Sebastian vio a Olivia entre sus brazos y recordó que le había prometido nunca abandonarle y era justo lo que estaba haciendo, sin embargo no quería que Mily fuese esa pequeña abandonada por sus padres, sin sus tíos y sola en busca de un hogar o una forma de vivir. Reconocía que de todo lo que tuvo que experimentar tras la muerte de sus padres era eso, el miedo a estar solo, a no saber a dónde ir, a quién recurrir.
—Vamos a la cama —dijo el joven y Olivia le siguió, aquella noche durmió por primera vez separada deSebastian, abrazada a una almohada y con lágrimas que no dejaban de salir en sus ojos. Aquella división siguió durante semanas y sus amigos les veían a ambos como muertos en vida; Sebastian llevaba unas ojeras terribles, había vuelto a ser el impenetrable empresario y por más que le animasen a hablar, salir, intentar volver a vivir no parecía que pudiese hacerlo.
Olivia había perdido peso, fingía estar bien porque las
Cuando Olivia había cumplido diez años su madre realizó una pequeña excursión al parque de los patos, ella y su hermana estaban enamoradas con aquel lugar, además había globos y comida que su madre preparó para la celebración, Olivia había querido una fiesta de cumpleaños toda su vida, pero nuncahabíadinero suficiente. El día de sudécimo cumpleaños su madre había convertido aquel sueño en realidad. Lo único en lo que falló fue en invitar a su padre al cumpleaños y a sus abuelos. Esa fuea la únicavez que Olivia vio a su familia por completo, sus abuelos estaban enojados y ella y Niza decidieron apartarse, estaban lo suficientemente grandes como para entender que su madre había cometido otro error por el cual sus padres le odiarían el resto de su vida.Niza quería sentarse en una banca, Olivia quería ver los patos así que le dijo a su hermana que no iría lejos y fue a conocer el lugar que era lo suficiente
—¿Qué me está pasando?Owen llamó a una ambulancia ySebastiansugirió que lo mejor era que le llevaran ellos, cargó aOliviay corrió a su auto. Owen iba en el asiento delantero,preguntandoqué y donde le dolía quehabíaconsumido, si tenía algún padecimiento y no parecían hallar respuesta a unsangradomasivo.En el hospital ya había un equipo médico preparado para Olivia. Alonso fue el primero en llegar a acompañarles,SilviayCarrickllegaron después de dejar a las niñas en casa de Carrickdondehabíamás seguridad y no estabaIgnaciapara hacer algo que no pudiesen evitar.—Sabe sihay antecedentesde hemofilia.—No hay antecedentes no somos hemofílicos y sumadretuvo dos partos vaginales y cuatro cirugías por cáncer, ya lo sabríamos ¿No creen?—Todos los exámenes están normales, no hay un órgano dañado y no sereportan problemas de coagulaci
Carrickse despidió de la pareja en el estacionamiento, la joven se acostó en el asiento trasero mientras su novio conducía, Emmahabíadijo que sería normal que se comportara distante, de cierta forma Olivia simplemente necesitaba sanar.Sebastianle mostró a su novia las compras que había hecho y ella sonrió al ver un balde de helado, ya había comido suficiente con su amigo, pero le encantaba que todos tuviesen claro que esa era la mejor forma de hacerle sentir bien.Sebastianle miró a los ojos y continuó conduciendo emocionado hasta su destino, Olivia sintió el viaje eterno, pero cuando llegó a la que sabía era la casa de infancia deSebastianle encantó, estaba decorada para las fechas festivas y se veía preciosa.—Bienvenida a nuestra casa—DijoSebastiany le dio un beso sobre los labios, Olivia le abrazó y le dio las gracias por todo su esfuerzo por hacerle sentir mejor.Los dos caminaron hacia la puertade la
Sebastiantomó una pausa en medio de todo el desorden que había en su vida, que su noviahabíasido asaltada y violentada en medio de la ciudad, sufamilia le quiere muerto y su tía seguíahaciéndolevisitar los juzgados como si fuese un centro comercial con cupones,la joventomó a las dos mujeres de su vida, las subió en el auto y les llevó por una aventura.Milyparecía saber todaslas cancionesque pasaban en el auto, hasta queSebastianpuso una emisora de música vieja y la pequeña se cruzó de brazos, él le vio desde el retrovisor divertido y la pequeña intentó entretenerse con el camino, iba leyendo rótulos ydeletreándolos, Olivia se volteó y le preguntó si la energía tenía fin.—No, pero mira qué injusto, voy en el asiento de atrás, en una silla de niños pequeños, lejos de la ventana porque alguien colocó mal la silla, con el cuello sin poderlo apoyar, sin comida, sin música, mi vida es caóti
