― ¿Qué sucede hija? ―preguntó Iva al notar que Anna parecía ansiosa―Bueno, por lo que logramos sacarle a Paolo, a mí planeaban capturarme en casa y entregarme al palacio, mientras que, en Niebla Profunda, se dio la orden de no dejar supervivientes y de capturar a los jóvenes alfas ―dijo Anna dirigiendo su mirada hacia Ragnar, quien asintió―Aunque, según la información obtenida antes de la ejecución del alfa Napoli, sus hombres tenían las órdenes de acabar con las jóvenes alfas, algo que nosotros no sabíamos ―agregó Ragnar―Y si lo piensan, creo que yo le estorbo a Tabatha, tal vez, ella no me quiere en el palacio, tal vez, ella me quiere muerta ―dijo Anna en un jadeo cuando Dante la pegó a su cuerpo bruscamente al escucharla―Ese es un buen punto, sin una compañera, el Lobo Milenario podría volverse más vulnerable ―dijo Gerard ―Y siendo que ella quiere su poder… ―― ¿Entonces esa bruja trabaja sola? ―preguntó Lysander―No del todo, más bien, es una oportunista que sabe usar sus recu
― ¡Mamá! Dona dice que ya podemos ir a cenar ―dijo Ares emocionado ― ¡Hay mucha comida! ――Típico de Dona ―dijo Ariel riendo con suavidad mientras veía como el cachorro se apresuraba a acercarse a Ragnar, quien, en ese momento, cerraba la funda de la tablet―Ragnar, siéntate conmigo ¿sí? ―pidió el cachorro poniendo la cara de puchero que le había enseñado a su hermana―De acuerdo, ahora si me siento ofendido ―gruñó Lysander clavando sus ojos en el cachorro ―Dijiste que cenarías conmigo enano ―gruñó arrugando el ceño―Ups ―dijo Ares antes de salir corriendo― ¡Oye! ¡Vuelve aquí! ―exigió el beta antes de correr detrás del niño―Bendita inocencia ―dijo Ariel riendoAnte la escena, Ragnar sonrió, sin embargo, al ver a todos los presentes, el lobo se sintió fuera de lugar.―Luna, ya que todo ha sido dicho, creo que volveré a casa, creo que yo… ――Silencio Ragnar ―dijo Iva con severidad ―Por favor, ve y ayuda a Marcia a trasladar todas las cosas a la terraza, cenaremos afuera, ya que la mes
≈ Media hora antes de la llamada de Antón Meyer a Armin. ≈En una pequeña y oscura oficina, un hombre de cabello corto y oscuro como la noche, observaba impaciente la puerta de roble de su oficina, mientras que sus dedos, tamborileaban lentamente sobre su escritorio.― ¿Qué? ―preguntó con brusquedad cuando alguien llamó a la puerta― ¿Puedo entrar su excelencia? ―preguntó la tímida, pero suave y dulce voz de una mujerAl reconocer de quién se trataba, el hombre tras el escritorio soltó un gruñido antes de responder.―Entra ―dijo con frialdadCon cautela, la mujer abrió la puerta, sin embargo, al ver el semblante serio del hombre, ella no se atrevió a entrar.Usualmente, la persona detrás de aquel escritorio era alguien que siempre sonreía, por lo que, difícilmente, podías saber si se encontraba de mal humor, pues aquel hombre, podía dar la más cruel de las órdenes con una radiante sonrisa en el rostro.Sin embargo, aquella noche, el hechicero Mendel tenía el ceño arrugado y la sonrisa
―Maldita sea ―gruñó Anna apoyándose en un árbol para recuperar el aliento―Señorita Anna, concéntrese por favor ―le pidió Alina, quien se apresuró a acomodarle el cabello con amabilidad cuando la joven se recargó contra el árbol ―Si el mayor nos atrapa, nos hará correr una vuelta más ―Sabía que su Luna no estaba bien, pero ella se había aferrado a participar en los entrenamientos, por lo que no le quedaba más remedio que intentar mantenerla centrada.Sin decir nada, Anna asintió e intentó unirse nuevamente a la carrera que mantenía con los guerreros de Luna Azul y los de su propia manada, sin embargo, tras dar algunos pasos, su vista se nubló debido a las lágrimas, por lo que no pudo más y se dejó caer de rodillas en el suelo, provocando que las afiladas piedras rasgaran su uniforme.―Genial, cuando Gael vuelva, me matará por esto ―murmuró la joven apretando los dientes―Señorita… ―la llamó Alina, quien intentó acercarse a ella―Siga corriendo señorita Nari ―pidió Ragnar, quien se ac
