Aceptar la invitación al cine de Isaac fue un error. Eden lo supo tan pronto como compraron los boletos, y cuando él apareció con palomitas de maíz y bebidas. Se suponía que iba a ser una noche informal en la ciudad entre dos amigos. Pero Isaac tenía estrellas en sus ojos, y ella tenía mucho dolor en su corazón. Esto no terminaría bien para uno de ellos, o para ambos, de la misma manera que no terminó bien para ella y Liam. ‘¿Qué pensaste que iba a pasar?’, pensó Eden con tristeza, mientras trataba de seguir la intrincada historia de la comedia romántica que se proyectaba frente a ella. Se parecía mucho a la trama mal escrita de su propia vida amorosa, y había muchas similitudes entre ella y la protagonista. Ambas se sintieron atraídas por hombres emocionalmente inaccesibles, e ignoraron a los tipos confiables que querían darles el mundo. Isaac era un hombre seguro y confiable. Era un tipo decente, un buen amigo y un fantástico ayudante La había ayudado a pintar el interior
Isaac hizo todo lo posible para asegurarse de que ella estuviera feliz y cómoda, a pesar de que el viaje a su casa era relativamente corto. Puso algo de música alegre, y encendió la calefacción para calentarla. Condujeron en silencio durante uno o dos kilómetros, hasta que Eden empezó a inquietarse, y se encontró balbuceando para distraerse a sí misma. Tenía mucho miedo de que el dolor y la ira volvieran a apoderarse de ella si se quedaba quieta demasiado tiempo. Ya había llorado lo suficiente por Liam por esta noche. Así que fingió una gran sonrisa en su rostro mientras le hacía preguntas al azar a Isaac. Él estaba feliz de contestarlas todas, mientras conducía el coche por las calles casi vacías. Al final, la conversación pasó a sus respectivos trabajos, e Isaac la puso al día sobre su último caso de divorcio, una pareja con mega millones, pero lo único por lo que querían discutir era por su gato esfinge de diez años. “Lo entiendo”, dijo Eden. “Yo también habría luchado por
Liam sabía que debía irse a casa, recomponerse y calmarse. Ambos estaban muy molestos, por diferentes razones por supuesto, y nada bueno saldría de esta noche si él no se marchaba. Pero nunca podía pensar con claridad cuando se trataba de Eden. Cuando se trataba de ella, su corazón siempre gobernaría sobre su cabeza. Así que, sin pensar las cosas, ni sopesar sus opciones, Liam subió corriendo a su desvencijado pórtico y golpeó la puerta con el puño. “¡Eden, sal ahora mismo!”.Él acamparía allí toda la noche si era necesario. Pero de una forma u otra, lo resolverían esta noche, y él obtendría todas sus respuestas. La puerta se abrió de inmediato. Sin sentirse impresionado, y debidamente molesto, Eden salió de la casa y lo empujó escaleras abajo. “¿Qué diablos crees que estás haciendo? ¡Vas a despertar a mi hijo!”. “¿Te refieres a nuestro hijo?”, exigió Liam. La confusión, y algo que él solo podía describir como miedo, cruzó por su rostro muy brevemente, pero rápidamente se
Brenda salió de su escondite en el momento en que escuchó la puerta principal cerrarse de golpe. Se veía tan aterrorizada como se sentía Eden, y durante uno o dos minutos, ambos se sentaron en el sofá en total silencio, y miraron la pantalla de televisión apagada. “¿Estás bien?”, le preguntó la niñera cuando el silencio se volvió un poco insoportable. Con una voz sorprendentemente firme, ocultando el torrente de lágrimas que le inundaban el corazón, Eden le aseguró que estaba bien; había pasado por cosas peores, en lo que respectaba a Liam. Era una puta mentira, por supuesto. El enfrentamiento de esta noche había sido, sin duda alguna, su batalla más brutal, desgarradora y destructiva, y se sorprendió de seguir en pie después de todo el derramamiento de sangre.“Deberías dormir un poco”, agregó Eden, mientras gentilmente ayudaba a Brenda a ponerse de pie y la empujaba hacia su dormitorio. “Ya es tarde”.“¿Qué hay de ti?”, preguntó la niñera mientras se detenía en el pasillo
