Franco:
Decirle a Andrés sobre el contrato que tenemos con Victoria, fue una estupidez. No sé porque lo hice. Estaba mal, enojado por lo que Victoria me hacía sentir. Tampoco sé porque le dije del compromiso, no es necesario, yo puedo alargar este noviazgo de forma indefinida sin tener que dar el siguiente paso.¿Por qué lo hice entonces?Tenía la necesidad de tenerla cada vez bajo mi dominio, que se sometiera a mí hasta en los más mínimos caprichos que se me ocurrieran.Andrés me dijo que ella está enamorada de mí, eso me perturba bastante, pues no quiero que me ame, quiero que se someta. Esto es un juego para mí, uno que me gusta aunque por momentos me tense.Pensé en romper el contrato pero no puedo, o, en el fondo, en realidad romperlo es lo que no quiero.- Mejor así, no sé si al final lo habrá &ndasNarrador:Victoria se mostraba muy distante de Franco, se acercaba a él, solo cuando estaban los padres de Andrés presentes, pero luego no, siquiera en presencia del mismo Andrés, se mostraba cariñosa ni complaciente. Se sirvió una taza de té y se sentó en la banca fuera de la casa. Andrés se acercó a ella- ¿Puedo? – preguntó señalando la banca, Victoria lo miró con indiferencia- Es tu casa, puedes hacer lo que te plazca- Anda, no seas tan antipática conmigo que yo no te he hecho nada- No, pero tampoco me apetece ser amable en este momento, así que mejor te vas y me dejas sola – de todas formas, Andrés se sentó junto a ella- Debes estar muy enojada, pues no te pareces en nada a la chiquilla que llego hace un par de días – Victoria dejó de mirarlo y se concentró en el p
Victoria:¿En qué estaba pensando cuando le dije de hablar?, en realidad no tenía que tocar ningún tema importante con él, solo quería pasar un rato a su lado como si nada de lo anterior hubiera pasado, necesitaba llevarme ese recuerdo de la casa de campo. Cuando me tendió la mano solo se la tome, entrelazando mis dedos con los suyos. Adoré ese trecho que hicimos en silencio, pues éramos solo él y yo, junto al paisaje. Fue un momento de una intimidad hermosa. Hasta que llegamos al enorme árbol, plantado en el medio de la nada, y me contó su primer experiencia sexual. Debo reconocer que, aunque me intimidó un poco el desenfado con el que me lo contó, me sentí un poco celosa de esa prima suya. Pues desde que lo conozco sueño con besarlo. Pero sentir su cercanía y, aunque lo nuestro fuera de fantasía, decirme que era la elegida, me
Narrador:Alberta María de Angelis, más conocida como Doña Berta, estaba por demás emocionada con la noticia de que su nieto mayor iba a comprometerse y a continuación casarse, que era lo más anhelado por ella en los últimos años. Esa mañana se lo había confirmado la novia en cuestión. Para la anciana era un acontecimiento que había que llevar a cabo por todo lo alto.- Luciano, ven aquí, mi cielo, que tengo una excelente noticia – le gritó, al ver a Luciano cruzar el salón rumbo a la puerta de calle.- ¿Qué sucede, abuela? - dijo su nieto menor, volviendo en sus pasos y sentándose a su lado en el sofá- Franco se casaLuciano, que sabía del contrato, no podía creer lo que acababa de oír. Sus ojos parecían que se iban a salir de sus cuencas.- Pero
Narrador:Franco y Victoria ya estaban a punto de llegar a la mansión. Sabían que les tocaba vivir días muy intensos.- Sabes que la abuela estará muy acelerada – dijo Franco mientras colocaba la mano sobre la rodilla de Victoria, ella le puso la suya arriba y se la aprisionó- Lo sé, lo sé – Franco detuvo el coche- Mira, si no estás segura, si quieres que lo echemos para atrás, fingimos una discusión y pronto, lo aplazamos indefinidamente.- Franco, no te preocupes, estaré bienSe acercó a ella y le dio un beso en la mejilla, pero muy cerca de la comisura de los labios. Ella se sonrojó- Adoro cuando te sonrojas – sonrió y continuo el viajeAl llegar a la mansión se encontraron con la sorpresa de que no había nadie, solo la servidumbre. Rebeca salió a su encuentro- Bi
