AZZULA
—Entonces las lunas son la pareja eterna de un alfa —recapitulo lo que ya me ha contado mientras tejo su cabello.
—Así es, tú eres mi luna, mi pareja destina por la diosa luna —se encarga de aclararme.
—Pero ¿Cómo sabes que soy yo y no otra persona? —cuestiono.
—Porque para eso la diosa luna le otorgó a los mates un olor distinto y sobretodo un olor que nos gusta más que cualquier otro.
— ¿A que huelo yo? —se gira para colocar su nariz en mi cuello, la desliza de arriba hacia abajo provocando que todo el vello de mi cuerpo se erice por esa suave caricia.
—Flores silvestre, fresa y especias —susurra lentamente dejando salir el aire caliente de su boca sobre la piel sensible de mi cuello.
— ¿Cuál es tu favorito? —muerde la piel de mi cuello, suspiro porque sin duda alguna es
MíaRespiro su olor mientras él esta entretenido viendo la serie y jugando con mi cabello, el calor de su fuerte pecho lo puedo sentir en mi mejilla, su corazón late normal y puedo sentir lo relajado que se encuentra. Sonrió al pensar en manera tan infantil que me escabullí en su casa, Erick me sonrió y dijo ¨No debes temer de que Azzula te vea, ella estaría encantada de saber que estas aquí¨ pero aun así solo lo hice por él y la relación que tiene con su hija, no se cómo tomara Azzula que una mujer profane su casa.— ¿Crees en esos seres sobrenatural? —pregunto indiferente al ver la serie de hombres lobos que mira.—Supongo que no somos la única raza en este mundo —es lo que dice. No sigo preguntando porque su respuesta es suficiente para saber que si cree que puede a ver seres diferentes en algún lado del mun
AZZULA—Yo no soy tu Aurora, ni tu ex mujer, así que no te hagas historias que no son —suelto separándome de él.—Son iguales, solo que tú eres más joven —me dice tratando de agarrarme pero bajo de la cama.—Sabes que, mejor lárgate por dónde has venido —señalo la puerta de mi balcón pero este solo suspira para mirarme por unos segundos.—Bien me voy pero eso no cambia las cosas, te hare ver la verdad y te ayudare a recordar tu vida pasada, luna mía —sus palabras son como una promesa, se acerca a mi para dejar un beso en mi frente y en cuestión de sale de mi habitación. Una enorme soledad me embarga es como si una parte de mi cuerpo fuera arrancada cuando dejo de sentir su presencia en mi habitación.Regreso a la cama donde tomo la almohada donde estuvo recostado y donde parte de su olor p
ErickMás hijos eso nunca ha pasado por mi cabeza sabiendo perfectamente las consecuencias graves que puede traer consigo un embarazo, siempre he dicho y he tenido suficiente con Azzula pero nunca me puse a pensar lo que querrá la otra persona con la que llegara a tener un acercamiento, Mía es una mujer joven y quiero ir enserio con ellas, claro hasta que tal vez se dé cuenta que soy un viejo para ella, suspiro por mis pensamientos, no quiero que eso pase sería algo un poco decepcionante para mi pero Mía ya dijo que mi edad nunca será un problema para ella ¿Querrá utilizarme como una simple experiencia? Niego por mis pensamientos conspirativos.— ¿En qué piensas? —su pregunta me saca de mis pensamientos, la miro parada frente a la puerta de mi baño solo con mi camiseta y uno de mis bóxer, hermosa.—En que tengo la chica más hermosa
AZZULA— ¿Qué haces? —cuestiono a Sebastián cuando toma una mochila e introduce en ella dos prenda de ropa junto a un juego de braga, joder me avergüenza por chat y ahora lo hace también personalmente mientras hurga en mis cosas íntimas.—Toda tu casa huele a sexo y los vellos de mi cuerpo se erizan al escuchar los gemidos de tu padre y mi hermana —suelta con naturalidad provocando que me quede quieta y que toda mi cara se ponga roja.— ¿Qué? —es lo único que sale de mi boca este me mira para pasar una mano por su cabello.—No me de tendré a explicarte como copulan dos personas, ahora vámonos.— ¿Pero a dónde? —cuestiono dejándome guiar al balcón.—Al bosque —me dice como si fuera lo más normal del mundo.—Estás loco, fuera hace muc
MíaRespiro el maravilloso olor de Erick mientras siento sus dedos hacer círculos en mi espalda, suspiro por el calor de su cuerpo pegado al mío, necesito hablar con él y decirle lo que soy pero no tengo palabras, ni el valor suficiente para decirle la verdad.—Estas muy callada —comenta, suspiro y elevo mi cuerpo llevándome la colcha entre mis brazos para cubrir mis senos.—Erick… yo —no se ni por dónde empezar —Debo decirte algo muy importante —susurro, su rostro se pone serio y puedo hasta oler inseguridad en él.—Si quieres terminar esto, yo lo entenderé —su voz sale dolida, niego para llevar mi mano a su rostro y acariciar su barba.—Bobo, nunca te dejaría —le digo y eso lo hace suspirar aliviado.—Entonces, ¿Qué me quieres decir?—Recuerdas que te hable de se
OmniscienteLos días pasan rápido y los lazos entre Erick y Mía crecieron llevando a la loba a querer marcarlo como suyo pero como siempre con el temor de dañarlo, por otro lado Sebastián se cuela cada noche en la habitación de Azzula y se va cada mañana antes de que su padre despierte.Azzula tiene contantemente encuentro con su subconsciente que quiere despertar, Orus está equivocado al decir que dentro de ella conviven las dos almas tanto Azzula como Aurora, lo que nadie sabe es que Azzula no existe y que solo es una vida que sea creado al Aurora perder sus recuerdo por la reencarnación, recuerdos que quieren salir y que empujan más y más. Aurora tiene contantes pesadillas pero estas son solo recuerdos de aquel trágico día cuando fue sacrificada por los brujos negros.—Hey tranquila —susurra Sebastián dejando caricias sobre su cabello
—Perfecto —le dice Sebastián a su padre desde el teléfono cuando este le informa que colocara algunos lobos a proteger la bóveda y evitar que los brujos lleguen al libro.—Me alegro que Aurora este de vuelta —Maiquel siente la necesidad de contarle a su hijo lo que siente respecto a su luna, ya a que no quiere que se sientan culpable por lo que está pasando—Espero que pronto todos estén aquí —informa.—Pronto estaremos todos reunidos —es lo que dice Sebastián y terminan la conversación.— ¿Está todo bien? —cuestiona Aurora mirándolo angustiada.—El libro permanece en la bóveda no hay de qué preocuparse —Aurora asiente y luego suspira.— ¿Cuándo partimos?— ¿Partimos? Azzula no puedo abandonar la empresa.—No debes preo
—Mi alfa, mi lobo —susurra Aurora sobre los labios de Sebastián que se encuentra embobado por los mimos de su luna sentada sobre su regazo, su lobo ronronea feliz por tenerla devuelta con todos sus recuerdos.—Te amo, te amamos luna —suelta con sus ojos rojos con algunas pequeñas manchas doradas.—Los amo —besa tiernamente sus labios ganando un ronroneo por parte del lobo, suspira apoyando su frene contra la de Sebastián y ambos se quedan en silencio disfrutando de los sentimientos del otro a través del vínculo que los une. Sebastián se siente totalmente completo pero en lo más profundo de su corazón el miedo está instalado, no quiere perder a su luna, no otra vez.—Te extrañamos.—Yo igual los necesite —susurra pasando su mano derecha por el cabello del alfa.—Queremos estar contigo, luna —piden ambas partes, Auro