“Simplemente estoy haciendo mi trabajo”.

“Sin embargo, no te salvé gratis. Necesitaré que me des ciento cincuenta mil dólares”.

Aldo John se congeló antes de levantarse del suelo. Entonces, sacó una chequera de su bolsillo y le entregó a Harvey York un cheque que acababa de escribir.

Al mismo tiempo, adjuntó al cheque una tarjeta de visita como muestra de su gratitud.

Harvey cogió la tarjeta y el cheque antes de irse.

“¡Él es un experto!”.

“¡Es un verdadero experto!”.

Todos volvieron en sí antes de empezar a vitorear.

Harvey no tenía el comportamiento de un verdadero experto ya que cogió el dinero, pero al menos salvó a alguien.

Dillon Lee y Kayden Balmer estaban completamente sorprendidos también.

‘¡El Señor York es increíble!’.

¡Sabían que las acciones de Harvey suprimirían al instante a Layne y a los demás!

En este momento, todos podían decir claramente quién era el verdadero maestro.

“¡¿Qué pasó?!”.

“¡¿Por qué el Joven Amo John se volvió loco de esa manera?!”.

Layne