Los miembros de la tercera y cuarta casa intercambiaron miradas cautelosas entre sí, como si estuvieran planeando huir.

Naturalmente, todos temían la ira de la Abuela York.

Vince y los demás dejaron escapar un suspiro de alivio ante su actitud.

Mientras la Abuela York estuviera de su lado, la posición de Vince estaba grabada en piedra.

El caos finalmente se apaciguó.

Todos suspiraron; Marcel había hecho tanto para montar un espectáculo tan grande, pero todo se había apagado con tanta facilidad.

¡Cómo era de esperar de la Abuela York!

Justo en ese momento, Marcel dio un paso adelante y se paró frente a Harvey.

La expresión de la Abuela York cambió al instante. Golpeó el bastón contra el suelo con rabia.

“¡Marcel!”, exclamó ella con furia.

“¡¿Qué significa esto?!”.

“¡Los otros intentan ir contra nosotros, obligando a un extraño a convertirse en el joven amo y convertir a nuestra familia en historia!”.

“¡Pero como el amo de la familia, olvídate de lidiar con la situación, est