Carrick se despidió de la pareja en el estacionamiento, la joven se acostó en el asiento trasero mientras su novio conducía, Emma había dijo que sería normal que se comportara distante, de cierta forma Olivia simplemente necesitaba sanar. Sebastian le mostró a su novia las compras que había hecho y ella sonrió al ver un balde de helado, ya había comido suficiente con su amigo, pero le encantaba que todos tuviesen claro que esa era la mejor forma de hacerle sentir bien. Sebastian le miró a los ojos y continuó conduciendo emocionado hasta su destino, Olivia sintió el viaje eterno, pero cuando llegó a la que sabía era la casa de infancia de Sebastian le encantó, estaba decorada para las fechas festivas y se veía preciosa.
—Bienvenida a nuestra casa—Dijo Sebastian y le dio un beso sobre los labios, Olivia le abrazó y le dio las gracias por todo su esfuerzo por hacerle sentir mejor.Los dos caminaron hacia la puerta de laSebastiantomó una pausa en medio de todo el desorden que había en su vida, que su noviahabíasido asaltada y violentada en medio de la ciudad, sufamilia le quiere muerto y su tía seguíahaciéndolevisitar los juzgados como si fuese un centro comercial con cupones,la joventomó a las dos mujeres de su vida, las subió en el auto y les llevó por una aventura.Milyparecía saber todaslas cancionesque pasaban en el auto, hasta queSebastianpuso una emisora de música vieja y la pequeña se cruzó de brazos, él le vio desde el retrovisor divertido y la pequeña intentó entretenerse con el camino, iba leyendo rótulos ydeletreándolos, Olivia se volteó y le preguntó si la energía tenía fin.—No, pero mira qué injusto, voy en el asiento de atrás, en una silla de niños pequeños, lejos de la ventana porque alguien colocó mal la silla, con el cuello sin poderlo apoyar, sin comida, sin música, mi vida es caóti
Olivia fue a dejar a la pequeña eme la cama mientrasSebastian apagabalas luces y aseguraba las puertas. El joven sirvió un par de cervezas calientes y la llevó a la habitación Olivia llevaba un pijama de seda que estaba seguro le hacía sentir como que se congelaba, sin embargo seguía viéndose como un ángel, la mujer más guapa de la vida. Era tan impresionante verle, aquella cascada de pisos largos y rojos, los ojos impresionantemente grandes que le añadían un aspecto dulce e inocente, la sonrisa llena de miedos e inseguridades, perocuanto más se mostraban sustentes y entre más grande se estiraban sus labios era más dulce. Toda aquella máscara de mujer fría, segura, intimidante y de mundo desaparecían, y dejaban ver lo llena de amor, lo noble y cálida que era en realidad.Sebastiandejó las dos copas sobre la mesita de noche y le preguntó en el oído si estaba segura, la mujer le acarició los hombros y le dijo que estaba más segura que la primera vez que
Sebastian y Mily estaba esquilando ovejas, los dos se la estaban pasando tan bien que el joven llevaba esa sonrisa gigante en el rostro sin tantas preocupaciones como había experimentado durante las últimas semanas. En la casa estaba Olivia acostada en el sofá, estaba viendo un documental sobre la alimentación en algunas partes remotas del mundo cuando se quedó dormida. Estaba Sebastian sonriendo, guapísimo en traje, con el cabello peinado hacia atrás y ella se acercó a su novio y le besó. Un beso largo y profundo, Sebastian le tomó del cabello y le dijo que era elmejorpremio para su vista, ella sonrió y los dos escucharon un ruido muy fuerte y, todo se tornó oscuro para ella. Cuando Olivia logró despertar, se encontró con un Sebastian ensangrentado, le habían cortado el cuello y disparado en el abdomen, estaba muerto a su lado, Olivia gritó y buscó ayuda a su alrededor, pero solo vio como alguien se llevaba a Mily de su lado.<
