En cualquier caso, Maki seguía siendo el jefe que había pasado por una buena cantidad de dificultades. Sin embargo, en el momento en que vio a su hijo, Makoto, siendo asesinado frente a él... El temperamento, la calma y la indiferencia de Maki se desvanecieron instantáneamente, reemplazados por una ira inconmensurable.

Al igual que Makoto, el anciano nunca esperó que Harvey lo ignorara y matara a su hijo incluso después de revelar su identidad.

En ese momento, Maki pudo sentir su sangre hirviendo. Echó humo mientras su cuerpo temblaba violentamente. No quería nada más que estrangular a Harvey hasta la muerte.

El resto de los isleños rugieron como bestias salvajes. Desenvainaron sus espadas largas, como si estuvieran a punto de abalanzarse sobre Harvey en cualquier momento.

Harvey permaneció indiferente todo el tiempo. Por otro lado, Edwin se posicionó frente al primero de manera protectora, tomando su postura de batalla.

Carol no pudo evitar temblar de miedo. Huyó del salón de lut