"¿Y qué si son fuertes?".

La cuarta princesa mostraba una expresión horrible en ese momento.

"Me aseguré de que las defensas de Mandy Zimmer fueran las más débiles.".

"Y aparte de nosotros, también había otras personas que planeaban ponerle las manos encima".

"¡¿Cómo pudimos fallar si ese era el caso?!".

"¡Simplemente no hay manera!".

"¡Los Caballeros de la Mesa Redonda son élites de los Caballeros Templarios!".

"¡Tienen la fuerza de mil hombres cada uno! ¡Son los máximos Reyes de las Armas! ¡¿Cómo pudieron fallar?!".

"¡Debería ser fácil derrotar a Mandy!".

Una ira desenfrenada se podía escuchar en las palabras de la cuarta princesa.

"¡Llámalos de nuevo! ¡Diles que quiero ver a Mandy, viva o muerta!".

"¡Si siguen sin darme ninguna información nueva, les mostraré mi ira!".

La secretaria asintió antes de marcar rápidamente un número.

Después de hacer unas cuantas llamadas, su expresión empeoró cuando se dirigió cautelosamente al lado de la cuarta princesa.

"Tenemos noticias