Humo y Plomo

— ¿Qué haces aquí? ¿Qué le has hecho a mi madre? —Pregunté caminando sigilosamente, no sabía si era ella realmente o era algo más.—Descuida, está bien. Pero ¿qué me dices de ti? ¿Aquel vampiro es tu nueva conquista? —Su tono de voz era el mismo que cuando la había conocido, burlona y gélida.—Eso no te importa —dije abruptamente mientras me iba dirección a la cocina, ¿Dónde estaba Aris?—Claro que me importa mucho.Se paseaba como si nada, no tenía nada que temerle, pero algo en ella me hacía desconfiar, si habían vuelto todos ¿Dónde estaban Claire y Demon? ¿Por qué ella tenía que venir?— ¿Por qué? —Inquirí mientras intentaba descifrar si a través de ese rostro no se escondí

Consiliencia

—Tan solo era una trampa —dijo, apretando los puños cuando comprendimos que habíamos sido solo piezas de un juego de venganza—. Me dijeron que si te dejaba, nada malo te iba a pasar debido a que serías invisible para ellos.Me explicó las razones de su partida, pensé que al escucharlo me ayudaría a dejarlo ir, pero al avanzar con su parte de la historia, me daba cuenta que ninguno supo lidiar con la separación. ¿Quién era el que me había dicho todo lo que (supuestamente Daniell me dijo antes de irse? Y Jason…—Rafael había llegado antes, advirtiéndome de la llegada de Raguel —había comenzado—. Él se haría cargo de mi castigo, me advertía de las consecuencias de mis actos. Después llegó Jean, con información que había conseguido con un vasallo suyo. En la Ciudadela se asentó el hijo

Elecciones

Alianzas y Traiciones

»Cedric y los Cazadores Lykans:Karen se paseaba impaciente por la pequeña sala donde la luz era tenue, con las paredes enmohecidas por el abandono. Se habían instalado en una de las fabricas abandonas de Port Industrial de modo que así podrían resguardar aquella zona en la que la lista de muertes iba en aumento. En la habitación había un escritorio de metal oxidado y una silla giratoria con el respaldo que parecía haber cargado con un peso mayor al que debía por toda su existencia, también había un sofá viejo que los licántropos habían llevado en el que descansaba un hombre con robusto con aspecto lobuno.Mientras ella, con su menuda y gris forma, malhumorada, pero con una astucia que envidiaban al aparecer la luna llena, con sus ojos amarillos rodeado de anillos negros y su rostro pequeño con cabello de paja le dirigió una mirada

Naturaleza

La noche albergaba seres peligrosos, humanos o no, los ángeles debían mantenerse ocultos para no ser encontrados por las criaturas de Lucifer. Tres Grandes Arcángeles era un punto luminoso en cualquier parte del mundo y casi siempre los grandes demonios aparecían en pos, pero Daniell tenía la esperanza de contar con la ayuda de sus hermanos para lo que pensaba hacer.Él les puso al tanto de lo sucedido, omitiendo la parte en donde Melinda y él habían peleado hasta acabar en un beso, estaba seguro de que Raguel no lo tomaría nada bien saber eso. Josh tuvo que relatar otra vez lo que había pasado, los ángeles reconocieron de inmediato los rasgos de Kariath en él. Además, él y Melinda se adaptaban con facilidad ante lo sobrenatural, quizá porque se sentían diferentes o porque parte de ellos sabían la verdad sin reconocerlo.— ¿E

El Vengador

Mis pasos resonaban por el pasillo hueco, era un gran pasillo de mármol níveo, hacía no más de un año quizá corrí por estos pasillos obscuros y no tenían nada de elegancia, ahora todo era diferente, el techo era una réplica exacta de la capilla Sixtina, las mesas estaban cuidadosamente pulidas y barnizadas. Amueblado con estilo rococó, cada arcada gozaba de una estatua griega, los candelabros colgados en el techo eran de oro brillante, las paredes eran de un color marfil con líneas doradas en los arquitrabes, y en los capiteles tenían adornos de hojas y tubérculos en color bronce.Algunos pasillos llevaban a otras donde gritos provenían, pero seguimos adelante hacia un salón con dos escaleras que se unían en el segundo piso con la alfombra roja que conectaba a aun vestíbulo detrás de un arco, gruesas barandillas eran hechas especialmente

El Ritual y la Masacre

»Estaban listos, casi.—Yo no necesito de esas cosas —gruñó Raguel cuando Claire le ofrecía un arma para matar vampiros, una ballesta.—Hermano, en ese lugar no nos quieren y no podemos usar nuestros poderes, estaríamos dando a conocer quiénes somos en realidad —dijo Rafael mientras preparaba un ametralladora.—Para ser tú, has caído demasiado bajo.—Para ser tú, aun no has aprendido nada de las criaturas, hermano.Cedric rodaba los ojos, no podía imaginarse a los Grandes Arcángeles discutir sobre la vida en la tierra. Pero era así, sus muchachos estaban más que listos para acabar con unas cuantas sanguijuelas, así como también los tres Vigilantes que habían aparecido y solo faltaban ellos entonces se preguntaba ¿Cómo es que ellos ganaron la Guerra Celestial discutiendo sobre

El Verdadero Enemigo

—Vaya, vaya. Miren quien ha ejecutado un perfecto juego mental. ¡Excelente, maravilloso! —alabó con ironía la voz que reconocería entre un millar. Susurrante, burlona, se dirigió hacia la bruja moribunda—. Me das pena Meredith.Y ella no respondió ni alzó la vista, sus ojos habían ensombrecido, se tocaba el corazón como si en verdad le estuviera sangrando, la sangre de su boca era muy oscura, goteando en el suelo mientras permanecía de rodillas.Akibeel estaba aquí y Jason estaba con él.—Akibeel —gruñí, en ese instante en que lo vi, ahí. Vestido de negro, sin la cicatriz, un tanto más joven, como en la pintura.Mi corazón detuvo sus latidos.—Mi bien amada Melinda. ¿Recuerdas que no me gusta que me llamen por ese nombre? —Se ofendió en un tono meloso—, Sigu