"¡Chica maleducada! ¡Me acabas de abofetear!".

Los dos hombres del País J se enfurecieron en un instante.

Ya estaban acostumbrados a ser arrogantes en su país. Nadie se atrevía a entrometerse aunque acosaran a las mujeres. Ni una sola vez en su vida habían sido abofeteados por una mujer.

¡Paf!

En el momento siguiente, uno de ellos tomó represalias y le dio una fuerte bofetada en la cara a Xynthia Zimmer.

"¡Te has atrevido a abofetearme! ¿Quieres morir?".

"¡Te vamos a denunciar a la policía! ¡Tendrás que compensar nuestras pérdidas!".

El otro hombre rompió los boles de porcelana en pedazos en el suelo.

Luego culpó de todo a Xynthia.

A estas alturas, la situación se había vuelto muy crítica.

Los trabajadores del mercado de antigüedades salieron.

Un hombre de mediana edad que iba en frente frunció el ceño y dijo: "Soy el gerente del mercado de antigüedades, Wallace Shawn. Si tienen algún inconveniente, pueden hacérmelo saber".

Todos hablaron inmediatamente: "¡Gerente! Estos h