“¿Qué diablos te pasó?”. Su terapeuta no pudo ocultar su horror cuando entró en su oficina. La expresión de perplejidad en el rostro y el tono de ella inusualmente estridente eran una sorpresa para Liam, era la primera vez que Liam la veía así. Ella siempre fue apática, hasta el punto en que él se había convencido a sí mismo de que en realidad era un robot disfrazado de humano. Estaba secretamente complacido, y algo perturbado, al ver que Linda era una simple mortal como él, y al darse cuenta que su fría máscara de apatía se desvanecía de vez en cuando. “Necesito un puto trago”, anunció mientras cruzaba la habitación y se detenía frente a la ventana, observando cómo las finas gotas de lluvia se deslizaban por el cristal. Había comenzado a granizar poco después de que él dejara la casa de Eden, pero la tormenta torrencial había perdido su fuerza y se disipó en una ligera llovizna, bastante similar a sus sentimientos. Pelear con Eden siempre lo dejaba agotado. “Linda, ¿dónd
El sonido de una llave tintineando en la puerta de su casa sacó a Eden de su trance, y de repente, sus amigas entraron, luciendo todas cómodas en sus pijamas."Edie, ¿qué diablos pasó?", preguntó Lydia mientras dejaba su almohada y su manta en el sofá. Ella sabía que sería una larga noche, así que vino preparada."Sí, no has invocado un 'código azul' desde lo que sucedió con Simon", añadió Cassandra, mientras descorchaba la botella de vino tinto y esperaba que Sienna le entregara las copas.Sin embargo, Eden no podía esperar tanto. Agarró la botella apenas la abrieron, sin importarle si le causaría una fuerte resaca al día siguiente o, peor aún, un malestar estomacal.Tomó un gran sorbo y todas quedaron sorprendidas. Sabían que se había emborrachado recientemente, pero era la primera vez en dos años que Eden bebía frente a ellas.Todas se miraron unas a otras, preocupadas, mientras ella dejaba la botella sobre el mostrador."Él lo sabe", dijo ella con una voz tranquila, enmascara
James y Steven, que siempre eran alegres y conversadores, estaban inusualmente callados en el camino de regreso a casa de Liam, y él no estaba de humor para descubrir el motivo detrás de sus caras molestas.Sin embargo, estaba bastante seguro del porqué de ello.Ellos estaban molestos por la forma en que había manejado su confrontación con Eden.Estarían encantados de saber que los tres se sentían igual. Pero él cargaría con todos los arrepentimientos.Liam no quería admitirlo, pero Linda tenía razón. Debió tomarse un tiempo para procesar y aceptar su nueva realidad, en lugar de apresurarse dónde Eden como un loco.Él debió darle el tiempo para reconocer sus errores.Pero ahora que había forzado la situación, ya no veía otra salida. Su única opción era seguir adelante.Se rió un poco, como burlándose de sí mismo, cuando recordó una calcomanía que vio una vez en la defensa de una camioneta vieja, que decía ‘Todo siempre se ve más claro en retrospectiva’. Era un cliché en el que n
"¿Es verdad que Aiden McBride es tu hijo?". Lois fue directo al grano una vez todos estuvieron sentados alrededor de la chimenea de su sala."¿Cómo sabes eso?", gruñó Liam enterrando su rostro entre sus manos, con temor de lo que dirían sus padres."James", respondió Clarke. "Olvidas que él trabaja para mí".Cierto, Liam estaba furioso. Debería despedirlos a todos y contratar a su propia gente."¿Entonces?", Lois se inclinó hacia adelante, sus ojos brillaban con esperanza y expectativa."Sí lo es", admitió Liam."¿Está confirmado?", preguntó su padre, con el ceño fruncido."Sí"."Increíble", Lois rompió a llorar, Clarke la abrazó mientras ella sollozaba, y sus hermanas lo miraron sin sorpresa alguna.Su madre se recuperó; aún con los ojos todavía húmedos, la nariz enrojecida y llena de manchas, tenía un sinfín de preguntas y demandas. "¿Dónde está? Quiero verlo. Quiero abrazarlo. Tráemelo. ¿Está arriba...?”.Ella se puso de pie, a punto de subir corriendo la escalera de crist