Ubicación: la isla de «Los superiores»Lisandro actúa de manera extraña con el señor Volkov. Tania no puede evitar ese aire de celos que lo rodea, eso es algo que a ella le gusta de él, aunque a veces cause confusiones. Le reconforta saber que ha sido tonta al imaginar algo que no era; él solo quiere estar con ella. Si no hubiera sido por Fernando, jamás se habría dado cuenta de que Lisandro en realidad se siente inseguro. Siempre pensó que él ya había entendido que ella está profundamente enamorada de él.—Tania, estás hermosa —saluda la señora Bianchi—. Es decir, señora Li. Supe que él pasó a ocupar el lugar de Sánchez, me alegro mucho por ustedes.Ella es más joven que Tania por algunos años.—Es extraño escuchar eso, gracias, señora Bianchi —responde Tania, mientras guarda su maquillaje.—¿Escuchaste lo que dicen? Vamos a ser varias en la iniciación esta vez —comenta la señora Bianchi, visiblemente feliz por la noticia.—Al parecer, nuestro nuevo líder quiere marcar territorio con
Ubicación: la isla de «Los superiores»Volkov le ha tendido una trampa a Lisandro. Al intentar negociar con él para mantener a Tania al margen, solo logra enfurecerlo. Ahora, en la fiesta, Volkov está dispuesto a hacerle pagar por su atrevimiento. Después de que Bianchi y su esposa salen de la habitación para que ella pueda cambiarse, la velada continúa. Volkov hace subir a la cama a la señora Miller, después de susurrarle algo al oído a su esposo. Solo él puede ver claramente el rostro de su esposa, aunque todos los presentes pueden deducir por la silueta que ella le está lamiendo el cono. Dos minutos pasan, y Lisandro lo nota en su reloj. Su pierna no deja de moverse; Tania será la última, y Volkov se vuelve cada vez más osado.La esposa de Frank es la siguiente, y Volkov repite el proceso. Tras hablar con su esposo, la invita a la cama. Aunque no se distingue con claridad lo que está haciendo, es evidente que no está teniendo relaciones con ella. Cerca de los tres minutos, Lisandro
Ubicación: la isla de «Los superiores»Lisandro y Tania regresan a casa después de la fiesta, y él no le dirige ni una palabra en todo el camino. Al llegar a la mansión, Lisandro le pide a una de las empleadas que llame a la médica.—Lisandro, estoy bien —indica Tania, suponiendo que la petición era para ella.—Nada está bien, ese maldito abusó de ti y dejé que ocurrirera —responde él, furioso. Aunque su rostro permanece impasible, Tania conoce bien sus emociones.—No nos hagas esto —le suplica, consciente de lo que está por venir.—Necesito hablar con alguien. ¿Puedes darme espacio? —pregunta Lisandro, y ella siente un escalofrío al pensar que la está dejando.—No, no lo hagas. Por favor, quiero estar a tu lado. Estoy bien, no me hizo daño —insiste Tania.—Tania, necesito estar solo —responde Lisandro con seriedad, y cierra la puerta de su oficina, dejándola fuera. Tania golpea la puerta con fuerza, pero él no abre.Confundida y herida, Tania se pregunta por qué Lisandro se culpa a s
Ubicación: la isla de «Los superiores»Tania enfrenta a Volkov, llena de determinación.—Es un maldito desgraciado. Hizo todo esto con la intención de que Lisandro se sintiera mal y me dejara —asegura, convencida de haber descubierto su plan.Volkov la mira con descaro y responde sin remordimientos:—Cuando Mijaíl me pidió que ocupara su lugar pensé que estaba loco. Nunca me he interesado por ninguna mujer, pero al verte al lado de ese hombre supe que serías mía.Tania, llena de rabia, le advierte:—Le contaré esto a Lisandro y volveremos a estar juntos. No dejaré que nadie nos separe.Volkov la desafía, su voz cargada de cinismo:—¿Supones que no esperaba que dijeras eso? He enviado a Lisandro a México. Pudiste elegir hablar con él o conmigo. Y como eres una mujer fuerte, supiste quién tiene el verdadero poder aquí. Sé mía, Tania; y Amanda y tú lo tendrán todo.Tania se aparta de él, con la urgencia de ir en busca de Lisandro.—No has investigado suficiente sobre mí. Si lo hubieras h
