Pese a que Giotto y Rebecca ya se habían alejado bastante de la refriega, el angustiado aullido de un lobo provocó que Giotto se detuviera a medio camino.–No te detengas joven beta –jadeó Rebecca, quien se aferraba al cuello del lobo –Debemos eliminar todas las amenazas para Alastor, además, si a Lucien se le ocurre enviar a una de sus novias por acónito tu y yo estaremos en graves problemas –Dándole la razón a la mujer, Giotto aceleró el paso y se adentró en la caverna.Con cautela, los dos revisaron cada uno de los túneles que se encontraban en el camino, en algunos, se encontraban directamente con muros de roca que le impedían el paso, otros, directamente los alejaba del lugar, y según las palabras de Rebecca, si Lucien lo usaba a menudo no podía estar muy lejos.–Ya nos hemos alejado demasiado…–masculló Rebecca –Vuelve sobre tus pasos, debimos pasar algo por alto –Con un gruñido irritado, Giotto accedió y dio media vuelta, sin embargo, esta vez no echó a correr, por lo que Rebe
Justo cuando estaba por morderla, Gino se lanzó sobre ella y la sujetó de las muñecas, sometiéndola por completo en el piso. –¡Aura! ¡Reacciona! – –No lo hará… El olor de mi sangre la ha descontrolado, lo mejor será que…– –Por favor, Aura, reacciona –insistió el joven –¡Tú no eres así! ¡Acabas de ayudar a un humano! – Al ver la insistencia del joven, Rebecca asintió e intentó incorporarse. –Loto de Luna estará en buenas manos…–masculló al tiempo que rebuscaba en su capa –¿Gino? –lo llamó Aura con la voz quebrada –Ayúdame… Por favor…–suplicó la joven dejando de luchar –No quiero seguir así…–lloriqueó –Lo haré Aura, tranquila, sólo resiste un poco… Rebecca va a ayudarte, sólo… sólo debes ser fuerte, ¿está bien? – Mordiéndose su tembloroso labio, Aura asintió, sin embargo, se tensó al notar que Rebecca se acercaba. –Escucha linda, sé que mi aroma te está enloqueciendo, pero ya has luchado por cuatro meses, sólo te pido que luches un minuto más – –Pronto volverás a casa Aura y te
Cinco días después de la derrota de Lucien •Sumergido en sus pensamientos y rodeado del silencio, Alastor observaba a través de una ventana como el sol comenzaba a teñir el cielo con diferentes tonos de rosa y naranja, conforme este, se iba elevando en el cielo.Ya habían pasado cinco días desde que había acabado con la vida de Lucien Nox, un horrible ser que había arruinado la vida de muchos hombres lobo, como también, de algunos humanos.En su sentimiento de superioridad, Lucien había acabado con muchas manadas en su deseo de conseguir esclavos lobunos.Cientos de renegados y salvajes, eran los acompañantes obligados de ese infernal ser, pero ahora que todos habían sido liberados, las cosas poco a poco volvían a la normalidad.Muchos renegados, lo habían elegido a él como alfa al sentirse en deuda por haberlos salvado no sólo a ellos, si no también a sus familias. Otros tantos, fueron acogidos por Basil, Caden y Guido en sus respectivas manadas.Mientras que otros, optaron por llev
Esa misma tarde, la casa de la manada volvió a vestirse de manteles largos para dar la bienvenida a los nuevos miembros de la manada, los cuales, harían su juramento de lealtad esa misma noche.Mientras que Nora y Adriano se encargaban de llamar a los alfas y de extenderles la invitación a aquella pequeña fiesta para hablar de lo sucedido, Zinerva y Daryl se encargaban de preparar todo lo necesario para el evento, por lo que, la noticia de que la joven heredera alfa había despertado se extendió por el territorio como la pólvora.La decoración de la pequeña arboleda frente a la casa de la manada, esta vez, era más sencilla que en la fiesta de cumpleaños de Anna.La zona había sido iluminada con las mismas luces hadas usadas aquella última vez, en lugar de un escenario, ahora había un pequeño atril de madera, y al igual que, en el desayuno con los alfas aliados, había largas mesas con bufeteras, las mesas principales, estaban decoradas con manteles más sencillos y con un pequeño arreglo
