"¡Bum!".

Maki se estrelló con fuerza contra el suelo. Inicialmente luchó por levantarse, pero una fuerza devastó su cuerpo, lo que provocó que escupiera una bocanada de sangre.

Todo su ser de repente volvió a su apariencia original como una pelota desinflada.

Era solo que parecía aún más viejo y más demacrado en ese momento que hace un momento. La pelea hace un momento debe haber sobre utilizado todo su potencial y haberle dado un enorme agotamiento corporal.

El rostro de Maki se veía horrible y pálido. Sin embargo, no luchó ni gritó. En cambio, se arrodilló lentamente en el suelo mientras aún sostenía la espada larga en su mano derecha.

Él no murió, pero estaba a solo una delgada línea de distancia de la muerte.

Su vida ya había caído en manos de Harvey en ese momento. Si Harvey estuviera dispuesto, podría matarlo de una sola bofetada.

"¡No!".

El grupo de maestros de la Nación Insular gritó después de ver esta escena, como si el Dios que adoraban se hubiera derrumbado.

Al ver