VI

“La guerra en la tierra ha terminado”, comenzaba diciendo el informe remitido por la Misión Rescate Tierra  a la Comandancia Central en Ciudad Cristal, “las imágenes fotográficas muestran con claridad que pueblos han sido ganadores y cuáles son los perdedores a la vez que se advierte un cambio en su división política administrativa, podemos percibir la caída de cuatro imperios que antes se imponían en otras regiones vecinas, los rusos en el oriente, así mismo podemos observar con facilidad, el imperio germano paga en parte y debe pagar la otra por ser el principal responsable del conflicto, el imperio Astro-Húngaro y el Imperio Otomano que de por sí ya había entrado en decadencia antes de las acciones bélicas junto a estos imperios; desaparecen tres dinastías además de millones y millones de víctimas que han ofrendado su vida por una causa que ni ellos mismos han de poder explicar, estos pueblos han quedado en ruinas y su recuperación será larga y costosa en términos terrícolas, debemos acentuar y más rediseñar nuestros sistemas de vigilancia sobre este planeta pues se deberán dar cambios a nivel social, político y económico que para nosotros es imperante tener acceso y poder  descifrar el grado de evolución que los conflictos provocan en las poblaciones”, decía el informe en sus primeras páginas redactado en presencia de todos los miembros de la misión  por Olgÿn con la asistencia de Pexeèr, transcrito por  Wokår quien lo adjuntó al mensaje enviado  solicitando una pronta respuesta.  Æ£΁θϖ, decía en el mensaje casi instantáneo que cayó en la mensajería confirmando el recibo del informe, seguido de la indicación que pronto se comunicarían con ellos; -casi no hay nada que hacer en esta nave por ahora deberíamos salir-, dijo Kievlïa con cara de hastío, -¿te sientes aburrida estimada?-, preguntó Wokår acariciando su hombro derecho, -no tanto así-, respondió, -pero estaría bien un buen descanso después de tan larga inmersión   en esta aventura-, respondió ella tratando  de contornear el cuerpo a lo largo de la sala de tecnología, -tienes razón apreciada compañera jupiterina-, dijo Erex, -la tarea ha sido extenuante pero hemos logrado salir avante con tanta exigencia, mientras recibimos otras instrucciones vamos a estar viniendo a revisar la pantalla por si ocurre alguna eventualidad en la tierra, mientras tanto iremos a relajarnos, descansar y disfrutar de las bellezas escondidas en esta luna-.

 -Esa  es la duda que se ha estado apoderando de mi ser-, dijo Henqèph con ambas manos en la cabeza, -si dejar vagando la réplica o aplicar su fuerza centrífuga para que se fusione con la nave madre, pero te escucho decir que debemos venir a espiar la tierra como lo estamos haciendo-; Erex movió la cabeza en forma negativa e intervino: -bajo ninguna circunstancia hasta que lleguen órdenes superiores, la réplica deberá seguir circundando la tierra como lo ha venido haciendo hasta este instante, vamos a observar cada atardecer por turnos, así como hemos vigilado, un día el equipo alfa y el siguientes el equipo beta; ¿estarían de acuerdo?-, terminó preguntando, -nosotros aceptamos tus decisiones pues siempre son acertadas-, reaccionó Olgÿn, -y la mía solo era una suposición-, agregó Henqèph, los demás miembros movieron la cabeza afirmando su consentimiento con la resolución del Jefe a bordo de la Misión..

Salieron de la nave espacial dejando activada la pantalla y la máquina para poder seguir captando las imágenes fotográficas  llegadas, los demás dispositivos, circuitos y generadores energéticos fueron desactivados junto con todo el sistema de funcionamiento instalado  como si aquella era la renuncia o la despedida de un sueño acariciado en el inicio del universo mismo, pero no, no estaban abandonando nada  recriminó Erex a la misma Pexeèr al salir, en la morada asignada definirían detalles de los mecanismo de observación, era necesario tomarse un descanso, eso lo hablaría con el Comandante General de la Misión en cuanto se comunicara con ellos después que leyera el informe general de la guerra observada, así que  irían a descansar, disfrutar su estadía en Ganimedes, ir a visitar la fuente de diamantes de la que tanto hablaban sus moradores,  el río de aguas cristalinas que les facilitaba el elixir de la existencia o asistir al espectáculo nocturno que se ofrecían en los escenarios públicos de teatro y danza en Berabarej, oír sus músicos o los poetas declamando ancestrales poemas propios y ajenos así como asistir a las jugadas campestres en los campos jupiterinos.

