Mis lobos finalmente llegan y de inmediato, saltan cayendo cerca de donde me encuentro. Por lo que, rápidamente hacen un anillo de seguridad, mientras los lobos que no saltaron, atacan a los aturdidos chicos de la manada de Alán.
Lo que no quería rebelarles a esos desgraciados, ahora es noticia confirmada por las hormonas de Elise, por lo que, no hay manera de negar lo que es evidente. Por eso, miro a mi alrededor en busca de mi escape.— Vete, Nate. Demuestra por primera vez en tu maldita vida que piensas correctamente y por eso, vas a hacer que los lobos que seguirán tus ordenes en un futuro no cometan un error que va a acabar con sus vidas. — digo con seriedad.— No puede estar pasando esto. — dice Nate aún aturdido.— Sabes perfectamente que puede pasar después de todo, es mi esposa. Además, La última vez que nos vimos, les di el anuncio anticipado de lo que iba a suceder enLa vista se me vuelve un túnel donde lo único que veo es a Nate intentando sacar del auto a Elise, por lo que, no puedo recordar quien es o qué relación tenemos, si no, que es alguien que debe morir.— ¿A dónde crees que vas? — digo rodeando con mi brazo el torso del lobo que tanto deseo eliminar.— Tío… — dice Nate transformándose en lobo.Pero, esa palabra no hace que me detenga siquiera un poco y por eso, lo estrello contra el suelo donde aprieto con fuerzas su cuello.— Nadie tiene el derecho de tocar a mi mujer. — digo con voz gélida.— Por favor…— Has sido un maldito grano en el trasero desde que naciste, pero, todo empeoró cuando quisiste dañar a mi mujer, ¿deshacerte de mi hijo? ¿Llamaste a mi hijo bastardo? — pregunto molesto.— Tío.— Había escuchado
La frialdad de mi corazón lentamente pierde su poder, al punto que corro de inmediato hacia Elise, encontrándome a mi diosa completamente dormida. El deseo de abrazarla y decirle lo mucho que la amo, hacen que me congele en mi lugar y en mi mente le diga todo ello.Porque aunque sé que lo correcto es decirle todo lo que siento por ella, el nudo en mi garganta me impide poder expresarle todo ello aunque se encuentre dormida.— Elise, gracias por darme un hijo. — susurro sintiendo que todas las cosas que podría decirle se resumen a esas palabras de agradecimiento.Ella no responde, pero, a diferencia del silencio de esta ausencia, este es cómodo. Porque aunque no me habla, puedo mirar solamente en la cama y la encontraré.Sufrí mucho buscándola, moví todas las personas conocidas para mí y aunque casi enloquezco, ella finalmente está aquí. Así que, debo ahora cuida
Nunca pensé que una mujer que su naturaleza es pura, pudiera decir ese tipo de palabras oscuras usadas para pisotear sentimientos y yo no me creí capaz de poder quedarme recibiendo estos ataques sin contraatacar con violencia.— Vaya… eres sorprendente. — susurro.— Puedes disfrazar todo esto con palabras de nuestra especie actual, Reymond, pero, eso no borra que no somos compatibles, que no eres mi destino.— ¿Eres idiota, Elise? ¿Acaso tu superioridad te impide ver las cosas como son? Porque solo eso explica porque razón no notas que somos el destino del otro.— Deja de decir tonterías.— Lo fuimos en nuestra vida pasada y lo somos en está, Elise. Analiza la vida que has vivido hasta ahora. Podría decir, que desde que nos encontramos, tu vida ha estado llena de puras desgracias, pero eso sería descarado de tu parte, al analizar todo lo que viviste ante
