Vince miró a Naoto y a los demás con calma.

Quince millones de dólares era solo un número para él. No era mucho dinero, y tampoco estaba particularmente interesado en ello...

Pero admiraba la actitud de Naoto.

Sabía cómo devolver sus favores. Para Vince, este era alguien con quien valía la pena ser aliado.

Además, siendo alguien de una de las Seis Escuelas de Artes Marciales de la Nación Insular, Naoto era una persona bastante capaz. Esta era la razón principal por la que Vince estaba dispuesto a venderle el favor.

Por eso Vince no rechazó su dinero. Lo consideró como un puente entre la amistad de los dos.

Vince tampoco era estúpido. Después de mirar a Naoto lleno de interés, preguntó: "Ya que eres tan generoso, estoy seguro de que debes tener otras demandas".

“Escuché que el País H valora mucho la etiqueta. Ya lo veo".

Naoto tenía una expresión encantadora en su rostro.

“No se preocupe, Señor York. No te lo pondré muy difícil”.

“Mi término es simple: deja a este hombre ahí p