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Mis ojos se agrandaron por la vista frente a mí. Allí, frente a mí, estaba preparado para la cena, frente a las relajantes olas. Había velas alrededor de las sillas que le daban un aspecto hermoso.

Cuando me di la vuelta, en la parte de atrás había una casa. (No, no una casa, sino una maldita mansión hermosa). Era hermosa.

En el momento en que tomó mi mano y entrelazó nuestros dedos. Eso me sacó de mi trance. Lo miré y luego volví a mirar la vista. Tiró de mi mano y comenzó a caminar hacia la mesa. Sacó la silla para mí y me hizo sentar en la silla. No entendía qué significa todo esto. ¿Era una cita?

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