Ubicación: Argentina—¿Cómo puede ser así ese maldito? —pregunta Belén furiosa.—Tranquila, sé cómo hacer que Lisandro vuelva a mí —responde Tania, segura de sí misma.—¿De qué hablas, amiga? —pregunta Belén sorprendida.—Yo me entiendo —responde ella, y en ese momento entran Rodrigo y Fernando. Ambos se sorprenden al verla.—Tinita —saluda Rodrigo, y la abraza. Se nota que ya está mejor porque la abraza con fuerza. Belén les cuenta lo que pasó y los dos se sorprenden.—Tya, qué difícil —dice Fernando. Es un hombre bueno; se merece conocer a una mujer que pueda darle una vida lejos de todo esto.—¿Cómo harás para que Lisandro responda tus mensajes? —pregunta Rodrigo.—Lo que el señor Volkov no sabe es que soy una mujer con muchos amigos excepcionales —responde, y ellos la miran—. Lisandro no dejará de vigilarme, y cuando vea lo mal que estoy desde que me dejó, volverá a mí.—Eres una maldita manipuladora, eso me encanta —indica Belén, abrazándola.Una vez que ella y Rodrigo salen a ha
Ubicación: Argentina—Tania, sé que no debo, pero no me gustaría morir sin decirte esto. —Fernando parece extraño.—Dime, no necesitas guardarte nada —le indica Tania, mientras se miran.—Me gustaría que te quedaras a mi lado hasta que empeore. No quiero que me veas cuando esté mal, pero deseo pasar mis últimos días sano contigo —le dice Fernando, quien ha tardado mucho en pedir eso.—Por supuesto que me quedaré —le responde Tania, tomando su mano.—¿Y Lisandro? —pregunta Fernando, preocupado.—Él puede esperar en este momento —responde Tania y se acurruca entre sus brazos. Fernando la ha sacado de la miseria en un momento en el que solo deseaba morir. Se merece que ella le preste algunos días de su vida.—Eres una gran persona, perdón por ser egoísta —susurra Fernando, y ella le pide que no hable así.—Quiero que tengas todo lo que deseas porque te lo mereces. Solo dime en qué más te puedo ayudar —le pide Tania, sonriendo.—Deja que te acaricie el rostro hasta quedarme dormido —le su
Ubicación: Argentina—¿Qué estás haciendo? —le pregunta Fernando, molesto—. No quiero que hagas estas cosas, Vida. Solo con tu compañía soy feliz.Él puede decir que no, pero su cuerpo empieza a reaccionar al verla desnuda. Tania decide no hacerle caso, ya que siente que se deben esto, aunque su corazón pertenezca a Lisandro. No puede dejar a Fernando así.—Vida, no —reclama él mientras la mira, saboreando sus labios.—Solo relájate —le indica ella y continúa.—Esto es increíble —dice él y eleva sus ojos al techo.Una vez que está segura de que él no seguirá resistiéndose, se van a la cama. Fernando besa cada parte de su cuerpo como lo hizo la primera vez que estuvieron juntos. Es algo que la provoca de una manera que le cuesta recordar. Lo suyo ha sido único en todos los sentidos.—Eres tan bella, tan excitante —susurra él, mientras abre sus piernas y le da placer con sus dedos.Besó su marca en la pelvis, recordándole su conversación cuando se conocieron. Ahora puede ver esa parte d
Ubicación: ArgentinaTania acompaña a Fernando a hacerse un control con el médico que Leonel les recomendó. Es una eminencia en hematología, incluso trabaja con Julia para resolver el problema que sus hijas tienen con la superproducción de células madre. Además, es su cuñado, el esposo de Nick, el reconocido cantante y actor. Stuart le explica a Fernando que debe hacerle pruebas de compatibilidad a su madre y sus hermanas, para asegurarse de que ellas no tengan el mismo problema, y que puedan donarle médula en caso de ser compatibles con él.—El pronóstico es complicado y solo estaríamos retrasando lo inevitable. ¿Puedes entender eso? —pregunta el doctor Stuart a Fernando.—Claro, cuando me dijeron lo que era supe que no tengo esperanzas —responde él, sonriendo. Ya que también es médico.—Eres la primera persona que conozco que reacciona tan bien frente a una noticia tan fuerte —responde Stuart, sorprendido. No sabe la resiliencia que tiene el amigo de Tania.—Nos vemos la semana que