No entendía lo que quiso decirme, pero, es eso lo que menos importa al ver que ella se ha desmayado, por eso, dejo de lado mi enojo y la tomo en mis brazos, mientras llamo al doctor para saber que sucede con ella.Mis hombres, traen de regreso al doctor que la revisa por un largo tiempo en el que solo aumenta mi angustia porque no tengo la más remota idea sobre lo que me dirá. Por eso, camino de un lado al otro en la habitación deseando que su demora sea para darme buenas noticias.— Dime de una vez por todas que es lo que sucede con Elise, si sigues haciéndome esperar, perderás tu vida.— Su pulso esta extraño. Lo mejor es que pida ayuda para saber qué es lo que pasa con la señora Perasi. — dice el doctor.— Dígale, señor Elise, me molesta mucho que menciones el apellido del inútil de Nate. — digo cruzándome de brazos.Mark, toca la puert
No entiendo que es lo que está sucediendo exactamente, pero, soy consciente que debo usar todo lo posible para que esta felicidad perduré por más tiempo. Porque si ella muere así, entonces, esos desgraciados habrán ganado, porque nos separarían otra vez.— No tienes idea de lo que tienes en tus manos, así que, concéntrate en atender a mi esposa e hijo, si no quieres conocer el infierno antes de morir. — le digo al doctor que tiembla.— Señor…— No me importa si tienes que buscar una bruja, el pelo de una rana o el huevo de un pez, quiero resultados y no todo el proceso que conlleva ello. — le digo con seriedad.— Déjeme trabajar entonces, ahora su esposa me necesita. — dice el doctor y yo lo libero de mi agarre, observando atentamente todo lo que puede pasar.Con todo lo que hizo Nate a su propio padre, es lógico que debo tomar todas
Tenía claro cuan rígida es Elise cuando se trata con seguir las normas, pero, seguramente lo que hizo que se marchara fue el impacto de esa revelación y que conmigo fuera con quien se ha casado.‘Que bien hice al adelantar todas las cosas para estar casados.’ Me digo mentalmente.— Entonces, ¿Qué piensas hacer, Elise? ¿Vas actuar teniendo los pensamientos de tu vida pasada o actuarás tomando en cuenta solamente las cosas de tu vida actual?— ¿Vida pasada? ¿En una clave? — pregunta alguien y yo me giro hacia uno de los lobos que atendió a mi esposa.— Pueden marcharse. — digo con frialdad.Todos se marchan de inmediato y yo miro a Elise dudando por varios minutos. Por eso, yo miro fijamente a la mujer que he amado en dos vidas, mientras planeo que responderé de acuerdo con lo que me diga.— Cuando era una diosa, era importante para
Narra EliseMi mente es un completo conflicto, tanto los recuerdos de mi vida pasada como todos los problemas a los que me he enfrentado, me impiden saber que hacer. Porque lo que en el pasado fue fácil hacer, ahora es tan complicado que no soy capaz de tener una idea clara de lo que debería o no hacer.Por eso, alejo todos los pensamientos que en el pasado tuve y me concentro en lo que es correcto de hacer no por lo que me enseñaron, si no, por lo que mi corazón me dicta a hacer en esta situación.Sin embargo, aunque este tiene una idea clara de lo que debería o no aceptar, saber con quién me estoy involucrando hace que dude sobre lo que voy a decir, ya que, sé cómo termina todo.— Quiero tener el bebé. — digo y me decepciono por no ver en Reymond una sola emoción que muestre cuan feliz puede ser él.— Bien, tendrás todo lo que necesites sin que nece
Lo tengo claro, esto si lo tengo perfectamente claro, yo necesito recibir toda la protección posible, porque Nate no es alguien fácil de tratar y si se atrevió a asesinar a su propio padre, no quiero imaginar todo lo que sería capaz de hacerme.Así que, aunque sé que no debo estar con Reymond, no puedo solo pensar en lo que los demás necesitan si no, en mi bebé. Porque mi prioridad ahora es mi bebé y yo y no el castigo impuesto por haberme relacionado con alguien prohibido.— No necesitas pedírmelo, voy a protegerlos. — dice Reymond con evidente determinación.— Nuestra relación es una causa perdida, así que, no hablemos de eso, pero, si debemos concentrarnos en el bebé.— Bien, me alegra que hables de causas perdidas, porque son esas almas de las que me hago cargo en el inframundo. Por lo que, no me daré por vencido con nuestra causa p