KIARA.
Se miro en el espejo. Se había decido por una camisa de manga larga negra con cuello de tortuga y un vestido de tirantes color blanco y negro de cuadros.
Dejo su cabello suelto, lo tenía hasta los hombros.
Tock tock
—Señorita Kiara el señor quiere que baje, la cena está lista.—Hablo tras la puerta la señora que cocinaba.
apenas ese día había regresado de sus vacaciones.
Soltó un suspiro.
Quería tomar el valor para bajar y verla.
—¿Señorita Kiara?— Volvió a llamar al no obtener respuesta.
—Enseguida voy.— Respondió tomando la perrilla de la puerta y abriendo.
 
KIARA.—¿Vamos?— Pregunto con entusiasmo Lili.—No lo sé, tengo que pedirle permiso a mi hermano.— Respondió.No se sentía bien, creía que sería un gran error salir a comer y al cine sabiéndo que Kendra estaba en casa encerrada.—¿Le has dicho a tu hermano que salias temprano hoy?— Preguntó, con la mirada en algún punto del estacionamiento.—Si, ¿porqué?— desconcertada la miró.—Por qué creo vino por ti, recuerdo el auto. No me habías dicho lo guapo que es tu hermano.— Contesto con una sonrisa coqueta.—¿Que?— Miro la misma dirección que su compa&nt
Kiara.Semanas después.—¿Gustas más flan?— Preguntó el hombre, con la mirada en Kendra.Ella negó.—¿Disculpa? No te escuché.——No.— Miró su plato. —No gracias.——Y ¿Tu Kiara?——No ya he comido mucho.— Respondio. —Si me permiten iré a mi habitación a terminar mis tareas.——Anda ve, Cuando termines baja a mi despacho quiero hablar de unas cosas contigo.——Si, permiso.—
KIARA. Subió las escaleras con demasiado cuidado, no quería tirar la bandeja, ahora ella y el hombre compartían la misma habitación. Cuando llego hizo maniobra para sacar la llave de su sudadera. abrió la puerta con dificultad. —Buenos días Kendra, he traído el desayuno.— Hablo, viéndola en el sillón. —No tengo hambre.— Murmuró. sin mirarla abrazaba sus piernas. —Tienes que comer— Suspiró. —¿Acaso eres sorda? Te he dicho que no tengo hambre.— —No importa si tienes hambre o no, tienes que comer o el se enojara.— —Habla con el, tiene que entender que nuestro amor solo fue pasajero un amor adolescente que se ha acabado.
KIARA.—Hola.— Saludó Kiara. —¿Como te fue en el trabajo?——Me fue bien.— Beso la frente de Kiara.—¿Podría hablar un momento contigo antes de la cena?——Claro que si— Se sentó a su lado en el sofá. —¿Que es lo que sucede?——¿Fuiste tú quien le metió esas ideas a Kendra?, Ya sabes sobre el como manipularme para hacer lo que ella quisiera. — Habló.El hombre la miro fijamente, soltando un suspiro pesado.—No te mentiré, vi el cariño que le tomaste como también vi como Demián se contr
KIARA.Abrió los ojos con pesadez su cuerpo se sentía cansado a pesar de a ver dormido.Tallo uno de sus ojos, recordando lo sucedió hace apenas unas horas. Se levantó con sumó cuidado, saliendo del cuarto y bajando las escaleras.—Haz despertado, ¿Dormiste bien? ¿Tienes hambre?——Solo quería tomar un baño pero al final me quedo profundamente dormida, hace tiempo no dormía así, tengo un poco de hambre.— Respondió amable.—Tia— La voz de su hija llegó a sus oídos.—Emily está en la sala, si quieres ve con ella yo las llamaré cuando la comida está lista.— 
KIARA.DIAS DESPUÉS.Abrió la puerta con una sonrisa en su rostro.—Hola.— Saludo de un buen ánimo. —Pasa.——Hola, ¿Como te la has estado pasando?— Preguntó pasando a la casa.Se encontraba nervioso y estresado.—Estos días han sido maravillosos.— Respondió feliz. —¿Pasa algo? ¿Como está Kendra?— Cambio su semblante al ver el rostro del hombre.El se pasó la mano por el cabello. estaba frustrado.—Kendra, ella se ha estado por tanto bien, Es respecto a otra cosa aun no lo sé bien lo que pasa , al que puse a cargo de mi empresa no responde ni
KIARA.Abrió los ojos con molestia, su cabeza dolía, su garganta pedía agua además de un dolor en su mejilla.Miro a su alrededor, recordando todo lo sucedido.No sabía cuánto tiempo había estado dormida ni reconocía la habitación en donde estaba.Quizo mover la mano pero un dolor se sentía en esa zona, no se había dado cuenta que tenía una Aguja, al parecer le estaban traspasando suero o algún líquido a su cuerpo.Se quitó la sábana y con cuidado fue retirando el catéter de su mano.Mostrando una mueca de dolor al retirarla.Puso los pies en el suelo, su cuerpo pesaba.—Tengo que salir de aquí.— Murmuró levantándose.&nbs
DEMIÁN.—El muy maldito se escapó pero solo es de tiempo para dar con el.— Hablo, sentado junto a Azucena.—Lo se, no se en que estaba pensando Patrick para hacer esta estupidez.——Tenemos vigilando la casa de sus padres, su empresa y sus propiedades. Patrick es un imbécil por meterse con el mismísimo diablo.——Bien, Cualquier cosa rara que veas en esos lugares manda a hombres al instante. ¿Estás seguro de llevártelos? Sabes que por mí no es ningún problema que se sigan quedando en mi casa.——Te agradezco pero extraño pasar tiempo con ellos solo me los llevaré una semana y si veo que las cosas siguen mal te tomar&ea