El tono de Harvey York era tan frío como el hielo. Esta era la última oportunidad que le iba a dar a la familia Yates.

Pero, después de quedarse en silencio durante unos segundos, todos estallaron en carcajadas.

"Jajajaja...".

"¡Abuela, este hombre cree que puede hablarnos así solo porque nos metimos en un problema!".

"¡Creo que no sabe evaluar la situación con claridad!".

"Ya he reunido toda la información sobre él. Solo es el conductor del Príncipe York. ¿Un simple chofer quiere destruir a toda la familia Yates? ¡Deja de soñar!".

"¡Después de todo, no puede dejar a un lado su viejo hábito de hablar cosas sin sentido!".

"¿Está amenazando a la familia Yates? ¿Realmente crees que no tenemos a nadie más que nos apoye?".

Todas las expresiones de la familia Yates eran tan frías como el hielo.

No importaba la decadencia de la familia, todavía no era una familia que un simple yerno residente pudiera pisar.

Por no hablar de que el Jefe Instructor iba a visitarlos dentro de tres días