Oskar Armstrong era el hombre más reconocido en el campo de la medicina del País H.

Normalmente, muchos personajes importantes se arrodillaban para rogarle que les realizara un procedimiento.

Pero ese día no lo adoraban o idolatraban. En cambio, ese día querían que pagara con su vida.

Incluso Oskar no podía entender lo que había pasado.

"¡¿Cómo es posible?!".

¡Lo que más le conmocionó era que él confiaba plenamente en Harvey York!

Era el Jefe Instructor del Campamento de Espada, un mito que se enfrentaba solo a los cinco países más fuertes, una verdadera leyenda.

¿Cómo podía un hombre como él cavarle a Oskar una tumba tan profunda como esta?

Y con la riqueza de ese hombre, ¿necesitaba siquiera que su esposa siguiera adelante con un proyecto utilizando materiales de baja calidad solo para ganar un poco más de dinero?

¡No!

Él no tenía necesidad de eso.

La riqueza de ese hombre podía rivalizar con la riqueza de varios países. Ni siquiera pestañearía ante una cantidad de dinero