Ebrephazor y Emäzer deberían hablar con el jefe del observatorio espacial instalado en Berabarej donde estaban asignados para poder disfrutar de ese descanso parcial, ellos estaban en calidad de préstamo en la misión, en el caso de Kievlïa, ella pertenecía  a la  Misión Rescate Tierra, un lugar que se había ganado en base a su talento y dedicación. A la salida de la nave se encontraron con el Director del Centro Espacial de Berabarej, -por lo que puedo percibir cierran operaciones-, observó el hombre de elevada estatura y larga cabellera rubia ,    -no, compañero-, replico Erex, -vendremos a monitorear a diario las imágenes llegadas de la tierra hasta que recibamos otras indicaciones de la Comandancia Central, solo desactivamos los sistemas puesto que  la supervisión será parcial mientras nos esparciremos un poco en esta ciudad-, el director del centro sonrió amigable, -hay mucho por explorar en estos mundos, saben que nosotros estamos a la disposición con cuanto requieran tal y como lo hemos venido haciendo en vuestra misión ustedes son nuestros hermanos del universo-, dijo; Erex le golpeó la espalda agradecido, el resto sonrió asintiendo con la cabeza y avanzaron hasta un carro de control remoto, subieron en la parte trasera de un solo golpe, la alegría en el grupo era evidente, Henqèph dejó escapar un grito de felicidad que estremeció la estación espacial, los compañeros estallaron en carcajadas  mientras el carro comenzaba la ruta sobre la pista conducente al túnel principal que conectaba con la ciudad.

Llegaron a la morada asignada, la tarde había comenzado su descenso, las filtraciones solares eran suaves sin lograr calentar el ambiente húmedo de ese otoño en Ganimedes, -no puedo dejar de pensar en los moradores de la tierra, sobre sus pensamientos acerca de la vida-, confesó Pexeèr tirada en un amplio sillón de la sala, -parece que van a firmar un tratado de paz por lo que pude deducir a priori de algunas imágenes pero debemos recordar que conociendo la naturaleza humana descifrada a lo largo de la historia quedaran pueblos con resentimiento que aceptaran su situación actual como una condición política adversa por lo que, supongo yo,  a medida avance su evolución involutiva avanzaran los conflictos bélicos hasta propiciar su propia extinción-, respondió Olgÿn desde el ventanal donde miraba el paso de unos transeúntes, -¿y los planes de la misión central respecto a la filtración en que quedarían?-, interrogó curiosa Pexeèr, -todo deberá seguir igual y como está planificado, se nos vuelve una urgencia intervenir la tierra para recuperar la vida engendrada en sus inicios del universo, nada deberá detenerlos-, explicó Olgÿn caminando hacia el centro de la sala. Wokår y  Kievlïa salieron con la idea de irse a la morada de la jupiterina, Emäzer y Ebrephazor saldrían con Henqèph y Erex a una presentación que ofrecía la Orquesta Multifacética de Berabarej en el centro de convenciones de la ciudad; Olgÿn y Pexeèr se quedarían en casa monitoreando el programa estelar utilizando los servicios intergalácticos con la intención de indagar sobre los nuevos presentadores.

Los días en Berabarej transcurrían sin novedad alguna para los miembros de la Misión Rescate Tierra, las salidas diarias eran extensas y las noches transitaban a toda prisa entregadas a las tinieblas del sueño, solo se asomaban en forma rotativa a la nave espacial de la misión a supervisar las imágenes llegadas, todas mostraban una relativa paz a la vista de las expertas en cultura terrestre, las supervisiones no se extendían en demasía, solo lo necesario para asegurarse que no ocurrían eventos que requirieran la permanencia en vehículo diseñado en Andrómeda; a  los pocos días de haber comenzado aquella estación vacacional mientras el equipo Alfa regresaba a la morada después de monitorear la tierra a través del satélite, el aparto comunicador de Erex sonó en forma escandalosa, estaban cerca de la morada asignada,-Misión Rescate Tierra escucha, capitán-dijo Erex bajando  del vehículo a control remoto, -gusto saludarte respetable Erex, mi salutación quiero extenderla a los integrantes todos de la misión, estamos agradecidos y orgullosos de ustedes-, dijo el Comandante General de la Misión,-hemos leído con detalle vuestro informe sobre las captaciones de la tierra y para comenzar son un aporte fundamental para nuestro propósito, los planes de intervenir la tierra siguen intactos con algunas modificaciones-. Erex suspiró profundo, estaba fascinado con la aventura e igual al resto de sus compañeros quería entrar en contacto con los terrícolas, tenerlos frente a frente sin hacerles saber quiénes en realidad ellos eran, conocer sus costumbres y vigilar sus pensamientos más parecía que esos deseos estaban lejos de materializarse al menos que los superiores se precipitaran en los planes,-¿y por el momento cuales son las disposiciones?-, preguntó en forma plausible, -según nuestra sala de proyecciones otros conflictos bélicos se desataran en la tierra más eso bajo ninguna circunstancia cambiará nuestros intereses-, aclaró el Comandante General, -la necesidad de infiltrar los humanos de la tierra se ha vuelto más evidente, conocerlos a plenitud e intervenir cualquier sistema por ellos desarrollado, para eso necesitamos realizar algunos ajustes en nuestra nave, tal como ustedes lo sugieren en el informe y perfeccionar algunos detalles, en ese sentido vamos a necesitar que Pexeèr y Olgÿn vengan a Ciudad  Cristal para escucharles algunos comentarios sobre temas en los cuales necesitamos profundizar, también deberán venir hasta aquí Henqèph y tú para innovar y perfeccionar unos detalles que se harán a nuestra nave desde la central, en cambio Wokår deberá seguir allí en Ganimedes supervisando las imágenes llegadas desde la tierra con la asistencia de los jupiterinos, no serán necesarias las interpretaciones hemos concluido que los conflictos bélicos posteriores en la tierra serán en el mediano plazo dándonos la oportunidad a nosotros de avanzar con nuestro proyecto intervencionista.

