Lo que la vida me negó

Tres meses más tardeSebastianestaba leyendo el periódico y vio en primera plana aHunterTuker, eldeportistamejor pagado de la ciudad, mientras cargaba a una mujer a la cual besaba. La reconoció de inmediato. Tenía que ser Olivia, con gorra y su cara enterrada en el rostro deHunter. Seguía siendo ella, con el cabello largo y rojo y un cuerpo perfecto.Esa mañana sus amigos y él fueron a golfear, Alonso parecía el niño rico que era; con gafas de marca, guantes caros y pose de soltero millonario. CashySebastianchocaron sus manos antes de ir corriendo hacia él y tirarle en el suelo para que se ensuciara un poco, el joven se quejó ySebastianriódemasiado mientras estaban acostados en el suelo.—¿Se quitan de encima?—preguntó Alonso.Sebastian,Carricky Alonso se quedaron sobreel césped, mientras Alonso se limpiaba y les veía con desprecio, cuando volvió a v

Insuficiente

Olivia sí que conoce a sus hijos, de alguna forma Sergio consiguió la información del verdadero padre de su hermana,Milyle vio nerviosa y él a ella. Los dos ingresaron al hospital, Sergio preguntó: —Buenas, conoce al doctorPieth.—La mitad del personal cuenta con ese apellido—una mujerrióa su lado.—¿Cuál doctorPieth? —preguntó la rubia.—ArturoPieth.—Ahh, bueno, mi primo está tomándose unas vacaciones existenciales.—Sabe si está AlejandroPieth—preguntóMily.—El doctor se tomó el día libre.—Genial, genial—DijoMilyyjaló a Sergio.—Ustedes dos tienen cara de estar metiéndose en un problema gigante —Dijo Alice y les tomó de los hombros. —Si me cuentan prometoinvolúcramecon la vida.Sergio que era ellíderen ese tipo de actividades simplemente negó que fuese para un problema. Alice vio a su tía Sofía y le

Citas

Sebastianentró al gimnasio y se ganó varias miradas, bueno todas excepto la de la mujer que le importaba, rodeó el vidrio para saludar a su hijo, él sonrió y le vio caminar hacia su madre con un par de vasos de café.—No sabía que esto era una cita.—Todo momento juntos es una cita—Le aclaróSebastiany le besó en la mejilla.—¿Cómo va tu día,Caine?—Excelente, mandé a terminar documentación para cambiarle el nombre a nuestro hijo. ¿Te parece SergioSebastianCaineSmith?—SergioBurwishPiethCaine—Reclamó Olivia. —Sí, estás vivo y quieres que lleve tu apellido.—SergioCaineBurwishPieth—propuso de nuevo. —Los demás pueden serCaine Caine.—¿Los demás? —repitió Olivia y le miró finalmente, él sonrió y asintió.—Siempre he querido cinco hijos, conMilyy Sergio solo estamos empezando a sumar.—No me estás cortejando bien.<

¿Quién dejó a quién?

Olivia estaba lista para asistir a la gala benéfica por la detección temprana de cánceres femeninos más mortales. Es curioso, porque sus hermanos perdieron a su madre por cáncer de mama y ella por cáncer de cérvix. Así que le gustaba participar, casi siempre desde el anonimato. Este año no tenía excusa y Carrick no tenía pareja, así que irían juntos a pasar por las miradas chismosas de la alta sociedad de Mainvillage. Carrick estaba guapísimo como siempre, esperaba a Olivia con sus sobrinos los cuales le ponían al día con los chismes familiares. —¿Sebastian quería una copia? —No, tío, pon atención. Mi mamá tenía la tarjeta de Hunter en la mano, Sebas la estaba leyendo, cuando mamá se dio cuenta de que lo hacía le regañó. —Ya… Sebas, es un poco celoso. —Sí, pero no sé si quiero que esté con mi mamá, —comentó Sergio. — ella parece feliz cuando están juntos, pero cuando se va se ve muy triste. —¿Triste? —repitió Mily

Bajar la bandera

Desde que Olivia enfermóSebastianpidió que le diera un informe completo de la vida de Olivia Smith. Xavier enojado se lo arrojó casi a la cara y entendió con el contenido que no todos podían mentir sobre Olivia. Ella ha sido la hermana, la amiga e hija perfecta, la novia más enamorada y una madre impresionante.En los negocios era la mujer más dulce con sus empleados y una loba feroz contra sus competidores, premiada por muchas asociaciones de equidad de género y feminismo debido a su amplia labor por dar trabajo a mayor porcentaje de mujeres que hombres; ayuda a la mujer sola y con hijos sin pensarlo dos veces. Les daba trabajo digno, bien pagado, con garantías sociales para ellas y sus hijos, hora de lactancia materna y guardería, sus hijos recibían un 5 % de lo que sus madres ganaban para la educación y había accesos a atención psicológica para todos en su empresa.Olivia era una magnate de la repostería y varios negocios en los q

Nuestra relación

Elígeme

Olivia estaba en el trabajo cuando medio equipo de seguridad deSebastianle pidió que saliera del lugar, estaban revisando todo el edificio y le llevarían a un lugar más seguro, los niños también estaban asustados yCarricky Alonso molestos porque les habían quitado el celular.—Sebastianse pasa —dijoCarrickmientras buscaba en el minibar de la casa en la que su amigo les había reubicado temporalmente.Olivia llegó completamente asustada y vio a sus amigos, los tres se miraron y Olivia les abrazó feliz de queestuvieranbien, pero con el corazón roto. Cada minuto que pasaba sin sus hijos se moría, se quedó en un rincón, sola pensando en lo peor.Que su novio le había traicionado y le estaba quitando a sus hijos, los niños no estaban ahí y conforme pasaban los minutos la joven se sentía más incómoda. Y asustada que nunca. La mujer se sentó sobre el suelo e intentó obtener bocanadas de aire, porque su cabeza, reproducía escenar

Quiero todo

Un mes más tarde Olivia estaba sentada en casa de su padre, junto a sus hermanos estaba viendo a sus sobrinos e hijos colorear una pared, junto a su padre. Se quedó mirando los arcoíris, las flores de sus sobrinas y las patinetas y playas de sus sobrinos, luego vio el deSergio estaba haciendo un dibujo rarísimo, abstracto según él. Onix vio a su hermana la cual lucía preocupada y rió. Las dos se vieron en silencio antes de que la joven se contagiara y le pidiera permiso para cargar a su sobrina. Olivia tomó a la pequeña Bea y le llenó de besos y amor. —Es demasiado linda, Onix. —Estoy enamorada de mi hija, y son peligrosos, porque a veces siento que no me importa su papá o lo que haga, solo quiero ver a esta muñeca. —Olivia le dio más besos a Bea, su sobrina más pequeña. —¿Tú y Sebastian qué tal? ¿Es oficial, están bien? —Estamos juntos, felices —¿Estás feliz? —Se siente todo raro, pero, nos mudamos