Mika vuelve a ellos, y abraza con fuerza a Joseph, - tu voz me trajo de vuelta -, le murmura en el oído, y Joseph se afianza a ella, mientras el escuadrón celebra que ella está de vuelta, Alexander le estruja, - bien hecho -, le dice.

Joseph la lleva en sus brazos a una alcoba, - debes descansar más tarde hablaremos de lo que paso -, Mika se acomoda, - quédate conmigo, ¿sí? -, le pide, Joseph se acuesta junto a ella, y ambos se acurrucan el resto de la noche.

El amanecer pronto asecha el lugar y la brisa matutina empapa la colina, Alfred ha preparado el desayuno para todos, Mika despierta y Joseph se ha adelantado.

Alexander pasea por el jardín y ella puede verlo desde su habitación, se viste y se apresura a llegar a él, - ahí estas -, dice Alexander, Mika le sonríe, - debemos hablar-, Alexander asienta, - hay que desayunar primero, ¿está bien? -, Mika accede.

Durante el desayuno Aarón evita hablar y el escuadrón parece abrumado, Alexander se levanta, - he terminado, pueden al