Olivia fue a dejar a la pequeña eme la cama mientrasSebastian apagabalas luces y aseguraba las puertas. El joven sirvió un par de cervezas calientes y la llevó a la habitación Olivia llevaba un pijama de seda que estaba seguro le hacía sentir como que se congelaba, sin embargo seguía viéndose como un ángel, la mujer más guapa de la vida. Era tan impresionante verle, aquella cascada de pisos largos y rojos, los ojos impresionantemente grandes que le añadían un aspecto dulce e inocente, la sonrisa llena de miedos e inseguridades, perocuanto más se mostraban sustentes y entre más grande se estiraban sus labios era más dulce. Toda aquella máscara de mujer fría, segura, intimidante y de mundo desaparecían, y dejaban ver lo llena de amor, lo noble y cálida que era en realidad.Sebastiandejó las dos copas sobre la mesita de noche y le preguntó en el oído si estaba segura, la mujer le acarició los hombros y le dijo que estaba más segura que la primera vez que
Sebastian y Mily estaba esquilando ovejas, los dos se la estaban pasando tan bien que el joven llevaba esa sonrisa gigante en el rostro sin tantas preocupaciones como había experimentado durante las últimas semanas. En la casa estaba Olivia acostada en el sofá, estaba viendo un documental sobre la alimentación en algunas partes remotas del mundo cuando se quedó dormida. Estaba Sebastian sonriendo, guapísimo en traje, con el cabello peinado hacia atrás y ella se acercó a su novio y le besó. Un beso largo y profundo, Sebastian le tomó del cabello y le dijo que era elmejorpremio para su vista, ella sonrió y los dos escucharon un ruido muy fuerte y, todo se tornó oscuro para ella. Cuando Olivia logró despertar, se encontró con un Sebastian ensangrentado, le habían cortado el cuello y disparado en el abdomen, estaba muerto a su lado, Olivia gritó y buscó ayuda a su alrededor, pero solo vio como alguien se llevaba a Mily de su lado.<
El juez era tan viejo como la ciudad, Sianne se sintió asustada al ver a Gabriel Westborn, nada más y nada menos que el presidente de Mainvillage y su equipo de guarda espalda estaban en la sala. Se sentó detrás del enorme grupo de abogados que acompañaban a su sobrino y vio a Sianne de pies a cabeza mientras negaba con la cabeza. Todos se acomodaron en sus posiciones en cuanto vieron a juez entrar. Sebastian estaba sentado junto a sus abogados y miraba con una falsa tranquilidad al hombre que estaba por juzgar el destino de la empresa de su abuelo, pasó años intentando evadir esa responsabilidad y justo ahora era significativo. El joven sonrió hacia su tía brevemente y volvió su mirada al frente en espera de la resolución.—¿Estamos todos?—preguntó el presidente de Mainvillage y Sebastian asintió.El juez se acomodó en la silla y dijo:—Es una vergüenza Sianne, fui amigo de tu padre y siempre quiso un heredero. Desde el momento de su nac
Olivia estaba sentada en una camilla del Pieth viendo embobada la pantalla e intentando entender qué parte de aquello era su bebé. Tres semanas de embarazo. Parecía que la vida la estaba premiando.No habían tenido que intentar o sufrir por algo, la vida les estaba dando justo lo que querían un bebé, su hijo y en tan solo unas horas le darían la familia que nunca imaginó tendría. —¿Es planeado?—preguntó Alessandro y ella asintió. —Felicidades, sí estás embarazada Olivia. —¿Es seguro? —No hasta dentro de unas semanas, pero no veo porque el bebé decidía huir, se ve todo muy bien, pero, hay que ser precavidos.En el centro de la ciudad estaba Sebastian bajando de su oficina. Vio una llamada perdida de Olivia y decidió llamarle de inmediato, pocas veces le llegaba al buzón, pero decidió dejar un mensaje: —Mi amor, mañana a esta hora seremos esposos. Siempre pensé que casarme sería una obligación, pero c