Ellen Moreno seguía ebria en la sala de urgencias.

Tenía la cara blanca como la nieve. Ya deberían haberle vaciado el estómago y tratado su herida, pero el personal médico la dejó en la habitación sin hacerle nada.

Harvey York frunció el ceño antes de presionar el estómago de Ellen. Entonces, la levantó y le dijo a Julian York que trajera un bote de basura. Ellen parecía muy aliviada cuando vomitó la mayor parte del alcohol.

Después de que Irene le aplicara algunos medicamentos en la sala de urgencias para tratar las heridas de Ellen, más tarde la pusieron en una silla de ruedas.

Poco después, Harvey y los demás se disponían a irse.

De repente se oyeron pasos frenéticos y gritos incesantes.

Había guardias de seguridad intentando entrar en la sala de urgencias.

Harvey lanzó una mirada tranquila antes de que Julian diera un paso adelante.

La puerta se abrio de par en par al instante de una patada.

Ocho imponentes guardias de seguridad salieron volando antes de estrellarse contra