Olivia vio a Sebastian meterse en la ducha molesto. El celular sonó y vio que era una llamada de Carrick, en realidad eran Isa, Santiago y Sebastian y Mily, los cuatro saludándole. La joven rió al escuchar las voces de los más pequeños Burwish y los cuatro le aseguraron que les encantaba tener a Mily ahí, Milena le dijo todo lo que habían hecho en las horas que no había estado, sin embargo finalizó la llamada con un “Ya te extraño” que le llegó al alma Después de que su novio saliese del cuarto de baño fue por una larga ducha para tranquilizarse, Sebastian ocupó los minutos trabajando y reservó una mesa para desayunar. Olivia iba vestida con unos jeans y una camiseta blanca, el joven le siguió hasta el primer piso del hotel y juntos buscaron el restaurante.
La joven tomó a asiento y mSebastiany Olivia estaban metidos en una tina con agua caliente, se habían vuelto locos y habían disfrutado des los últimos tres días en Aspen que era impresionante,Sebastianhabía trabajado muy poco y Olivia descansaba mucho, estaba como en el paraíso, disfrutado del clima helado, los deportes extremos y del hombre al que amaba.—¿Sebastian, puedes mover tus manos de mis senos?—¿Qué tienen de malo? Son senos preciosos.—Lo sé, son los más lindos que has visto y tocado, pero ya —Sebastianle besó en el cuello y puso sus manos sobre el abdomen de Olivia.—¿Podemos hablar de futuro?—Dime…—Respondió Olivia y se volteó un poco para mirarle a los ojos.Sebastiansuspiró asustado y dijo:—Olivia, quiero adoptar aMily.—¿Vas en serio?—Quiero que formemos una familia yMilyes parte fundamental y amplia de nuestras vidas.—Sebastian.—Yo quiero casarme y tener hijos contigo. La mesa llena de los domingos y castig
Olivia estaba encantada con susvacaciones,las mejores que uno podía siquiera imagina, habían probado cada plato, habían visitado lugares, precioso y el clima que adoraban se reflejaba en todo su cuerpo. Sebastian y Olivia estaban recibiendo un masaje que era o que hacía falta para hacer del viaje perfecto.—¿Qué quieres hacer hoy?—Comer—Respondió Olivia y él sonrió deinmediato. — Me encanta la comida de aquí.—Cuidado cuando vuelves no logras meterte en los pantalones—Dijo Sebastian y ella levantó la cabeza.—Estoy engordando.—No, pero la comida acá es rica en calorías y te gusta lo rico en calorías, con queso o demasiado dulce. Has comido demasiados postres en todo el viaje.—Quiero abrir una pastelería.—Serías la mejor de la ciudad—le apoyó Sebastian.—Bueno, quiero ir a un curso de cocina yterminarla universidad, luego tal vez sacar un préstamo y…—Vas a sacar un préstamo—repitió.—Sí, como todos.—Olivia…—Pong
Sebastian y Oliviahabíandecidido ir a navegar, si las vacaciones anteriormente le habían parecido lo mejor, estar en el agua, despertar. A cielo abierto y dormirse con las estrellas eran la mejor excusa del planeta para estar en paz,relajados, Sebastian vio a los ojos a Olivia y luego vio el cielo, ella. Soltó todos los datos astrológicos que sabía y él le recordó lo ñoña que era.—¿Olivia?—Sí.—Me he comprometido tres veces porque pensaba que era lo correcto y creía que estaba enamorado, quería un hijo,una casa y un perro. Contigo lo tengo todo. Bueno,necesitamos un perro,peroMilyquiere unFrenchPoodle. ¿Me imaginas corriendo con eso?—Ellarió, y los dos se miraron. —Quiero que seas mi esposa.—Te he dicho varias veces que me casaría contigo—Dijo y le vio a los ojos.—Sí, pero prométemelo.—Arrodíllate—respondió.Sebastian le levantó del suelo y le dio un beso en la mejilla, se puso. De rodillas y
—Cálmate, Silvia. ¿Dónde estás?—Hemos tenido un accidente,Sebastian. Mis suegros me han acusado de matarle.—¿Está muerto?—No sé, le subieron a una ambulancia y a mí a la policía, ve por mis hijas.Sebastiansuspiró abrumado mientras le escuchaba llorar y contar con rapidez los eventos que le llevaron a estar en la cárcel,Sebastianno se lo podía creer que Silvia estuviese envuelta en un escándalo como este solo por no querer estar casada con un hombre que no le trataba con amor ni respeto. El joven escuchó a su prima sollozar y repetir cuánto miedo sentía.—¿En cuál delegación estás?—Escuchó la llamada colgarse.Sebastiansintió que se quedaba sin aire, todos enlamesa le veían.—Carrick, ve por las niñas no yo voy personalmente, tengo la custodia encasode que sus papás les pase algo. Alonso llama a PiethAltazar;quiero unregimientode abogados en todas las delegaciones,
