“Señor York”.

“Padre”.

Cuando Lexie y Vince se fueron del Palacio de los York, Harvey y Queenie llegaron a la villa junto al mar.

Selena estaba dormida profundamente, mientras Marcel hacía una barbacoa en la playa.

Harvey y Queenie oyeron un fuerte silbido de las ostras en la parrilla. Un agradable olor flotaba en el aire.

Harvey cogió una ostra casualmente antes de sorberla.

“Ostras de agua dulce de las Naciones Insulares. ¡Está muy buena!”, exclamó Harvey luciendo impresionado.

“Las Naciones Insulares no son tan buenas, pero su comida es otra cosa”.

Marcel se rio entre dientes ante las acciones de Harvey.

“Una élite nunca subestima a los débiles y tiene una opinión objetiva sobre todo”.

“Solo porque odias un país no significa que puedas tener prejuicios contra él. Pero aunque admires a un país, tampoco debes adularlo mucho”.

“Solo a través de una visión abierta se puede lograr algo”.

Harvey sonrió ante las palabras de Marcel antes de desviar la mirada hacia Queenie.

“¿Es