El sonido de una llave tintineando en la puerta de su casa sacó a Eden de su trance, y de repente, sus amigas entraron, luciendo todas cómodas en sus pijamas."Edie, ¿qué diablos pasó?", preguntó Lydia mientras dejaba su almohada y su manta en el sofá. Ella sabía que sería una larga noche, así que vino preparada."Sí, no has invocado un 'código azul' desde lo que sucedió con Simon", añadió Cassandra, mientras descorchaba la botella de vino tinto y esperaba que Sienna le entregara las copas.Sin embargo, Eden no podía esperar tanto. Agarró la botella apenas la abrieron, sin importarle si le causaría una fuerte resaca al día siguiente o, peor aún, un malestar estomacal.Tomó un gran sorbo y todas quedaron sorprendidas. Sabían que se había emborrachado recientemente, pero era la primera vez en dos años que Eden bebía frente a ellas.Todas se miraron unas a otras, preocupadas, mientras ella dejaba la botella sobre el mostrador."Él lo sabe", dijo ella con una voz tranquila, enmascara
James y Steven, que siempre eran alegres y conversadores, estaban inusualmente callados en el camino de regreso a casa de Liam, y él no estaba de humor para descubrir el motivo detrás de sus caras molestas.Sin embargo, estaba bastante seguro del porqué de ello.Ellos estaban molestos por la forma en que había manejado su confrontación con Eden.Estarían encantados de saber que los tres se sentían igual. Pero él cargaría con todos los arrepentimientos.Liam no quería admitirlo, pero Linda tenía razón. Debió tomarse un tiempo para procesar y aceptar su nueva realidad, en lugar de apresurarse dónde Eden como un loco.Él debió darle el tiempo para reconocer sus errores.Pero ahora que había forzado la situación, ya no veía otra salida. Su única opción era seguir adelante.Se rió un poco, como burlándose de sí mismo, cuando recordó una calcomanía que vio una vez en la defensa de una camioneta vieja, que decía ‘Todo siempre se ve más claro en retrospectiva’. Era un cliché en el que n
"¿Es verdad que Aiden McBride es tu hijo?". Lois fue directo al grano una vez todos estuvieron sentados alrededor de la chimenea de su sala."¿Cómo sabes eso?", gruñó Liam enterrando su rostro entre sus manos, con temor de lo que dirían sus padres."James", respondió Clarke. "Olvidas que él trabaja para mí".Cierto, Liam estaba furioso. Debería despedirlos a todos y contratar a su propia gente."¿Entonces?", Lois se inclinó hacia adelante, sus ojos brillaban con esperanza y expectativa."Sí lo es", admitió Liam."¿Está confirmado?", preguntó su padre, con el ceño fruncido."Sí"."Increíble", Lois rompió a llorar, Clarke la abrazó mientras ella sollozaba, y sus hermanas lo miraron sin sorpresa alguna.Su madre se recuperó; aún con los ojos todavía húmedos, la nariz enrojecida y llena de manchas, tenía un sinfín de preguntas y demandas. "¿Dónde está? Quiero verlo. Quiero abrazarlo. Tráemelo. ¿Está arriba...?”.Ella se puso de pie, a punto de subir corriendo la escalera de crist
Su guerra fría duró tres días.Habría durado más si Eden no hubiera decidido actuar con valentía y enfrentarse a Liam.Después dar vueltas fuera de su oficina, finalmente se armó de valor y llamó a su puerta.Sabía que él estaba desocupado. Había cancelado su reunión de las 11:00 AM sin dar ninguna razón. Pero como él es el jefe, ella nunca preguntaba el porqué. De por sí ya estaba en la cuerda floja con él. Esperó exactamente dos minutos antes de que la invitaran a pasar.Escuchar la voz intangible de Liam desde el otro lado de la puerta la hizo sentir una chispa de alegría a su columna vertebral. Cerró los ojos, recordando todos los momentos felices en que él había dicho su nombre, la forma en que la había tocado y besado. Dios, ansiaba sus besos tanto como extrañaba la forma en que la llamaba “Princesa”."Tienes que concentrarte", se dijo a sí misma. No era buena idea distraerse cuando estaba tan cerca de una negociación importante. Tenía que estar concentrada para su discusi
Eden pasó la noche inquieta, imaginando todos los posibles escenarios, su mente ya dentro de las lujosas oficinas de la Compañía Thomas Blaine.Para cuando se hicieron las 5:00 AM, estaba muy exaltada.Mientras más trataba de seguir su rutina matutina y pretendía que era como cualquier otra mañana normal de miércoles, más difícil le era resistir la tentación de tomar consigo a Aiden y salir corriendo.Liam de seguro la perseguiría, pero si se iba ahora, tendría una ventaja de tres horas.Ella caminó hasta la habitación de Brenda mientras se cepillaba los dientes y se quedó mirando a Aiden, que aún dormía plácidamente en su cuna.Ella podría lograrlo, no había duda.No necesitaría muchas cosas. Solo una bolsa de viaje y...Su teléfono sonó en su habitación, pero luego de ir y tomarlo, su corazón se destrozó al leer el claro mensaje de texto de Liam. [Ni siquiera lo pienses].¿Acaso era psíquico?¿Cómo sabía que ella estaba pensando en irse de la ciudad?¿La conocía tan bien?