El juez era tan viejo como la ciudad, Sianne se sintió asustada al ver a Gabriel Westborn, nada más y nada menos que el presidente de Mainvillage y su equipo de guarda espalda estaban en la sala. Se sentó detrás del enorme grupo de abogados que acompañaban a su sobrino y vio a Sianne de pies a cabeza mientras negaba con la cabeza. Todos se acomodaron en sus posiciones en cuanto vieron a juez entrar. Sebastian estaba sentado junto a sus abogados y miraba con una falsa tranquilidad al hombre que estaba por juzgar el destino de la empresa de su abuelo, pasó años intentando evadir esa responsabilidad y justo ahora era significativo. El joven sonrió hacia su tía brevemente y volvió su mirada al frente en espera de la resolución.—¿Estamos todos?—preguntó el presidente de Mainvillage y Sebastian asintió.El juez se acomodó en la silla y dijo:—Es una vergüenza Sianne, fui amigo de tu padre y siempre quiso un heredero. Desde el momento de su nac
Olivia estaba sentada en una camilla del Pieth viendo embobada la pantalla e intentando entender qué parte de aquello era su bebé. Tres semanas de embarazo. Parecía que la vida la estaba premiando.No habían tenido que intentar o sufrir por algo, la vida les estaba dando justo lo que querían un bebé, su hijo y en tan solo unas horas le darían la familia que nunca imaginó tendría. —¿Es planeado?—preguntó Alessandro y ella asintió. —Felicidades, sí estás embarazada Olivia. —¿Es seguro? —No hasta dentro de unas semanas, pero no veo porque el bebé decidía huir, se ve todo muy bien, pero, hay que ser precavidos.En el centro de la ciudad estaba Sebastian bajando de su oficina. Vio una llamada perdida de Olivia y decidió llamarle de inmediato, pocas veces le llegaba al buzón, pero decidió dejar un mensaje: —Mi amor, mañana a esta hora seremos esposos. Siempre pensé que casarme sería una obligación, pero c
Los médicos revisaron de pies a cabeza a Olivia para estar seguros de si podría volar, estaba cerca del último trimestre y no querían que nada le pasara al niño o a la madre. Alonso y Carrick estaban tan felices de verle de nuevo y en su estado se veía aún más dulce que cuando la conocieron, los tres se abrazaron con fuerza mientras Mily dormía en su habitación. —Quiero que esto acabe ya. —Lo sabemos—dijeron Alonso y Carrick en coro. —Por mientras relájate y haz lo mejor para Carrick Sebastian Alonso Caine. Carrick y Alonso vieron a su amiga en espera de una reacción por el nombre. Alonso se acercó de primero para asegurar que no era necesario ponerle ese nombre tan cargado de significado, Olivia rio y Cash se cruzó de brazos antes de apelar a favor de su propuesta. Los tres acabaron riendo como locos. —El bebé definitivamente no se llamará como usted tres—Respondió un poco más animada ante la sugere
Olivia vivió avergonzada toda la vida. Sabía que era el peor error de sus padres, ella era una mujer desordenada y él un hombre casado. No le gustaba fanfarronear con que su padre era un millonario farmacéutico o dueño de hoteles, porque su madre era prostituta y más tarde descubrió que la razón por la cual solo veía a su padre de manera ocasional era porque estaba casado. Recordó que una vez a los ocho años le preguntó a su padre si podía presentarle a sus hermanos, él le miró con pena antes de negarse y decir la verdad:Olivia, ellos no saben que existes. Olivia estuvo triste durante semanas, porque desde aquel momento entendió que no existía para su padre y él dejó de existir para ella. Le decía a la gente que estaba muerto, así que nadie nunca supo quién era mi Owen Smith para ella. Nadie jamás le escuchó contar historias de un padre protector porque no eran ciertas. Él era una pésima persona, jamás le había preparado para esperar nada d
Después de llorar sin control alguno entre los brazos a de Carrick, Olivia se quedó dormida, no podía imaginar qué haría con su vida de ahora en adelante, pero sabía que eramomento de ponerse en pie y tomar el control de su vida y al de Milena. Cuando salió de su habitación la pequeña estaba coloreando junto a Alonso un rompecabezas cuyas piezas podían colorearse, la mujer sonrió y preguntó qué les gustaría comer. —Te he hecho sopa, tenías un pan que tosté y preparé lasaña. —¿Aprendiste a cocinar desde hace cinco minutos?—preguntó incrédula y divertida Olivia y Mily rio. —Ya lo probé y está rico—Aseguró Mily, porque tampoco estuvo convencida de las habilidades de Carrick para preparar comida. El joven se acercó a abrazar a su amiga, le dio un beso en la frente y le recordó que sus opciones eran infinitas. Ella asintió y le abrazó de vuelta, luego les pidió que le dejaran hablar con los médicos para entender qué estaba pas