KIARA.
Miraba la carta en su mano aún no se había atrevido a leerla
Eran ya las tres de la madrugada y seguía sin poder dormir.
El hombre aún no llegaba, estaba sola con miles de tormentos en su cabeza.
Ser una persona emocional era tan jodidamente asfixiante.
Tomo una manta, cubriéndose con ella salió al balcón de su habitación.
Todo estaba cubierto de nieve era algo tan hermoso de ver pero a la vez transmitía nostalgia o es ¿que tan solo ella lo sentía así?
No le importó sentir el frió recorrer su cuerpo, la manta no era lo suficientemente gruesa para cubrirla pero si no salía se sofocaria.
Tomo asi
KIARA.—Veo que te has levantado. ¿Que tal la resaca?— Pregunto dándole un trago a su vaso de jugo.—¿Qué hora es?, Me duele la cabeza.— Se dejó caer en la silla, sobándose las sienes.—Las doce, dormiste mucho. — Se levantó. en busca de un plato y un vaso. —Toma, desayuna y bebé el agua con esta pastilla. no te la tomes sin antes tener algo en el estómago.—Dejo en la mesa un tazón con fruta picada.—Gracias.— Pincho con el tenedor un pedazo de melón para llevárselo a la boca. —Me duele la costilla y la frente.— Se quejó, Cuando termino de masticar.—Cuando llegaste al parecer choca
KIARA.Abrió la puerta de la casa, se encontraba demasiado cansada había tenido varios exámenes ese día solo quería comer algo rico tomar un baño y dormir.—¡Mierda!— Gritaron, provocando que se asustará.Sabía que era el hombre, con pasos rápidos fue hasta donde se hallaba.Al llegar vio como azotaba la puerta del sótano y cómo colocaba un candado.aquello se le hizo estraño, se estaba haciendo ideas que esperaba fueran erróneas.—¿Estás bien.?— Se acercó con sumó cuidado.estaba realmente exaltado. podía notarlo por su respiración.
KIARA.Se miro en el espejo. Se había decido por una camisa de manga larga negra con cuello de tortuga y un vestido de tirantes color blanco y negro de cuadros.Dejo su cabello suelto, lo tenía hasta los hombros.Tock tock—Señorita Kiara el señor quiere que baje, la cena está lista.—Hablo tras la puerta la señora que cocinaba.apenas ese día había regresado de sus vacaciones.Soltó un suspiro.Quería tomar el valor para bajar y verla.—¿Señorita Kiara?— Volvió a llamar al no obtener respuesta.—Enseguida voy.— Respondió tomando la perrilla de la puerta y abriendo. 
KIARA.—¿Vamos?— Pregunto con entusiasmo Lili.—No lo sé, tengo que pedirle permiso a mi hermano.— Respondió.No se sentía bien, creía que sería un gran error salir a comer y al cine sabiéndo que Kendra estaba en casa encerrada.—¿Le has dicho a tu hermano que salias temprano hoy?— Preguntó, con la mirada en algún punto del estacionamiento.—Si, ¿porqué?— desconcertada la miró.—Por qué creo vino por ti, recuerdo el auto. No me habías dicho lo guapo que es tu hermano.— Contesto con una sonrisa coqueta.—¿Que?— Miro la misma dirección que su compa&nt
Kiara.Semanas después.—¿Gustas más flan?— Preguntó el hombre, con la mirada en Kendra.Ella negó.—¿Disculpa? No te escuché.——No.— Miró su plato. —No gracias.——Y ¿Tu Kiara?——No ya he comido mucho.— Respondio. —Si me permiten iré a mi habitación a terminar mis tareas.——Anda ve, Cuando termines baja a mi despacho quiero hablar de unas cosas contigo.——Si, permiso.—
KIARA. Subió las escaleras con demasiado cuidado, no quería tirar la bandeja, ahora ella y el hombre compartían la misma habitación. Cuando llego hizo maniobra para sacar la llave de su sudadera. abrió la puerta con dificultad. —Buenos días Kendra, he traído el desayuno.— Hablo, viéndola en el sillón. —No tengo hambre.— Murmuró. sin mirarla abrazaba sus piernas. —Tienes que comer— Suspiró. —¿Acaso eres sorda? Te he dicho que no tengo hambre.— —No importa si tienes hambre o no, tienes que comer o el se enojara.— —Habla con el, tiene que entender que nuestro amor solo fue pasajero un amor adolescente que se ha acabado.
KIARA.—Hola.— Saludó Kiara. —¿Como te fue en el trabajo?——Me fue bien.— Beso la frente de Kiara.—¿Podría hablar un momento contigo antes de la cena?——Claro que si— Se sentó a su lado en el sofá. —¿Que es lo que sucede?——¿Fuiste tú quien le metió esas ideas a Kendra?, Ya sabes sobre el como manipularme para hacer lo que ella quisiera. — Habló.El hombre la miro fijamente, soltando un suspiro pesado.—No te mentiré, vi el cariño que le tomaste como también vi como Demián se contr
KIARA.Abrió los ojos con pesadez su cuerpo se sentía cansado a pesar de a ver dormido.Tallo uno de sus ojos, recordando lo sucedió hace apenas unas horas. Se levantó con sumó cuidado, saliendo del cuarto y bajando las escaleras.—Haz despertado, ¿Dormiste bien? ¿Tienes hambre?——Solo quería tomar un baño pero al final me quedo profundamente dormida, hace tiempo no dormía así, tengo un poco de hambre.— Respondió amable.—Tia— La voz de su hija llegó a sus oídos.—Emily está en la sala, si quieres ve con ella yo las llamaré cuando la comida está lista.—