El hecho de estar en un gimnasio dejando salir toda esa ira que llevaba conmigo y tratando de pensar en otras cosas solo me hacía sentir un poco mejor o quizás hasta más que bien de lo que debería sentirme.
Cada vez que mis pesadillas se hacían presentes solo me llevaban a que mi ansiedad creciera y que esas jodidas ganas de recurrir nuevamente a las drogas se incrementaran, pero había aprendido a que mi cerebro no podía ganarme en estas jugadas ya que esa es tu arma más letal.
Si no controlas tus pensamientos estás perdida. Eso siempre me lo repetía Sarah cada vez que soltaba uno que otro golpe a la bolsa de arena frente a mí ya que solo recordaba el rostro de Jay y mi ira crecía.
El chico que se encontraba a unos metr
† CITA Y UN 0BJETIVO †Gia.Había llegado esa gran noche.Esa noche en donde tenía que dejar de lado ser aquella chica normal y volver a la realidad en donde me convertía en una jodida hija de puta que no le importaba el mal o el bien que causaras al planeta.Me encontraba frente al espejo terminando los últimos retoques de mi maquillaje de noche. Me limité por un vestido largo en color negro con una pierna descubierta, sin tiras, unos tacones en negro para acompañarlo, y una gargantilla de perlas. Me hice una coleta dejando mi cuello a la vista junto a mi flequillo y sonreí al ver lo maravillosa que me encontraba.Sarah lo tenía todo más que planeado ya que horas antes recibí su llamada en la cual me dejo en claro que el vestido lo había escogido para mí y que al
† MAFIOSA †Pasado.Gia.El sonido de mi encendedor se hace presente y es lo único que mantiene al hombre frente a mí con su expresión de pánico.─¿Qué sugiere Srita. Russo? ─pregunta Alonzo a mi lado.Doy unos pasos hacia el hombre que se encuentra atado en la silla y el sonido de mis tacones hace eco en toda la habitación.─Dimmi Lorenzo ─pronunció en mi lengua materna. ─¿Come preferisci morire?«Dime Lorenzo ¿Cómo prefieres morir?»El hombre frente a mí trata de hablar, pero el pedazo de suéter que tenía en su boca se lo impedía y solo se escuchan sonidos extraños.─Creo que quiere morir
† PRIMER ASALTO †Hummer.Nunca había estado tan nervioso como lo estaba ahora, temía por la vida de Gia. Sabía que tarde o temprano descubriría lo que era y me aterraba el hecho de que me entregara a la policía o le dijera a alguien más.Sus ojos se encontraban entre las personas a nuestro alrededor y por su expresión parecía tan indefensa, tan asustada que me aterraba demasiado que algún día supiera mi gran verdad.Tantas cosas que pasaban por mi cabeza me tenían al borde del colapso. Al borde de levantarme de mi silla tomarla de la mano y dejar esto hasta aquí para devolverla a su hotel. Pasé una de mis manos por mi saco tratando de disimular que lo estaba alisando y sentí el arma que llevaba conmigo.Necesitaba estructurar un buen plan en el momen
† LENTO Y DOLOROSO †Gia.Las cosas a mi alrededor se encontraban calmadas, pero no podía decir lo mismo de las llamadas de Sarah. Gracias a uno de sus mensajes supe que Monserrat estaba por llegar y en cuanto mis ojos la repararon no pude evitar imaginar escenarios en donde ella se encontraba cubierta de sangre con tres tiros en la frente gracias a mí.En ocasiones caía en cuenta de que hasta mis pensamientos eran extraños ya que antes no era así, pero supongo que todo se debía al gran cambio que había tomado y aunque a veces pensaba una y mil veces en una forma de salir de esta mierda luego recapacitaba y e repetía que esto me divertía.Mis ojos dieron a los ojos azules de Hummer y luego desvié la mirada hasta la chica que tenía que morir esta noche. Noté que Hummer no deja
† VIDA Y MUERTE †Hummer.Luego de que dejará a Gia en la mesa con la única escusa que fui capaz de soltar caminé entre la multitud siguiendo el cuerpo de Monserrat, pero luego observé que dos de sus guardaespaldas pasaron a mi lado también siguiéndola, así que me dispuse en caminar lento y hacer como si estuviera caminando en dirección a la barra.─ ¿Deseas algo de tomar? ─preguntó el hombre frente a mí.─No, estoy bien así.Dirigí nuevamente mi mirada hacia el pasillo en donde Monserrat se había perdido y decidí ir hacia allá. Llevé mi mano derecha al arma que se encontraba en mi saco y mi otra mano a mi bolsillo sacando el silenciador. El pasillo estaba oscuro por lo que algunas personas no entrarían aquí.Coloqué el sile
† LUCHA MASIVA †Hummer.No dejaba de dar vueltas en el pasillo, me deshice de mi saco, podía ver restos de sangre en mi camisa blanca, pasé las manos por mi cabello despeinado y dejé caer una que otra lágrima de frustración.El teléfono de Gia empezó a sonar y cuando abrí su bolso me topé con que llevaba dos así que tomé el que estaba sonando y lo saqué de su bolso, en la pantalla estaba el nombre de Sarah.─¿Bueno? ─dije al contestar.─¿Quién eres? ¿Porque tienes el teléfono de Gia?─Soy su novio, estoy en el hospital con ella, acaba de recibir dos impactos de bala ─solté.─¡¿Qué?! ─gritó al otro lado ─ Pero ¿cómo es eso posible? ¿Qué
† SIGUIENTE †Hummer.Al estar en el baño del hospital tomé un poco de agua entre mis manos y la llevé a mi rostro para despertarme ya que aún no me encontraba del todo bien, una parte de mi creía que toda esta mierda era una pesadilla y que necesitaba algo fuerte para despertarme.Llevé una de mis manos a mi bolsillo trasero y saqué mi encendedor y luego llevé mi otra mano a la parte interior de mi saco para sacar una cajetilla de cigarros. Entré a uno de los cubículos del baño y tomé lugar en uno de ellos, encendí el cigarro y dejé que el humo me despertara del todo ya que lo necesitaba desde que llegué a este hospital.Luego de terminar mi cigarro salí del baño y caminé por todo el jodido pasillo para toparme con Sarah y Finn quien
† PURA MALDAD †Pasado.Gia.Mi cabeza se sentía un poco pesada debido a todo el alcohol que había ingerido anoche, pero mi subconsciente me recordó que así era mejor ya que así conseguía dormir sin despertarme a media noche con gotas de sudor en mi frente o incluso entrando en un pequeño ataque de pánico.Llegamos al lugar en donde se daría a cabo la pequeña reunión sobre los ingresos del nuevo local que habían expandido a Mánchester, Inglaterra. Pasé una de mis manos por mi rostro para tratar de despertar un poco y abrí la puerta para salir del auto.André bajo de igual manera con uno de mis sacos negros para estas ocasiones y me lo tendió. Así que me lo puse y ya por lo menos estab