–¿Por qué lleva uniforme? –preguntó Ariana con curiosidad–Todos llevamos uniforme Ari –dijo GinoSi bien era una fiesta, todos habían acudido con ropa casual, la propia Anna, había optado por usar unos jeans y una blusa negra floreada de hombros caídos, aunque tal y como había dicho Gino, también llevaba su uniforme debajo de la ropa.–No me refiero a eso –gruñó la joven–Ya lo sé, ya lo sé –masculló el joven beta–Oigan, ¿quiénes son ellos? –preguntó Anna señalando una mesa un poco más alejada, donde un joven lobo, dirigía una tablet en dirección a Alastor–Es el delta Ryder, pertenece a la manada Umbra en Farcia –le explicó Emmet –El alfa Turner lo envió a él y a un pequeño grupo de rastreadores para buscarte, tengo entendido que mañana volverán a casa ––Oh…––Esta noche… –comenzó a hablar Alastor, provocando que el silencio se instalara en toda la arboleda –Se supone que daríamos la bienvenida a todos aquellos que me eligieron su alfa y que solicitaron esperar a que mi hija despe
Tal y como había dicho Egan, muchos de los nuevos miembros de la manada se acercaron a ella para jurarle lealtad y para disculparse por haber participado en su secuestro.Gracias a esto, la ceremonia duró cerca de media hora.Si bien Anna prestó atención en todo momento y se aprendió los nombres y los rostros de los nuevos integrantes, lo único en lo que podía pensar era en que Egan se marcharía, por lo que, ocasionalmente, la joven le dirigía miradas furtivas.Por su parte, Egan permanecía junto al alfa Basil, quien charlaba animadamente con el alfa Caden y Guido, el joven, por su parte, se mantenía ajeno a todo con la mirada gacha, completamente ajeno a todo lo que sucedía a su alrededor.Cuando la ceremonia terminó, Alastor dio unas palabras de agradecimiento y juró que los protegería a todos y que, sin duda, encontraría la forma de poder brindarles la paz que tanto merecían, por lo que, tras las palabras del alfa, las cuales fueron aplaudidas por todos, la ceremonia finalizó dando
Apenas Anna ocupó su lugar, Gael la ayudó a acomodar sus flores en la mesa y, rápidamente, se inclinó sobre ella, provocando que la joven retrocediera tras dar un respingo.–¿Qué? –preguntó confundida–¿Qué dices? ––¿Qué digo de qué? –preguntó Anna aceptando el plato de lasaña que Emmet le ofrecía, pues todos habían comenzado a cenar en su ausencia–Oh venga, no te hagas, ¿qué dices acerca de nuestros secretos? –le preguntó el hechicero en voz baja–Lo siento Gael, pero tienes que ser mucho más específico –dijo Anna en un intento por molestarlo, lo cual, sin duda logró, pues el joven resopló frustrado“Ese del que habla de tu pareja y del otro sobre mi hermanita siendo una Luna” –le explicó por el enlaceAnte su tono de voz frustrado, Anna soltó una risita.–Ambos deben seguir como tal, así que, querido Gael, tienes que ser fuerte conmigo durante unos cuantos meses más –Ante sus palabras, Gael hizo un puchero.–Pero quiero presumir de mi hermanita ––Cariño, es lógico que no puedas
Dos semanas después… •–“No veas lo que hace Bingen, Anna, concéntrate en lo tuyo” –regañó Ella a Anna, cuya loba, había dirigido su atención hacia el otro lado del pequeño lago dentro del territorio–“Es que no es tan fácil…”–gruñó la joven algo impaciente–“Se te está acabando el tiempo”–Ante sus palabras, la loba de Ella agachó la cabeza para ver el cronómetro en el teléfono que Anna había dejado en el suelo, después, levantó la cabeza en dirección a Bingen, quien parecía tan frustrado como Anna, por lo que intentó no reírse.Después de lo sucedido con Lucien, Byron le había pedido que lo ayudara a mejorar su rastreo cerca del agua, ya que, a su compañera, se le