Sebastianle pidió a su tía que fuese al despacho.Llamó desde el teléfono de la cocina a Ignacia para que le atendiera, Olivia ySebastiancompartieron una ducha corta de agua tibia, ella no pudo evitar notar lo tensos que estaban sus músculos.Olivia se puso una camiseta deportiva y manga larga,Sebastiantomó unos pantalones dechantaly un abrigo, salió de la habitación y vio a Ignacia casi lamiéndole la sueña a su tía, nunca había entendido aquella relación,Siannetenía la mano de Ignacia tomada y mientras la mujer le acariciaba el cabello como a un niño pequeño. Sebastianrecordaba estar en casa viendo a su tía sentada en el sofá,Ignacia siempretenía una caricia para ella, un cariño especial, adoración y cuando le dijo que la mujer lehabía despedidono había dolor, no el esperado. Tenían un lazo irrompible, y por un segundo lo supo, había caído en la trampa de su
Sebastianvio a Olivia entre sus brazos y recordó que le había prometido nunca abandonarle y era justo lo que estaba haciendo, sin embargo no quería queMilyfuese esa pequeña abandonada por sus padres, sin sus tíos y sola en busca de un hogar o una forma de vivir. Reconocía que de todo lo que tuvo que experimentar tras la muerte de sus padres era eso, el miedo a estar solo, a no saber a dónde ir, a quién recurrir.—Vamos a la cama —dijo el joven y Olivia le siguió, aquella noche durmió por primera vez separada de Sebastian, abrazada a una almohada y con lágrimas que no dejaban de salir en sus ojos. Aquella división siguió durante semanas y sus amigos les veían a ambos como muertos en vida;Sebastianllevaba unas ojeras terribles, había vuelto a ser el impenetrable empresario y por más que le animasen a hablar, salir, intentar volver a vivir no parecía que pudiese hacerlo. Olivia había perdido peso, fingía estar bien porque las
Cuando Olivia había cumplido diez años su madre realizó una pequeña excursión al parque de los patos, ella y su hermana estaban enamoradas con aquel lugar, además había globos y comida que su madre preparó para la celebración, Olivia había querido una fiesta de cumpleaños toda su vida, pero nuncahabíadinero suficiente. El día de sudécimo cumpleaños su madre había convertido aquel sueño en realidad. Lo único en lo que falló fue en invitar a su padre al cumpleaños y a sus abuelos. Esa fuea la únicavez que Olivia vio a su familia por completo, sus abuelos estaban enojados y ella y Niza decidieron apartarse, estaban lo suficientemente grandes como para entender que su madre había cometido otro error por el cual sus padres le odiarían el resto de su vida.Niza quería sentarse en una banca, Olivia quería ver los patos así que le dijo a su hermana que no iría lejos y fue a conocer el lugar que era lo suficiente
—¿Qué me está pasando?Owen llamó a una ambulancia ySebastiansugirió que lo mejor era que le llevaran ellos, cargó aOliviay corrió a su auto. Owen iba en el asiento delantero,preguntandoqué y donde le dolía quehabíaconsumido, si tenía algún padecimiento y no parecían hallar respuesta a unsangradomasivo.En el hospital ya había un equipo médico preparado para Olivia. Alonso fue el primero en llegar a acompañarles,SilviayCarrickllegaron después de dejar a las niñas en casa de Carrickdondehabíamás seguridad y no estabaIgnaciapara hacer algo que no pudiesen evitar.—Sabe sihay antecedentesde hemofilia.—No hay antecedentes no somos hemofílicos y sumadretuvo dos partos vaginales y cuatro cirugías por cáncer, ya lo sabríamos ¿No creen?—Todos los exámenes están normales, no hay un órgano dañado y no sereportan problemas de coagulaci