Ágata
Después de que Maiquel se fue por lo que paso en la frontera, me doy un baño. Cuando baje me encontré con Emili que me conto que los vampiros atacaron hace unas cuantas semana varías manadas cercanas.
—Por lo que huelo alguien estuvo entretenida anoche, —comenta con tono pícaro, me sonrojo a más no poder. Ella explota en una carcajada—Espero que se hayan protegido—murmura.
—Buena anoche no utilizamos preservativos, pero no me asusto ya que cuando estaba en el baño me llego A
Ágata— ¡Me las pagarán malditos!—Exclama para salir azotando la puerta. Estoy sorprendida por como la tome del cuello y la arroje a la puerta, estoy mirando un punto fijo cuando siento como una mano toma la mía.—Tranquila mi luna, te explicare todo esto, lo que te está pasando es parte de la marca. Ven tomemos asiento, —murmura para sentarse en la silla detrás del escritorio de su despacho mientras me toma de la mano y me sienta en su regazo, pero yo me levanto y el me mira un poco preocupado y triste porque lo rechace, yo por mi parte me siento a horca
Ágata— Ah... Y te vas al sofá porque conmigo no duermes esta noche. —Le digo y le doy la espalda, siento que toma su almohada y cuando esta de espalda a mi miro lo que hace, entra al closet y sale con un pantalón de pijama y una colcha azul. Intenta acomodarse en el mueble hasta encontrar una posición agradable, me siento un poco triste por hacerle eso pero se lo merece por dejar que esa puta tocara su miembro. Maiquel—Amor ven que te prepare un baño relajante.Escucho que dice mi luna, <<Diosa amo a esta mujer>>, me levantó de la cama y ella también, separa frente a mi toma la parte baja de mi musculosa y como ya se lo que va hacer levanto los brazos y ella saca la musculosa, deposita un beso en mi pecho sobre mi corazón. Me quito los tenis y ella me ayuda a bajar mi pantalón deportivo quedando en bóxer, me toma de la mano y me gCapítulo 16
MaiquelNo puedo creer lo que ven mis ojos, mi luna es una hermosa loba blanca con unos impresionantes ojos azules, me acerco porque esta tirada en el suelo cansada por la transformación, acaricio su pelaje y ella ronronea por mi tacto.—Eres hermosa mi luna, —murmuro mient
Ágata—Celo. —Es lo único que dice entre gruñidos para volver a entrar su rostro en mi cuello.Una
ÁgataHoy es el último día de celos de Maiquel y mío, me acabo de despertar y Maiquel está acariciando mi cuerpo.—Tomemos un baño, —propongo porque me siento incómoda hace más de dos hora hicimos el amor y el nudo se formó. Cuando el nudo se forma, el eyacula como tres veces eso es mucho y me siento pegajosa, me toma de la cintura y me carga hacia el baño, abre la ducha y entra en ella para comenzar a lavar nuestro cuerpo.
ÁgataCuando me separo de Maiquel para poder respirar me da la vuelta y toma el jabón líquido, comienza a lavar mi cuerpo, sus manos están en mis pezones los aprieta con su dedo índice y pulgar, gimo y muevo mi cadera en círculo contra su erección mientras subo mis dos manos a su cabello, el jadea por el roce que le causa el movimiento de mis nalgas con su pene duro y caliente. ÁgataDespierto y siento los fuertes brazos de Maiquel acercándome a su cuerpo, ayer cuando llegue de la universidad Maiquel no estaba, no sé qué es lo que está pasando pero ya tiene dos semanas raro y yo estoy que cada día vómito todo lo que como, no le he dicho a Maiquel porque sé que está muy cansado con los asunto de las manadas, no quiero preocuparlo con mis asuntos.<Capítulo 21