Una vez que Anna estuvo bien sujeta al lomo de Damon, el lobo comenzó a correr a toda velocidad, ignorando los saludos e inclinaciones de la gente que comenzaba a prepararse para los entrenamientos, los cuales, serían dirigidos por Elliot.Por fortuna, gracias a la velocidad del lobo, el camino de regreso fue corto, por lo que, pronto, se encontraron atravesando el portón principal, por lo que Damon, nada más entrar, corrió directo al pueblo.― ¿Cómo llegaste tan rápido a la cabaña? ―preguntó Anna ―Gino me dijo que estabas en la casa de la manada ―“No lo sé cariño, solo recuerdo que me disponía a dormir un poco por petición de Lysander, sin embargo, Alina me enlazó y me contó lo que te había pasado, de repente, ya estaba a medio camino”Ante su explicación, Anna soltó una risita y se recostó sobre el lomo de Damon.―Te amo ―le susurró, lo que provocó que el lobo soltara un suave ronroneoPara cuando llegaron al bar, este ya estaba abierto, y Rafael, los esperaba en la puerta.―Está t
Ante las palabras de su lobo, Dante no dijo nada más.Damon solía soltar comentarios así de vez en cuando, cosas que ni él ni su lobo deberían saber, por lo que, cuando se daba la tarea de investigar siempre terminaba resultando que Damon tenía razón.En ese momento, maldecía la hora en la que se habían enterado de que Damon sabía todas esas cosas porque, de alguna manera, el lobo ya las había vivido en alguna de sus vidas pasadas.Sin embargo, en aquella ocasión, Dante rezaba por que el lobo estuviera equivocado.Alastor no podía morir, todo aquello debía tratarse de algo más.Cuando llegaron a la casa del alfa, tal y como Lysander había dicho, el lugar estaba repleto de lobos, las únicas excepciones, eran los omegas que no tenían lobo, más allá de ellos, no había ningún humano.Para aumentar la tensión en el ambiente, todos los presentes tenían la vista fija en la casa, y pese a la fuerte lluvia que golpeaba sus cuerpos, nadie se movía ni un milímetro, provocando que el corazón de D
Mientras que en las afueras de la casa del alfa seguían llegando lobos, en el pueblo de Loto de Luna, Gerard observaba atentamente como la calle frente a la pequeña casa en la que estaba refugiado, comenzaba a vaciarse por completo pese al mal clima.― Esto no puede significar algo bueno ―susurró Gerard mientras observaba como la fuerte lluvia caía sobre el hermoso pueblo ―Tengo que ir a ver a la princesa ―masculló antes de precipitarse hacia la salida de la pequeña habitación en la que estaba― ¿De verdad tienes que irte? ―preguntó una suave y débil voz a sus espaldas ― ¿No puedes quedarte un poco más? No quiero quedarme sola, no sé a dónde fueron mis padres… ―Congelándose a medio camino, Gerard inspiró profundamente.No estaba muy convencido de qué le sucedía, pero, cada vez que estaba cerca de esa lobita, su carácter impulsivo se desvanecía, y lo único en lo que podía pensar, era en el bienestar de la joven y en hacerla sentir bien.―Gerard ¿Qué sucede? ―preguntó la joven― ¿No pu
Al ver que no tenía escapatoria, la joven al otro lado de la línea soltó un suspiro― “¿Cómo…? ¿Cómo lo supiste?” ―preguntó Diana después de un largo rato de silencioAnte las palabras de la joven, los ojos de Ceres volvieron a llenarse de lágrimas, sin embargo, soltó una risita decepcionada.―Justo antes de clavarle la jeringa con acónito a la señorita Chloe… Estaba en el baño frente a un espejo, y ella te preguntó sí habías puesto el acónito en mi bolso… ―dijo Ceres con los dientes apretados ― ¿Cómo te atreviste? ¡Yo confié en ti! ―― “Ceres, te juro que…” ――La maldición de lujuria que le pusieron, casi acaba con la vida de su loba ―dijo Gerard tomando el teléfono de la joven, la cual, agachó la mirada indicando que no le interesaba recuperar su teléfono ―Y el hechizo vincular casi la mata a ella, han pasado semanas desde entonces y Ceres aún no puede recuperarse, por la sagrada Diosa, ¿se te olvidó que tu amiga es una omega? ―― “No… ¡Imposible! Ella me dijo que era un hechizo sen