El rostro de Simón Zimmer se ensombreció.

El gran proyecto que trajo le fue arrebatado, y el acuerdo marco que pertenecía a su hija fue robado por otra persona.

Ahora, sólo podía hacerse a un lado y ver cómo las hijas de otros se casaban con una familia rica. Se sentía muy incómodo.

"Tenemos que hacer que Mandy se divorcie de ese perdedor de Harvey, lo antes posible", dijo Lilian Yates fríamente. "¡Con ese vago alrededor, nuestras vidas sólo pueden empeorar!".

Simón Zimmer respiró profundamente y dijo: "¡Yo también quiero que eso ocurra! Pero el viejo me dio una advertencia antes de irme. El gran día de los Zimmer está cerca. Si ocurre algo raro durante ese tiempo, ¡estoy muerto!".

"El viejo tiene miedo de que Mandy le robe el protagonismo a otras personas. ¡No dejará que Mandy se divorcie de Harvey, bajo ninguna circunstancia!".

Lilian le dio una fuerte bofetada a Simón en la cara y le gritó ferozmente: "Simón, ¿vas a hacer lo que diga ese viejo? ¿Puedes ser asertivo, al menos