"¿Qué? ¿Me llamaste solo para sermonearme?”, preguntó Harvey York con calma.

“¿Me estás diciendo que me arrodille?”.

Después de escuchar el tono distante en las palabras de Harvey, Noah York se reclinó cómodamente en el sofá mientras entrecerraba los ojos.

'Un rey de las armas del País H que confía en un hombre de Nanyang para que lo apoye…”.

'¿Realmente cree que es un pez gordo o algo así?'.

Noah instantáneamente tuvo opiniones sobre Harvey. Extendió la mano para hacer un gesto.

Las puertas se abrieron poco después, revelando a tres guardaespaldas vestidos con trajes negros y cada uno con una placa.

Luego, Noah miró a Harvey con los ojos entrecerrados.

“No estoy aquí para sermonearte, ni para vengarme”.

“Lo que quiero hacer nos beneficiará a ambos. Es una situación en la que todos ganan”.

"Seguramente estaremos satisfechos con el resultado de esto".

Noah chasqueó los dedos, indicando al primer guardaespaldas que revelara la placa de madera cubierta por una tela roja. En su