"George Whitman...”. Un hombre de pelo plateado, gordo y con gafas, usando un traje caro pero que no le quedaba bien, se puso de pie, extendió la mano sudorosa y le sonrió. "¿Está su equipo legal en camino, Señorita McBride?"."No". Eden le estrechó la mano con firmeza y caminó hasta el final de la mesa donde estaba Liam, tomó una copa vacía y se sirvió un trago, asombrando a todos con su audacia."¿Qué diablos crees que estás haciendo?". La habitación quedó en silencio con el fuerte gruñido de Liam y, durante el minuto más largo de la historia, Whitman y su equipo lucieron incómodos."¡No empieces, Liam! Me convocaste aquí muy temprano. Ni siquiera tuve tiempo de comer. ¡Estoy muerta de hambre, así que no te atrevas!", ella le advirtió con calma, mientras tomaba su copa de vuelta a la mesa larga y se sentó frente a Whitman.Sus colegas se miraron con desconcierto, y él se sentía igual de incómodo por lo que se quitó las gafas y las puso sobre la mesa.“Señorita McBride, en mi cor
George estaba algo perplejo antes, pero ahora estaba completamente desconcertado, mientras que todos estaban incrédulos al ver como las negociaciones, que se suponía terminarían en menos de cuarenta y cinco minutos, llegaron a un final tan estrepitoso sin siquiera haber comenzado.Liam también estaba sorprendido. No esperaba que Eden aceptara esa oferta.Ella tomó un sorbo de su bebida y se puso a revisar su teléfono, mientras el equipo legal balbuceaba desde sus asientos, reclamando que dejara claro si entendía los términos del acuerdo."Sí", respondió ella, apenas levantando la vista, dejando claro quién estaba a cargo.Si no estuviera tan furioso con ella, Liam la habría alcanzado y besado hasta dejarla sin sentido, y tal vez también se la habría cogido sobre la mesa; resulta que verla mantener la compostura y sensatez, en un momento donde debía estar emocionalmente deshecha, le resultaba demasiado excitante. George se dirigió a Eden en un tono firme, tratando de tomar el cont
"¿Cómo le fue, Señor?”, preguntaron James y Steven cuando él se subió al coche. "¿Usted y la Señora se reconciliaron? ¿Se mudarán con usted ella y el bebé?"."¡Ella jugó conmigo!", gruñó Liam mientras se aflojaba la corbata y se la quitaba del cuello con exasperación. "Ella me arrinconó, y uno de esos idiotas pensó que me había sacado la lotería con un acuerdo de custodia que ni siquiera quería. ¡Quería que viniera a casa! ¡Quería que ella y nuestro hijo estuvieran en casa conmigo! ¿Qué se supone que voy a hacer ahora, solo y con Aiden a mi cargo?"."¿Pedirle perdón a la Señora?". Steven dio su opinión, pero James rápidamente sacudió la cabeza para callarlo."¿Por qué siempre debo pedir perdón? ¿Por qué debo pedir perdón cuando Eden me mintió y mantuvo a mi hijo alejado de mí? ¿Cuándo es que yo recibiré mis disculpas?".Liam se olvidó momentáneamente de encontrar una manera de seguir adelante mientras echaba humo en su asiento, atormentado, tratando de entender en qué momento su re