El resto de  miembros de la misión escuchaban atentos sentados en el piso alrededor de Erex,  -como siempre, nosotros estamos dispuestos a acatar sus directrices, Capitán-, expuso Erex, -más queremos elevar una propuesta a nombre de toda esta tripulación si es factible que ustedes nos atiendan-, un breve silencio invadió la comunicación, -adelante, escuchamos-, dijo el comandante desde Ciudad Cristal, -como bien saben hemos estado entregados a esta delicada gesta en forma intermitente sin descanso desde que salimos de Ciudad Cristal hasta ver la finalización del conflicto en el planeta objetivo, por lo que a nombre de la colectividad cosmonáutica en funciones queremos solicitar un periodo  para espaciarnos, quizá unas dos o tres unidades galácticas y dedicarnos al relajamiento en el planeta huésped, sabemos nosotros que la decisión final dependen de vosotros-, solicitó Erex, -perfecto, bien merecido lo han ganado-dio la autorización el Comandante General de la Misión, -aquí frente a mi está el líder de la sala de la futurología y dice no ser necesario que vayan a inspeccionar la nave en este tiempo, pueden  despreocuparse, relájense, inspeccionen, reconozcan Ganimedes y sepan que pronto   llegará hasta allí un vehículo espacial  no tripulado nuestra a recoger de quienes hablamos, el resto deberá permanecer en la supervisión del equipo nuestro estacionado allí-, los viajeros espaciales volvieron a mirarse entre sí, animados y satisfechos con la resolución emanada desde la central, Erex parecía haber quedado sin palabras por la admiración de la benevolencia del comandante en ceder ese espacio  sin dejarse rogar, Henqèph guiñó el ojo al jefe a bordo para recordarle que debía preguntar sobre la réplica ambulante en la atmosfera terrestre; Erex levantó el dedo pulgar                         -agradecemos la aprobación, solo queremos indagar sobre la réplica de la nave que enviamos a la tierra, ¿la recogemos o la dejamos dando vueltas alrededor de ese planeta?-,preguntó Erex, - deberá seguir operando donde está será necesario hacer una copia más pero avisaremos, con seguridad cuando hayamos implementado mejoras en el espionaje, si no hay preguntas déjenme desearles el mejor de los recesos  y tengan por seguro que dentro de dos unidades galácticas contadas de acuerdo a los movimientos de Ganimedes llegará una nave no tripulada con retorno programado para que viajen los dos pilotos y las expertas en cultura terrestre, el resto deberá incorporarse al trabajo asignado en la nave una vez que se los hayan aprobado a  los dos hermanos del observatorio de Berabarej-, concluyó el comandante, un nuevo silencio cubrió la sala de la morada asignada,-Misión Rescate Tierra no tiene preguntas-, dijo Erex rompiendo el hielo disperso en la sala, -entonces hasta luego y fuera-, respondió el comandante desde la central en Ciudad Cristal.

El grupo de viajeros espaciales estallaron en felicidad, sonando las palmas de sus manos, de repente fueron sincronizados y empezaron a cantar una canción en lenguaje andromedano celebrando sus triunfos al borde de la nave y saltando como niños pequeños a quienes les habían entregado un extraordinario obsequio de valor incalculable.

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