Capítulos relacionados
Capítulo 22: El gran beta.
Expectantes, Arthur y Dante observaron como Anna abría la carpeta, la cual, tenía un único archivo, un video, el cual, ni si quiera tenía un título, simplemente parecía que le habían puesto números al azar.Con dedos temblorosos, Anna movió el cursor y cliqueó dos veces sobre el video, generando una pequeña tensión en la sala mientras todos esperaban que este se cargara.Sin embargo, cuando la imagen de Alastor apareció en la pantalla, los ojos de Anna se llenaron de lágrimas, por lo que Dante se apresuró a pausar el video.―Los dejaré solos ―dijo Arthur tendiéndole una caja de pañuelos a Dante antes de dirigirse a la salida―Gracias Arthur ―susurró Dante antes de apresurarse a abrazar a AnnaSin decir nada, Dante dejó que Anna se controlara por cuenta propia, pues cada vez que clavaba sus ojos en la imagen de su padre, su llanto se intensificaba, por lo que, entendiendo sus emociones, él simplemente la abrazó con fuerza.― ¿Estás más tranquila? ―le preguntó en un susurro cuando ella
Capítulo 23: El extraño mensaje de papá.
Ante la pregunta de su compañera, Dante asintió.―Sí, eso creo ―dijo Dante ― ¿Cómo se llamaba su bar? ――Noche Roja… Dios… ¿Crees que papá se refería a eso cuando dijo que el bar antes tenía otro nombre?―Es posible, sí… Lo que no entiendo, es el por qué nos cuenta todo eso… ―― ¿Crees que sea su forma de pedirnos algo? ―preguntó Anna―Tal vez, vamos a averiguarlo ―dijo Dante antes de volver a presionar reproducir― “Al ver este bar, muchos recuerdos vinieron a mi mente, sobre todo, uno en específico” ―dijo Alastor soltando un suspiro antes de recargarse contra su silla ― “Cuando papá iba a ese bar, siempre pedía un Ouzo especial, el cual, tenía un color característico, y eso es muy extraño, pues esta bebida no tiene color” ―dijo antes de acercarse a la pantalla y mirar directamente a la cámara ― “Papá decía que, cuando tenía problemas, el Ouzo lo ayudaba a pensar con claridad” ―dijo guiñando un ojo antes de alejarse nuevamente ― “Debí haber venido antes, no todo es tan malo, de hecho
Capítulo 24: La invitación de Basil.
Antes de seguirla, Dante sonrió.Tras el problema que habían tenido con Ceres, su relación se había vuelto un poco más candente, y eso, era algo que lo enloquecía y le fascinaba.Sin embargo, dada la situación en Loto de Luna y el estado de alerta en el que él se encontraba constantemente, no le permitía disfrutar plenamente la compañía de Anna, por lo que agradecía a la diosa que, por fin, tendrían algo de tiempo para ellos.Claro, si es que podía sacarse el video de Alastor de la cabeza, pues el mensaje enviado, era algo confuso.A simple vista, parecía que Alastor solo quería compartir con ellos algunos recuerdos, sin embargo, que hablara de forma tan cautelosa solo podía significar una cosa:Alastor estaba planeando algo grande. Tan grande que, si algo salía mal, él, de manera indirecta, les estaba pidiendo que buscaran al gran beta.Al no tener nada asegurado, Dante decidió que lo mejor era comprobar sus teorías, por lo que pensó que debía llamar a Egan y a Alexander para que fue
Capítulo 25: Insaciables.
Resignado, Dante suspiró, apartó su mano y procedió a ponerse sus gafas de sol.― ¿Qué te dijo papá? ――Que el paquete del señor Elián llegó primero a Loto de Luna, sin embargo, como no estábamos en casa, lo llevaron directamente a Luna Azul, por lo que, para no ocasionarle molestias le he dicho que iremos por él, así que ahora nos espera para comer ――Qué remedio ―dijo Dante haciendo una mueca ― ¿Te importaría si me detengo en una vinatería? ――En absoluto ―dijo Anna acomodándose la falda ―También me preguntó si quería conocer su territorio, ¿sabes? Me siento terrible por no haber ido antes, ellos siempre van a visitarnos ――Si no has ido, es porque mi familia se la vive en tu territorio ―dijo Dante con una sonrisa ―De hecho, desde que llegué he querido llevarte, pero no se ha presentado la oportunidad, además, primero me gustaría preparar todo para presentarte como mi compañera y la futura Luna absoluta… Mi padre no quiere decir nada, cree que lo correcto es que yo lo haga ―― ¿Por
Capítulo 26: Territorio Luna Azul.
