La multitud se quedó completamente estupefacta después de oír lo de las tasas.

Todos se quedaron en completo silencio después de gritarle a Wilbur Lee hace un rato.

¡Mucha gente sería incapaz de conseguir tanto dinero incluso después de trabajar durante todo un año!

¡Algunos ni siquiera tenían idea de cuántos ceros había en esas cifras!

Aunque el rendimiento de Harvey York fuera extraordinario, de todos modos no querrían gastar tanto dinero para inscribirse.

Wilbur pensó que estaba totalmente acabado antes de enterarse de que las tasas de inscripción eran muy altas.

“¡Al final del día, tu Salón Marcial no es mejor que el Budokan del Pueblo! ¡Este lugar es básicamente gratis a estas alturas!”, exclamó Wilbur antes de reírse entre dientes con frialdad.

“¡A estas alturas, eso es solo un robo a plena luz del día!”.

“¡¿Acaso crees que puedes subir el precio solo porque salvaste al Joven Amo John?!”.

“Las tarifas del Salón Marcial eran caras antes, ¡pero no tanto así!”.

“¡Estás abu