Incluso podría decirse que lo más valioso de la Perla de los Nueve Dragones eran los patrones tallados en su superficie.

Era muy raro en el mundo, y encontrar una segunda perla era casi imposible.

“31,4 millones de dólares. Lo quiero".

Hector levantó su placa con indiferencia y dijo un precio.

El precio de 31,4 millones de dólares no era muy caro. Después de todo, no había muchas perlas luminosas naturales en este mundo, y originalmente era un tesoro invaluable.

Sin embargo, había un problema.

La identidad de Hector estaba al descubierto. Como había mencionado el precio, nadie se atrevió a aumentar el precio.

Sus acciones les habían dicho a todos que estaba decidido a obtener la Perla de los Nueve Dragones.

No importa quién estuviera interesado en la Perla de los Nueve Dragones, no valía la pena ofender al Joven Amo Hector Thompson por ello.

El propio Hector supuso que nadie se atrevía a aumentar su precio. Por lo tanto, arrojó la placa en su mano a un lado después de gritar.