Cuando por fin salieron de Wolfsong, Dante condujo alrededor de una hora y media más por el camino que llevaba a su manada, lo que a Anna le permitió notar que este se encontraba mucho más cerca que el territorio de su padre, el cual, se encontraba a dos horas y media de la ciudad.―Mira, ahí está la muralla cariño ―dijo Dante señalando hacia el frenteAnte la indicación de su compañero, Anna entornó los ojos y frente a ella, apareció una muy alta y larga muralla que parecía hecha de bambú, sin embargo, Dante le había explicado que el material era falso y que solo el frente estaba revestido de dicho material, pues en realidad, la muralla estaba hecha de hormigón.Cuando llegaron a la entrada, Anna notó que, al igual que en Loto de Luna, había una enorme puerta acorazada, de la cual, Dante se detuvo a unos cuantos metros.―Enseguida regreso ―dijo Dante antes de bajar del autoSin despegar los ojos de su compañero, Anna observó cómo, al igual que en Loto de Luna, Dante usaba sus datos b
Capítulo 27: Regalo premeditado.
―Buenas tardes joven alfa ―dijo Valiant haciendo una profunda reverencia con una de sus manos sobre su pecho, lo que le permitió a Anna ver que el hombre, portaba unos guantes impecablemente blancos“Já, parece salido de una película” ―gruñó Amara divertida“Cállate por favor…” ―pidió Anna, pues aquel hombre, no parecía estar de muy buen humor―Entonces, joven alfa ¿es esa la forma correcta de presentarnos a nuestra futura Luna? ――No, claro que no Valiant ―dijo Dante soltando un suspiro antes de tomar la mano de Anna ―Me encargaré de hacer lo de manera correcta a su debido tiempo, sin embargo, hoy solo hemos venido a comer con mis padres, debemos volver a Loto de Luna cuanto antes ――Muy bien, lo entiendo ―dijo el hombre dedicándole una pequeña reverencia antes de dirigirse a Anna, quien intentó retroceder ―Es todo un honor el poder conocerla al fin señorita Anna Moretti, mi nombre es Valiant Durand y he servido a la familia Benedetti desde hace treinta y dos años, será todo un honor
Capítulo 28: Comida con los Benedetti.
―Perfecto, vamos entonces ―dijo Basil haciéndole un gesto a Anna, quien se apresuró a dejar el teléfono en su lugar ―Espero que tengas hambre cachorra ――La verdad es que sí ―dijo Anna clavando sus ojos en Basil ―Esta mañana no tuve tiempo para desayunar ―dijo girándose rápidamente al sentir como sus mejillas se encendían― ¿Por qué? ¿Acaso te quedaste dormida? ―preguntó Basil siguiendo a la pareja, la cual, seguía nuevamente a Valiant por el pasillo―Sí, lo que pasa es que anoche me dormí muy tarde ―dijo Anna agachando la mirada―Estuvo terminando los trabajos que le pidió la señora Alda para que sus notas no se vieran afectadas por sus frecuentes ausencias ―explicó Dante intentando contener la risaLo de que se había dormido muy tarde haciendo sus trabajos, era una verdad a medias, pues, en realidad, tras terminar su último trabajo, su querida compañera había sugerido tomar un relajante baño en la tina, lo cual, terminó en una sesión de sexo algo intensa.―Eres muy responsable ―dijo
Capítulo 29: Los pequeños híbridos.
Al terminar de comer, todos se dirigieron nuevamente a la oficina de Basil, donde Anna y Dante decidieron mostrarles el video de Alastor.Al igual que ellos, Basil detenía ocasionalmente el video para compartir sus ideas y sospechas, las cuales, casualmente, coincidían con las de la pareja, sobre todo, con la identidad de Cole Fotia.Saber que el gran beta había estado todo ese tiempo en Wolfsong, fue sin duda lo que más sorprendió a Basil, pues al parecer, Alastor había decidido no compartir esa información con él, pues, a diferencia de otras ocasiones, Alastor había ido personalmente a investigar aquel bar y había concluido que el dueño era de fiar.―Hablaré con mi padre para confirmar nuestras teorías ―dijo Basil cuando el video terminó ―Es posible que Alastor nos esté indicando que, si llegase a suceder algo, busquemos inmediatamente al gran beta ――Gracias señor ―dijo Anna, quien acariciaba suavemente el cabello de Rosella― ¿Quieres que llame a Charlotte? ―preguntó Dante al nota