Narrador:- Ya no quiero comer nada más- Tienes que comer, últimamente estás comiendo muy poco- Es que vivo con el estómago hecho un nudo marinero, y todo te lo debo a ti.- Vic, no seas injusta- ¿Tú me hablas de justicia? ¡Pero por favor, Franco!- Mira, hablemos mañana más tranquilos, que verás todo con más claridad y allí…Tres tímidos golpecitos en la puerta interrumpieron el discurso- Disculpa, Franco. Vino Carla, le dije que estabas descansando ya, pero insistió y no pude correrla.- Gracias, Rebeca, ya bajo- Está en tu habitación, disculpa, no lo pude evitar.Franco le dirigió una sutil mirada a Victoria deseando que no hubiera escuchado ésto último, pero los ojos de la joven revelaban lo contrario- Ok, Rebeca, ya voy, no te preocupes. Vete a descans
Narrador:Doña Berta había conseguido, debido a sus altísimas influencias, fecha para dos días en adelante.- ¿Pasado mañana, abuela?- Sí, Franco, dijimos lo más rápido posible, moví muchos hilos para conseguirlo – y mirando a la joven – díselo, Victoria- Sí, cariño, mejor así, estoy encantada que sea cuanto antes- Bien, que sea pasado mañana entonces, no me dejan mucho para elegir- Franco, estas son cosas de mujeres, tu encárgate de estar allí con el anillo, lo demás déjalo en nuestras manos- Abuela, es que ustedes dos juntas son un peligro – rió mirando a Victoria, pero ella solo le devolvió una mueca- Bueno, voy a buscar mi agenda para llamar a las boutiques, es que tenemos que comprarte el vestido más lindo del mundo, Victoria, ese dí
Narrador:Luego de semejante confesión, Franco colocó a Victoria sobre la cama y le besó la frente- Ahora descansa, Vic, que mañana tendrás un día realmente agotador con la abuela – dio un paso para alejarse pero ella le tomó de la mano- ¿Te quedas esta noche conmigo?, por favor – él la miró lleno de ternura- Si es lo que quieres…- Sí, es exactamente lo que quiero- Ok, deja que me vaya por mi pijama y me dé una ducha, volveré enseguida- No iré a ningún sitioFranco se fue a su dormitorio y se dio una ducha. Sabía que el pedido de Victoria tenía escondida una invitación, que tal vez ni ella se había dado cuenta. Así que volvió con ella a toda prisa. Se metió en la cama, ya estaba dormida, pero el sentir el calor del cuerpo de Franco junto al su
Narrador: El gran día había llegado. Todo era una locura, gente que entraba y salía de la mansión con regalos que llegaban para los novios por su compromiso. Victoria estaba sumamente nerviosa, la noche anterior no había podido pegar un ojo, Franco había tratado de dormir con ella, pero la joven había preferido rechazar el ofrecimiento. Sabía que esa noche se comprometía con el hombre que la había alquilado como novia, pero no sabía que iba a pasar luego.Durante todo el día lo había estado esquivando, pero al caer la tarde ya no puedo hacerlo. Se encontraba en su dormitorio cuando unos golpecitos en la puerta la sobresaltaron- ¿Puedo entrar, Vic?- Claro, Franco, ¿desde cuándo pides permiso para entrar?- Desde que siento que me esquivas, como hoy- Es que estoy muy tensaSe acercó a ella y la tomó de las manos- No lo estés, hoy vamos a divertirnos- No, Franco, no es así. No vamos a una fiesta cualquiera, vamos a comprometerno