Yo miré a Lilian que seguía llorando en el suelo mientras temblaba y mi corazón se apretó con fuerza, no entendía como a pesar de lo que ella había hecho yo podía seguir teniendo estos patéticos sentimientos por ella.

Se veía tan vulnerable que por un instante me provocó abrazarla para calmarla, pero al recordar de lo que ella era capaz sentí que estaba traicionando a mi madre y quise deshacerme de ella de una vez por todas, así que aparte la mirada.

Necesitaba pensar y tomar la mejor decisión para la manada.

— Salgamos de aquí, deja que algunos guardias la vigilen para que no pueda hacer nada ni escapar, si ella escapa asumirás la culpa, por el momento tengo mucho que pensar. — Espeté dándome la vuelta para salir de ahí.

— Si mi Alfa. — Escuché a Max decir y yo seguí caminando sin mirar atrás.

— Lilian no puede ser la espía, Damian te vas a arrepentir como lo hiciste antes. — Rugió Federick, mientras yo intentaba ignorarlo, él seguía defendiéndola y ya yo no podía soportarlo más