera la adorada secretaria de mi amigo — la veo sonreír de cierta manera, aunque fui un idiota esta mañana, e
Beck Logan.Lo que ya yo dudaba y acertaba, se cumplía y solo podía estar feliz por él.— Te lo dije, yo sabía que esa niña es tu hija — me levanto de la silla celebrando, lo miro — Vaya, tengo una sobrina — se río un poco cruzándose de brazos.— Dudo que ella te considere su tío — lo miro serio, me siento y me cruzo de piernas algo molesto — Aun no he hablado con Jade sobre la herencia que dejó mi abuelo y de la cual tengo que tomar lo antes posible antes de ver que no ha quedado nada de lo que dejó mi abuelo — levanto la mano esperando hablar y parece que es mi turno.— Tienes que seguir casado con Jade, lo cual no es posible ya que están divorciados, así que no puedes obtener la herencia porque claramente has roto una regla que dejó tu abuelo, y no, no se puede hacer lo que quieras porque son las reglas — me mira y maldice, no mentía para nada, las cosas son así.— Eso no es nada bueno — se queja y asiento, claro que no es nada bueno, para nada bueno — ¿No hay otra manera? — pregun
Beck Logan.Tres meses después.Me encontraba tranquilo en mi oficina cuando de pronto entra el secretario suplente de Andrews, ya que está de permiso de paternidad por unos 6 meses más, lo que me toca tener a un secretario algo torpe cuando pude pedir una secretaria, pero viendo la situación, no lo quise considerar y solo acepté al secretario, pero no esperaba que llegara de pronto Jade y yo me encontrara en una situación en la que se podía malinterpretar de manera rápida y sencilla.— Oye, Beck… — se queda helado de pronto al verme a mí en la silla con mi secretario suplente tomándome de la corbata encima de mí, vi que el rostro de ella se puso por completo rojo de vergüenza, yo también estaba con vergüenza, como era posible que me viera así — Creo que… volveré en otro momento — se da la vuelta y se va, empujo al secretario para levantarme y salir de la oficina, pero para cuando quise detenerla, ya se había ido como se fue, una verdadera incomodidad para ambos.Solo esperaba que no
Oriel Moreau.— ¡¿Qué?! — pregunto levantándome de la silla, Beck mira a otro lado pensativo, como si no debió haberme dicho todo lo que le dijo Jade hace una semana, no sabía que estuviera tanto tiempo sin decírmelo, me mira y se pone serio.— Tu madre fue la que hizo que ustedes se divorciaran, estaba en constante contacto con Jade y la tenía tan amenazada hasta con matar a su madre y quitarle todas las pertenencias si no se divorciaba de ti, prácticamente logró lo que hace unos años no había logrado, y ahora que no tiene nada de dinero, puede hacerle algo a Jade, ¿No crees? — se explica de una manera tan rápida que no me dejó responder al ver que la puerta de la oficina es tocada y abierta enseguida por Olivia, tras de ella la seguían los guardias.Levanto mi mano deteniendo a los guardias de tomarla y llevársela, supongo que se me había olvidado por completo en autorizar el ingreso de mi propia hija, me acerco con rapidez a Olivia viendo que trata de respirar con calma alguna.— ¿
Jade McCain.Abro los ojos mirando el techo blanco de la habitación, no recuerdo lo que pasó, solo sé que escuche un llanto y ya nada. Intento sentarme, pero me duele el vientre bajo, observo un poco la habitación privada y me encuentro con la escena de Oriel cargando a un bebé, mis sentimientos se revuelven dentro de mi pecho al ver como lo pasea por la habitación, miro a mi lado encontrando al otro bebé bien dormido, su manta es azul, por lo que me da a entender que Oriel tiene a la niña.Siento mi garganta seca, me quejo un poco al querer tomar el vaso de la mesita, miro hacia Oriel que ya me ha mirado, se acerca por completo a mí, deja a la niña en la cuna de cristal junto a su hermano y me da un vaso con agua.— ¿Te duele algo? — pregunta mirando, tomo agua en silencio, se queda sentado en una silla a un lado de la camilla, no sé que fue lo que pasó, pero lo veo preocupado.— ¿Pasó algo? — pregunto sin dejar de mirarlo a los ojos, me esquiva la mirada y se pone a ver a los gemelo